Rumbo de Izquierda, el sector conformado por escindidos de la Lista 711, afirmó este viernes que a los frenteamplistas no les que otra camino que respaldar lo actuado por el Tribunal de Conducta Política “cualquiera sea su fallo, y defender la institucionalidad de nuestro Frente Amplio, por el que dieron la vida tantos queridos compañeros”. De esta forma, el sector político -que procura su ingreso al Frente Amplio (FA)- emitió por primera vez su posición en relación al caso que involucra al vicepresidente de la República, Raúl Sendic. El sector asegura que por la historia reciente de sus integrantes, los sentimientos que les atraviesan al realizar estas consideraciones o simplemente por no ser todavía un sector formalmente integrado al FA y estar ausentes de las instancias orgánicas, lo más comodo sería “seguir guardando silencio” sobre el asunto. “Pero aun desconociendo, como la mayoría de los frenteamplistas, los contenidos del dictamen, callar ante la gravedad y la importancia de todo lo que está en juego en este debate sería irresponsable y de muy poco compromiso con nuestra fuerza política”, señala el sector. En este sentido, Rumbo de Izquierda dice no compartir “los apresuramientos de unos por hacer perfilismo sin tener todos los elementos de juicio necesarios, ni las respuestas destempladas y muy poco frenteamplistas de otros”, y afirma que los constantes transcendidos de prensa sobre el fallo no permiten llegar “a una síntesis política que contemple a la mayoría de los frenteamplistas”. Pese a todo, se deben considerar algunas situaciones. “Lo primero que debemos señalar es que el compañero (Sendic) concurrió voluntariamente al Tribunal de Conducta Política para que éste considerara su conducta. Con ese infrecuente gesto validó la competencia del Tribunal para juzgar su conducta; por tanto, resulta inadmisible hoy cuestionar a sus integrantes o eventualmente su dictamen”, expresa. Además, se valora que la ética “es algo muy caro para el Frente Amplio o para cualquier proyecto que se pretenda de izquierda” y que es una de las banderas “de las que no se puede claudicar”. “En una coyuntura donde la política y los políticos estamos sentados en el banquillo de los acusados, hay que reafirmar con contundencia que los asuntos de la ética deben ser regulados y resueltos por los partidos y no por la justicia, que debe resolver sobre eventuales ilícitos. De lo contrario, estamos contribuyendo a la judicialización de la política y cada vez más a su desprestigio”, señala. Por este motivo, “a los frenteamplistas no nos queda otro camino que respaldar lo actuado por el Tribunal cualquiera sea su fallo, y defender la institucionalidad de nuestro Frente Amplio, por el que dieron la vida tantos queridos compañeros”, expresa el Ejecutivo Nacional de Rumbo de Izquierda.
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