El senador por el Partido Nacional (PN) Jorge Gandini dijo a Caras y Caretas que el tema de la reelección, un asunto que se puso en boga en las últimas semanas en la prensa, no se está manejando en la interna de su fuerza política. Incluso fue categórico cuando dijo que no está de acuerdo con la idea y remarcó que los blancos “no son reeleccionistas”.
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“No tengo ningún reparo en decir que este tema no está en la interna del partido, no estoy de acuerdo y no somos reeleccionistas”, afirmó Gandini a esta revista.
El 19 de abril, Lacalle Pou dijo que está de acuerdo con la reelección, pero consideró que debe aplicarse dentro de dos elecciones para evitar que la medida tenga “nombre y apellido”.
El tema surgió en una carta publicada en el diario El País. Firmada con un seudónimo, el autor se preguntó si no es el momento de “creer que Uruguay merece otro período de gobierno de una figura pública indiscutible”.
Según la Constitución, en Uruguay no existe la reelección inmediata, pero un presidente puede volver a competir pasado un período de gobierno (cinco años).
Por su parte, Gandini consideró que dentro del Partido Nacional se necesita un ala wilsonista más fuerte, que compita con la que encabeza el presidente, repitiendo una vez más que frente a las elecciones de 2024, la candidatura del sector Todos no será la de Lacalle Pou.
“El Partido Nacional necesita dos corrientes fuertes y competitivas, y cuanto más lo son, mejor ha votado; el partido necesita recomponer una de sus alas, hay una que es mayoritaria y consistente, sólida, que seguramente procesará en su momento su candidatura, que no será la de Lacalle Pou por más que mantenga liderazgo”, agregó.
Se habló sobre la posibilidad de que Lacalle apueste por una reelección. ¿Qué piensa sobre esto?
No tengo ningún reparo en decir que este tema no está en la interna del partido, no estoy de acuerdo y no somos reeleccionistas.
Cambiando de tema, muchos están diciendo que se necesita una ala wilsonista fuerte dentro del Partido Nacional. ¿Qué opina sobre esta afirmación?
Estoy totalmente de acuerdo. El Partido Nacional necesita dos corrientes fuertes y competitivas, y cuanto más lo son, mejor ha votado; el partido necesita recomponer una de sus alas, hay una que es mayoritaria y consistente, sólida, que seguramente procesará en su momento su candidatura, que no será la de la Lacalle Pou por más que mantenga el liderazgo.
La otra ola partidaria tiene mucho por hacer, tiene muchos deberes por delante, tiene que recomponerse, organizarse y por supuesto para competir en la interna tener su propio candidato. Hay mucho por hacer y hay tiempo, por suerte.
¿Cree que usted sería un buen referente de esta ala wilsonista?
Antes de expresarse sobre cualquier candidato, el que sea, hay que pensar en recomponer esa ala. No sería bueno que se le ponga el nombre por delante, así que no es tiempo de hablar de nombres, sino del proyecto político. Luego, el nombre será aquel que la gente crea que es el mejor representante de esa corriente. Es todo un desafío para nosotros.
Se está diciendo que la bancada del Partido Nacional en Diputados se partió en dos porque surgió una corriente wilsonista.
No es verdad. Es una interpretación externa a la propia bancada; está integrada hoy por nueve diputados de distintas procedencias, tiene la motivación de representar una corriente parlamentaria en la Cámara de Diputados y surge a partir de la discusión sobre la renovación del coordinador de toda la bancada, cosa que pasó en el Senado sin ningún tipo de inconvenientes.
Hace mucho tiempo que pasa. En los tres períodos que fui diputado, desde 2005, siempre hubo dos bancadas, una herrerista y otra de Alianza, se volvió al mismo escenario sin que eso afecte la coordinación y unidad partidaria.
¿Qué desafíos cree que tiene que enfrentar el PN de cara a 2024?
Generar un espacio suficiente para poder continuar con las reformas que todavía están pendientes o recién iniciadas. Va a tener que dedicar buena parte de sus energías para enfrentar la coyuntura. La primera que nos tocó fue la pandemia, creo que salvamos con nota, la segunda está vinculada a los efectos de la pos pandemia y la guerra en Ucrania que ambas generan inflación y aumentos de precios de productos alimenticios.
Pero el problema de fondo son las reformas estructurales que hay que hacer en varias áreas: la seguridad social, la educación, el mundo del trabajo y el empleo, la mejor distribución, las reformas tributarias que tienen que hacerse en línea con ese objetivo, pero la coyuntura demanda mucha energía.
«Si pensamos en las elecciones, no va a haber reforma de la seguridad social»
Otro tema que el presidente fijó como prioridad después del referéndum contra la LUC fue la reforma de la seguridad social y usted afirmó que no está dispuesto en avanzar si no hay un acuerdo político. ¿Ha tenido conversaciones con el FA?
No, me alcanzó con escuchar algunas manifestaciones para darme cuenta de que tiene que trabajarse mucho un acuerdo. La reforma de la seguridad social tiene como base hacer sustentable el sistema en el largo plazo, hacerlo sostenible y financiar adecuadamente para que quienes hoy tienen 30, 40 años se puedan jubilar. Eso no está asegurado hoy. Si no se hacen las cosas a tiempo, cualquier solución es mala. Tenemos que enfrentar este tema como una política de Estado porque va a abarcar varios períodos de gobierno. Si pensamos en las próximas elecciones, no va a haber reforma, si pensamos en las próximas generaciones, donde todos tenemos la expectativa de gobernar este país, puede ser que nos pongamos de acuerdo. Si pensamos solo en las próximas elecciones, no nos vamos a poner de acuerdo.
Pienso que cualquier reforma de la seguridad social tiene aspectos que no son siempre simpáticos, hay que asumir que hay que hacer cambios en el financiamiento. Lo que escuché con toda claridad fueron las manifestaciones de dirigentes sindicales muy importantes. Todavía no se conoce el proyecto ni el borrador y ya han convocado a resistir la reforma de la seguridad social, por lo que nos damos cuenta de que se va a politizar este debate.
¿Cuáles van a ser las prioridades del gobierno en el Parlamento para este año?
Es un tema que estamos definiendo. Siempre para la bancada de gobierno las prioridades son las mismas que las del Poder Ejecutivo; más allá de eso, dentro de los proyectos que hay, lo vamos a estar definiendo en estos días. Tenemos para la próxima semana una reunión prevista, donde vamos a analizar temas parlamentarios, en algunos casos tienen que ver con proyectos de ley y con decisiones que hay que ir tomando y lo vamos a estar debatiendo el próximo miércoles. Ahí tendremos las definiciones. Pero como te decía, más allá de eso, nuestras prioridades siempre son las del gobierno.
¿Ya hay temas que estén definidos como prioridad?
Hay algunos temas que están en consideración de las comisiones. Sin duda que está el tema de tenencia compartida y definiciones sobre el tema del proyecto de ley de los 65 años para la prisión domiciliaria, los demás están por definirse en comisión. También estamos dispuestos a analizar eventuales cambios a la legislación que regula la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo y otros que se vayan agregando a la reunión.
Con respecto al tema de tenencia compartida, ¿por qué cree que es importante que se trate este tema?
Primero, porque está detenido en comisión ya desde hace mucho tiempo, se ha negociado un articulado y hay que definir políticamente. No podemos seguir postergando un tema que al final del año pasado ya estaba pronto para votar.
Otro tema que usted mencionó es la reforma de la Institución Nacional de Derechos Humanos. ¿Por qué cree que es necesaria?
Porque deben quedar claros y específicos los cometidos por los cuales fue creada. Tenemos reparos en cómo fueron manejados algunos temas, con una clarísima intencionalidad política, nos parece que la institución depende del Poder Legislativo, por lo que tiene que representar su diversidad y no creemos que haya cumplido con esa función.
La INDHH está politizada. La mayoría de los períodos pasados fueron haciendo la selección de sus integrantes de acuerdo con sus preferencias, esto va a cambiar cuando en agosto se designen nuevos integrantes, pero además nos interesa valorar si su funcionamiento está de alguna manera influenciado por una norma que no es clara. En ese caso, habrá que modificarla.
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