De los Santos reconoce no haberla pasado del todo bien en estos años de intendencias nacionalistas, soportando denuncias judiciales en su contra y el encono de cierta parte de la militancia frenteamplista.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Pero el tiempo y la falta de fallos judiciales adversos como pruebas de inocencia de cargos, han ayudado a que vuelva a la palestra política y que sean varios quienes lo visualizan como candidato departamental para disputar la Intendencia de Maldonado.
¿Cómo está viendo la gestión del actual gobierno departamental?
La primera precisión es el abandono del Gobierno nacional en Maldonado, el recorte presupuestal para vivienda, el recorte en la inversión en saneamiento y agua (que fueron históricos en los gobiernos del Frente Amplio), los recortes en el área de la salud, donde hasta en este año venían faltado medicamentos, el recorte de inversión en obras y la falta de obra pública, o la falta de inversión para el arreglo del puente de La Barra que lo tuvo que hacer la Intendencia, igual que los realojos por un problema de intereses sectoriales de los del Partido Nacional.
Para una coalición gobernante que tiene cuatro diputados no se ha sentido el peso de la fuerza del departamento en la distribución de los recursos.
En el recorte general, Maldonado ha sido y es muy golpeado, y se siente. Se ve una Intendencia sin inversión que incrementa su rubro cero.
Gasta en 700 funcionarios de los 3 mil más o menos que tiene, en estos diez años por el pago de diferencia del salario, re categorización de subrogación en mecanismos encubierto, el manejo de clientelismo en la inmensa mayoría de los casos, gasta, 2330 millones de pesos, estamos hablando de unos 55 millones de dólares entre salarios aportes y aguinaldo, mientras el resto de los trabajadores sin ser esos 700 se le dan partidas de 500 pesos, 700 pesos.
El rubro cero crece en los cargos de confianza.
Gasta casi 40 millones de dólares más que los gobiernos del Frente Amplio y, a su vez, es un gobierno que lo que gasta por lo anteriormente mencionado son gastos de funcionamiento, generando una trama de pequeña y mediana empresa que es parte de una red de una estructura política clientelar. Esto, más la Fundación A Ganar, ha llevado a que la Intendencia en el primer período 2015-2020 haya duplicado el déficit que dejamos nosotros y que ahora está duplicando su propio déficit para andar cerca de los 200 millones de dólares. Es algo que compromete a las próxima administraciones con políticas que han favorecido al sector financiero a través de la política de recuperación de activos y a través de tomar deuda para financiar ese déficit. Deuda que la tomaba en unidades indexadas y que solo por intereses del tipo de cambio entre la unidad indexada, el dólar y la inflación, la Intendencia pagó en el 2022, según la rendición de cuentas, 530 millones de pesos. Hablamos de más de 12 millones de dólares y, al 2025, proyectado eso, hablamos de 850 millones de pesos.
Es decir, una intendencia que de alguna forma, solo por intereses, sin amortizar capital de deuda y por diferencia de cambio por un mal negocio que hizo, va a estar pagando en este quinquenio, casi el déficit total que nosotros le dejamos.
Esta Intendencia ha concentrado mucho poder en el intendente en una coalición gobernante con el Partido Colorado, que es prescindente pues el Partido Nacional tiene 21 votos, y que deja hipotecados recursos para un departamento donde la lógica de funcionamiento y crecimiento demográfico y la dinámica han hecho que crezca la pobreza, aunque haya guarismos altos de ocupación. Lo que hay, a su vez, es un alto guarismo de trabajo informal que ha crecido, según los datos de estadística y censos. Y eso es lo que ha beneficiado a los que especulan con las excepciones al capital financiero y a los sectores que le han hecho pagar a los trabajadores el costo de bienestar de muy poca gente.
En este panorama, si bien está por delante la elección nacional, ¿ha meditado la posibilidad de ser candidato departamental?
Hay que dejar claro que no es algo que el Frente Amplio haya resuelto. Es tradición en el Frente que un plenario avale los precandidatos a la intendencia junto con el Congreso cuando avale los precandidatos a la presidencia, y después en la interna se dirime quiénes son los 3 candidatos o candidatas que compiten.
Esto aún no lo ha resuelto el Frente Amplio. Lo que yo digo es que cada día se me hace más difícil decir que no voy a ser candidato, por un sentimiento por lo menos de una parte del Frente Amplio y de la sociedad que no sabemos cuánto es, pero no es solo de preguntas sino de reclamo, y de tener la sensación de no ser una frustración para mucha gente.
Tenemos claro que primero está octubre y que no solo necesitamos ganar, ya sea en octubre o en balotaje, sino que tenemos que aproximarnos lo más que podamos, si no lo logramos, a obtener la mayoría parlamentaria. Hay que disputar ser la primera fuerza en octubre.
La perspectiva es de 2025 en un gobierno del Frente Amplio nacional. Primero, porque precisamos para la estrategia de desarrollo del departamento del Gobierno nacional; la Intendencia no va a resolver esto ni el conjunto de problemas que tiene Maldonado. Y el Frente Amplio tiene que recuperar su sitial de primera fuerza que perdimos en la elección del 2019 en el mes de octubre. Debemos contribuir con todas nuestras fuerzas para que el Frente gane y, a partir de eso, si hubiera internas donde se definan los precandidatos, creo que el Frente Amplio está en condiciones de pelear el gobierno departamental.
Junto con los aspectos de candidatura, definimos cuáles son los ejes prioritarios para el departamento de Maldonado y en la región este del Programa Nacional, como así también cómo se expresa en la próxima plataforma electoral.
Creo que en la fórmula que salga de la interna, la mirada distinta tiene que ayudar a arrimar a esa fórmula, al comando de campaña y a la fuerza política el conjunto de las prioridades que tenemos y el rol que debería jugar en esta plataforma electoral el presupuesto quinquenal del Gobierno del Frente Amplio. También las medidas para tomar en los primeros 100 días, con situaciones que son urgentes como en el caso del turismo, que tiende a agravarse por la situación Argentina, el caso de la pobreza infantil y de la inversión pública que, como decía al principio, se ha retraído sensiblemente en Maldonado, elementos sobre los cuales Fernando Pereira y la mesa política han hecho un gran trabajo con la comisión de programa, y logramos tener una propuesta nacional que sea trasladable a los departamentos y a las regiones.
No es un problema de voluntarismo. Hay que construir esas condiciones y allí construir la propuesta y también las fórmulas.
¿El triunfo del Frente Amplio a nivel nacional es condición para que se presente a disputar la Intendencia de Maldonado?
Sí, sin lugar a dudas.
En ese escenario de disputa electoral, usted lo que plantea es que se siente identificado con el discurso de la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse.
En las opciones que hay para votar me siento identificado con Carolina Cosse.
Yo me siento parte del espacio Seregnista, creo que es un espacio que tiene mucho para aportarle al Frente Amplio y a las fuerzas progresistas, que es necesario tender puentes hablando de la izquierda.
Mario me representa como un líder importante, creo que en octubre volveremos a reencontrarnos. Mario es una referencia importante dentro de las distintas visiones de la izquierda y hoy lo que tengo es una opción distinta de candidatura presidencial.
Ha expresado que por su condición de extracción proletaria va a firmar el plebiscito que impulsa el Pit-Cnt.
Yo voy a firmar, pero no voy a hacer campaña para juntar firmas. Sin embargo, creo nos ayuda en la discusión; yo coincido con el Frente Amplio en impulsar un gran diálogo nacional, pero creo que esta campaña de firmas va a aportar en temas concretos de cómo va a ser ese diálogo, no las formas o la ingeniería, sino algunas premisas de cuáles son las formas de financiarlo.
Entonces el Frente ha planteado un sistema que tiene algún aporte del Estado, del aporte intergeneracional y el gran desafío es que debatamos con la sociedad porque, junto con atender el sistema de reforma de la jubilación y pensiones, hay que tener un sistema de Seguridad Social mucho más integral, porque tenemos el drama de la primera infancia, donde tenemos los principales guarismos de pobreza y de exclusión social.
Quiero habilitar ese debate, porque nos va a exigir como Frente Amplio ser mucho más precisos en algunos temas que la gente nos está reclamando y seguir con el “Frente Amplio te escucha”, proceso que encabezó Fernando. Tenemos que seguir escuchando, y ese debate también lo quiero dar porque tiene que ver con la ética de izquierda, sin caer en soluciones fáciles para problemas muy complejos que tendrá el país, entre ellos de inserción internacional, de colocar su producción, de agregar valor, de medio ambiente y de cuidar a su urgencia, a los más jodidos. Y los más jodidos son los que no votan, pero eso necesitamos debatirlo con mucha franqueza como lo ha hecho históricamente la izquierda.