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Entrevistas CLIF | Pit-Cnt | Empatía, tiempo y comprensión

CLIF del PIT-CNT de Seguridad Social

Miles de preguntas y millones de respuestas

El perfil de atención del CLIF, del Pit-Cnt, es amplio y diverso. “El universo de personas que atendemos es muy variado”, comentó Fernanda Chieza.

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El Centro Local de Información y Formación en Seguridad Social (CLIF) funciona hace una década en la sede del PIT-CNT y atiende todo tipo de consultas sobre dudas cotidianas que van desde si una persona tiene derecho a cobrar una asignación familiar hasta conocer los motivos por los que alguien no percibió un seguro de paro o por enfermedad. Todo esto se brinda sin necesidad de estar afiliado a ningún sindicato en particular.

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Fernanda Chieza, referente del Centro Local de Información y Formación en Seguridad Social (CLIF), es funcionaria de carrera del Banco de Previsión Social (BPS) y además integra el Equipo en Representación de los Trabajadores. Es la responsable de dar respuestas, pero también de escuchar, orientar, sugerir, colaborar y solucionar innumerables asuntos cotidianos a quienes necesitan ser escuchados, y en muchos casos, sienten que el edificio del BPS puede llegar a ser distante para sus necesidades de cercanía.

Chieza explicó que las tareas que realizan los CLIF —tanto en Montevideo como en el interior del país— son parte del universo de temas relacionados al BPS y que en distinta medida implican a la casi totalidad de la población.

“En el CLIF del PIT-CNT, que ya tiene casi 10 años funcionando, atendemos una vez por semana, los días miércoles, durante dos horas, porque es lo que podemos hacer. En ese breve lapso recibimos la más amplia variedad de consultas: desde cómo se hace un poder, si una persona tiene derecho a una asignación familiar o por qué no se le pagó el seguro de paro. Y acá viene todo el mundo, no solo los afiliados al PIT-CNT”.

Recordó que los CLIF existen desde hace muchos años aunque no sean masivamente conocidos. “Hace 20 años que trabajo en la representación de los trabajadores y cuando entré, ya existían. En aquel momento no había CLIF en Montevideo, sino que estaban los plenarios del interior, con referentes en seguridad social en cada localidad”.

Según explicó, aquellas personas asesoraban a los vecinos sobre temas de seguridad social, aunque muchas veces no contaban con las herramientas necesarias para brindar respuestas inmediatas. “Entonces se enviaba una ficha al Equipo en Representación de los Trabajadores y desde allí se trataba de dar respuestas”.

Con el tiempo, se fue fortaleciendo también el componente formativo. “Empezamos a formar a los militantes y luego a la población en general. Por un lado, difundimos los derechos en materia de seguridad social, y por otro, brindamos formación, sobre todo a trabajadoras y trabajadores. Además, brindamos asistencia: no es solo información, es una asistencia concreta”, subrayó.

Chieza destacó el carácter inclusivo del servicio. “La central representa a todos los trabajadores, y en ese sentido el PIT-CNT ampara tanto a los trabajadores organizados como a los no organizados. Acá viene el vecino de enfrente, que no es trabajador activo sino jubilado, y quiere sacar un préstamo pero no consigue hora. Entonces lo ayudamos a gestionar la cita. Hacemos de todo un poco”.

Asimismo, explicó que con el tiempo fue cambiando la dinámica de trabajo en el territorio. “Los centros locales del interior tendieron a desaparecer, en parte porque los plenarios comenzaron a transformarse. Llegamos a tener unos 20 CLIF en funcionamiento en el interior, pero hoy en día deben quedar apenas tres o cuatro que funcionan plenamente”.

Esa tarea la siguen haciendo militantes sindicales que integran la Comisión de Seguridad Social, pero ya es más una tarea de campo. “No cuentan con un local específico desde donde brindar información. En algunas localidades como Mercedes o Paysandú aún se realiza, pero en muchas otras ya no hay mucha posibilidad. Por eso uno de los objetivos para este período es poder reinstalar los CLIF en diversas localidades del interior”.

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Datos

El CLIF del PIT-CNT funciona los miércoles, de 10 a 12 horas. “Por el momento estoy sola a cargo, porque para muchas de las consultas es necesario tener acceso al sistema del BPS. Como soy funcionaria del Equipo en Representación de los Trabajadores (EPS), puedo acceder a toda la información y dar respuestas en el momento”. Además del CLIF que funciona en la central sindical, existen otros en funcionamiento o en vías de consolidación, como los de FUECYS, FFSP y SUNCA, entre otros.

Según detalló, estos centros funcionan de forma similar a los antiguos CLIF del interior del país, con un espacio de recepción y atención. “La diferencia es que los compañeros ya están formados para responder ciertas consultas directamente, y lo que no pueden resolver, lo derivan a nosotros”, señaló. “El CLIF del PIT-CNT es el que funciona de forma más completa, porque cuenta con una funcionaria del ERT y acceso directo a la base de datos del BPS, lo que nos permite dar una respuesta inmediata y certera”.

Uno de los elementos que refuerzan la eficacia del CLIF en la sede del PIT-CNT es que Fernanda Chieza, además de ser referente sindical, es funcionaria del Banco de Previsión Social. “El hecho de trabajar en el BPS me permite no solo acceder a la información, sino también tener la posibilidad de dialogar e intercambiar directamente con uno de los directores del banco”, explicó.

“Cuando nos encontramos con problemáticas que salen de lo común, con alguna anomalía seria, no solo por el caso puntual sino porque sabemos que le puede pasar a muchas otras personas, lo hablamos con él para que lo plantee en el Directorio del BPS. Sí, muchas situaciones terminan tratándose a ese nivel”, afirmó Chieza. De todos modos, aclaró que la mayoría de las consultas siguen siendo sobre temas habituales, vinculados a prestaciones y trámites comunes.

Empatía, tiempo y comprensión

El perfil de atención del CLIF es amplio y diverso. “El universo de personas que atendemos es muy variado”, comentó Fernanda Chieza. “Muchas veces las personas llegan por casos de cobros indebidos; a veces esos cobros están bien determinados y otras no. El problema es que en el BPS, los tiempos son acotados y en ocasiones, el o la vecina optan por venir al CLIF a que se lo expliquemos de nuevo para poder entenderlo mejor. Porque claramente nosotros lo que hacemos en estos espacios es colaborar pero nunca sustituir todo lo que se trabaja, aclara o informa en el BPS, lo que nosotros hacemos es complementario, en otros espacios, y lo que pretendemos es complementar, facilitar, solucionar lo que esté a nuestro alcance”.

Chieza enfatizó que en el CLIF se prioriza que las personas comprendan claramente su situación. “Nos tomamos el trabajo de que la persona se vaya sabiendo qué es lo que le está pasando. Aunque la respuesta no sea la que quiere escuchar —porque la mayoría espera que le digas que tiene derecho o que le van a devolver dinero—, se van conformes porque fueron escuchadas y entendieron el porqué de la situación”.

También hizo referencia a las dificultades que muchas veces enfrentan los usuarios al intentar comunicarse con el BPS. “A veces se encuentran con contestadoras automáticas que no siempre responden lo que realmente están buscando. Y muchas veces no tienen un solo problema, sino varios. Entonces uno empieza a revisar, por ejemplo, si la vecina o el vecino tienen o no derecho a determinada prestación, y en ocasiones encontramos que tal vez no le corresponde la que esa persona pensaba pero puede acceder a otra. Hay que comprender que cuando alguien va al BPS, el funcionario responde exactamente lo que le preguntan. No tiene mucho tiempo como para dialogar otros temas o ponerse a indagar si hay otras opciones para esa persona que llegó a consultar por algo específico. Nosotros acá intentamos buscar todos los vericuetos posibles, con empatía y voluntad”.

Chieza subrayó que la estructura, tal como está diseñada en el BPS, dispone de ciertos mecanismos de respuesta. No se trata de una falta de compromiso por parte de los funcionarios del BPS, sino de los límites del sistema. “Los trabajadores del BPS muchas veces no tienen tiempo suficiente para una atención más extensa. No es que no quieran ayudar, es que no pueden. Acá sí podemos tomarnos ese tiempo, y eso marca una diferencia fundamental”.

En relación a la dimensión del BPS, recordó que está presente desde antes del nacimiento de una persona hasta incluso después de su fallecimiento. “Algunos trabajadores están afiliados a otras cajas, como la militar o la policial, por un tiempo, pero prácticamente todos los habitantes del Uruguay, en algún momento, pasan por el BPS. Además, el BPS es el que administra las prestaciones no contributivas, como las pensiones por invalidez o vejez, y las asignaciones del Plan de Equidad, que llegan a la población más vulnerable”.

Muchas de las personas que acuden al CLIF lo hacen en busca de respuestas sobre estas prestaciones. “Hay casos muy delicados, como quienes tienen una discapacidad real pero no alcanzan el porcentaje que establece la ley. Nosotros les explicamos: entendemos que están enfermos, pero el BPS se basa en baremos, y las leyes exigen un determinado umbral para otorgar una pensión. Entonces se genera frustración, y se tiende a cuestionar al BPS. Pero el BPS no es un monstruo oscuro; es una institución, y a veces los trámites se demoran o no se resuelven como uno espera”.

“Desde el CLIF muchas veces lo único que podemos hacer es acompañar, escuchar, dar ánimo. Decirles: ‘Usted tiene derecho, ya lo verificamos, ahora hay que esperar’. Nos han venido a consultar por absolutamente todo: embarazos, jubilaciones, pensiones, prótesis, expensas funerarias. No hay tema que no haya pasado por acá”, sintetizó.

Recuerda con especial cariño una experiencia que marcó un antes y un después: el convenio del PIT-CNT con ASSE, BPS y MIDES, firmado en 2008. “Fue una experiencia hermosa. Yo fui la responsable durante todo el tiempo. Permitía que trabajadores con ingresos menores a cinco bases de prestaciones pudieran operarse de miopía, astigmatismo, cataratas o pterigium, aunque tuvieran mutualista privada. Incluso se incluyó a pequeños empresarios y productores rurales. Este convenio abrió puertas que estaban cerradas ya que ningún trabajador podía costear esas cirugías de forma particular. Y lo lindo es que muchos que no estaban afiliados a ningún sindicato, que ni siquiera sabían que existía uno, venían acá, accedían a la pesquisa, se operaban y después volvían a agradecer. Era el PIT-CNT quien lo había hecho posible”.

Según recordó Chieza, con el tiempo el convenio se fue desactivando por decisiones del directorio anterior. “Ahora queremos volver a traerlo, sobre todo porque vamos a instalar los CLIF, y todo esto es una forma concreta de mostrar que el movimiento sindical no solo reclama por salarios o condiciones laborales: también brinda soluciones reales a la gente”.

Analfabetismo digital

Otra de las facetas del apoyo que brinda el CLIF a las vecinas y vecinos del barrio que se acercan a la central sindical a efectuar sus consultas sobre distintos temas relacionados con la seguridad social, refiere a las herramientas digitales y los mecanismos de trámites. Al respecto, Chieza se refirió al 'analfabetismo digital' y la necesidad del acompañamiento a personas con dificultades digitales. “Siempre lo recalco en reuniones del PIT-CNT, acá atendemos a muchos compañeros jubilados que no saben cómo pedir un préstamo, sacar el turno para un trámite o simplemente ver su recibo”. En este sentido, sostuvo que mucha gente no sabe cómo proceder con herramientas digitales o incluso, siente que es un mundo "lejano" que no le pertenece. "En todos esos casos, les ayudamos a ingresar al sistema desde el celular, les explicamos cómo hacerlo, les enseñamos a guardar las contraseñas y tantas cosas más. Pero es importante señalar que no se trata de un problema solamente de adultos mayores, porque hay jóvenes que manejan redes sociales pero no saben cómo hacer un trámite básico. El sistema del BPS está muy automatizado y permite gestionar muchas cosas desde la web, pero no es predictivo, y eso complica. Incluso hay gente que aunque tenga computadora y navegue frecuentemente en Internet, igualmente tiene dificultades cuando se trata de ingresar al Banco. Y esa gente también se nos acerca a pedir ayuda”.

Vocación de servicio

El CLIF del PIT-CNT funciona los miércoles, de 10 a 12, aunque Fernanda suele quedarse más allá del horario establecido. “Me encanta lo que hago. Me gusta tener tiempo para escuchar a la gente, para poder ayudarla. Me he quedado hasta las dos o tres de la tarde. Solo me voy si tengo algo impostergable. Porque en este mundo de vértigo, tenemos que entender que las personas simplemente necesitan ser escuchadas y nosotros tenemos que darle a la gente un espacio para compartir sus problemas, y estar dispuestos a escuchar y ayudar con empatía”.

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