Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Entrevistas desarrollo | trabajo | trabajadores

MARIANA MENDY | SOCIÓLOGA

«No existe desarrollo productivo sin inclusión social»

Mariana Mendy asegura que el próximo gobierno recibirá un país «empobrecido material y socialmente», con un avance de los «antivalores».

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

Mendy es máster en Sociología y está cursando el doctorado en la misma disciplina en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, donde además es docente. Ha coordinado proyectos de

investigación sobre distintos tópicos como, por ejemplo, los efectos en el empleo, los contenidos del trabajo y la acción colectiva de la industria 4.0 y, recientemente, ha participado en un proyecto de formación de trabajadores sobre productividad, seleccionado en el llamado RIDE del INEFOP, desarrollado por un equipo de técnicos del Instituto Cuesta Duarte.

¿Qué país deja el actual gobierno y cuáles son las secuelas más visibles en materia social, de empleo y educación?

El actual gobierno deja un país empobrecido, no solamente desde el punto de vista material –con ingresos que no alcanzan, peor comida en las escuelas, recortes en el presupuesto universitario, peor atención en salud pública, entre otros–, sino también empobrecido desde el punto de vista social, con un peligroso avance de lo que llamo antivalores, es decir, el descreimiento de lo político, la valorización de lo privado como algo “bueno, exitoso y necesario”, la introducción de la lógica empresarial privada en diversos ámbitos de la vida, la indiferencia de algunos sectores sociales frente a hechos que son catastróficos, como el crecimiento del número de personas en situación de calle. Otro dato alarmante es el avance del narcotráfico controlando crecientemente ciertos territorios barriales, que creo que es otro de los aspectos problemáticos. Y todos estos fenómenos significan un verdadero desafío para la reconstrucción del país para el gobierno que asuma.

¿Cuáles son los ejes centrales que, desde tu visión, se deberán abordar de manera más urgente o prioritaria, en clave de reconstrucción de las áreas y sectores más perjudicados?

Bueno, es un tema que podríamos analizarlo durante horas y nos faltaría tiempo. Pero en términos muy acotados, diría que algunos ejes centrales deberían pasar por el desarrollo productivo vinculado a un análisis profundo de la actual matriz productiva primario-exportadora, desarrollando una matriz productiva que vaya desde el planteo de la matriz energética hasta la selección de ramas de producción para generar propuestas que incrementen la calidad del trabajo y el empleo, la calidad de los productos y, especialmente, el valor agregado. En esto un lugar importante debe tenerlo la integración productiva con países de la región. Otro punto sería la inversión en educación, que supere la concepción de “educar para el mercado”, superando la visión hegemónica mercantilista y educando personas capaces de hacerse preguntas, con vocación de transformación y de construcción de ciudadanía, además de incorporarse eficazmente en el mercado de trabajo, como una dimensión más. También se debería promover y desarrollar una política integral en los barrios más deteriorados socialmente y en los que el narcotráfico ha tomado entidad, que supere la sobreintervención estatal que no ha mostrado resultados, y que pueda desarrollar herramientas para generar fortalezas sociales, organizativas, productivas que permita superar esa realidad. Y, por último, el desarrollo de una verdadera política de ciencia y tecnología que parta de los principales problemas definidos por y para los uruguayos y no solamente de las necesidades de los sectores privados. Esto va de la mano con otorgar un presupuesto adecuado para la Universidad de la República, así como para la Universidad Tecnológica, dando voz a los trabajadores y haciendo efectivo el cogobierno en esta última.

¿Es posible hablar de desarrollo productivo sin inclusión social?

No. El desarrollo productivo es tal en tanto permita redistribuir las ganancias acumuladas. Sin embargo, el desarrollo productivo debe generar ingresos al país que se deriven de una apuesta productiva calificada: innovadora, con cuidado medioambiental, que genere valor agregado y empleo con trabajo de calidad. En ese sentido, la inclusión social pasa por la integración de amplios sectores al aparato productivo y por el desarrollo de políticas sociales que favorezcan sin estigmatizar a los sectores menos favorecidos. No existe desarrollo productivo sin inclusión social.

¿Cuáles son las alternativas para un modelo de industria que crece y exporta cada día más, como el sector lácteo, y solo piensa en reestructuras que implican menos trabajadores, menos salario y más rentabilidad?

En los casos de industrias como la que estás mencionando, me parece que urge plantearse la reducción de la jornada laboral, el “trabajar menos para trabajar todos” no puede ser solo una consigna. En segundo lugar, apostando a políticas de desarrollo industrial que no premien esos comportamientos y que apuesten a otro tipo de desarrollo de los sectores productivos, con un lugar clave del conocimiento de los trabajadores, la innovación organizacional, el empleo con trabajo de calidad y el cuidado del medio ambiente, entre otras.

¿Cómo debería hacer el movimiento sindical para llegarle a esos miles de trabajadores independientes, por ejemplo de delivery, que son tratados como «empresas» por sus patrones y como «un mal necesario» por los consumidores?

Llegándoles. Como se las ingenió toda la vida el movimiento sindical. En primer lugar, con un discurso inclusivo que integre este tipo de trabajos y la condición de trabajadores y trabajadoras migrantes de la mayoría de estas personas. Quizá sea necesario hacer convocatorias específicas, ofrecer asesoramiento legal, ir lugar por lugar para conversar con ellos, adaptándose a la realidad de que en un importante porcentaje son trabajadores y trabajadoras provenientes de otras culturas político-sindicales diferentes de las nuestras y la posibilidad de integrarlos es todo un desafío. Esos trabajadores y trabajadoras están en disputa: o logramos integrarlos junto a nosotros al bloque de los cambios o los ganará el consumismo y las luces de colores de las falsas promesas de riqueza y abundancia que solo están reservadas para unos pocos.

Italia recibió miles de migrantes africanos en un día y Europa parece ya no saber qué hacer con los migrantes que llegan por mar. ¿Hasta dónde resiste este modelo capitalista de exclusión?

No sé hasta dónde ni hasta cuándo. Los movimientos migratorios y sus reacciones xenófobas han sido inherentes al desarrollo capitalista. El modelo resistirá hasta que las grandes mayorías puedan generar unas nuevas reglas de juego o, si esto no sucede, hasta que se produzcan explosiones que pueden tomar la forma de guerras, de crecimiento de la derecha, de agotamiento ecológico, de pequeños focos de rebelión inconducente, o todo junto, que impliquen una salida de barbarie frente a una posible salida de solidaridad. La primera se produce aisladamente y la segunda es la que hay que construir con las grandes mayorías que queremos un mundo mejor.

¿Y cuánto más resistirá el planeta este modelo de consumo?

Es que este modelo de consumo ya no resiste. Un ejemplo claro es la cadena de producción de vestimenta a nivel global. De acuerdo a planteos de las Naciones Unidas, está siendo una de las industrias más contaminantes a nivel mundial. Eso para ahora, en este momento. La montaña de residuos textiles que están en el desierto de Atacama está hoy, en este momento. Y eso con todos los daños ambientales que genera este modelo de producción y consumo. Que se han generado desde la mismísima Revolución Industrial. El modelo de consumo proviene de un modo de producción. Mientras el capitalismo resista, resistirá este modelo de consumo. El tema es la construcción de alternativas.

¿Lo que sucedió con el agua potable fue una señal?, ¿un aviso? ¿El movimiento sindical tiene una agenda reivindicativa que piense en los problemas más urgentes del planeta?, ¿tiene una agenda verde?

En relación a la primera parte de la pregunta, por supuesto que fue una señal. Y en el segundo aspecto, no conozco una agenda sindical reivindicativa en ese sentido. Pero claramente debería haberla.

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO