Por Manuel González Ayestarán
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El Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) presentó recientemente los requerimientos presupuestales que precisa para poder continuar con sus principales líneas de trabajo establecidas para el período 2015-2020. Sus autoridades señalan que en los últimos dos años, el Ineed presentó egresos mayores que los ingresos. Esto ha hecho que el organismo haya tenido que gastar todas las reservas generadas durante la etapa inicial de asentamiento del instituto, encontrándose las mismas agotadas en la actualidad. El Ineed es una persona jurídica de derecho público no estatal creada a finales de 2012. Su presupuesto es asignado mediante la Ley de Presupuesto Nacional. Esta institución se encarga de la asesoría y la elaboración de estudios en el marco de la educación, imprescindibles para conocer los logros, las carencias y el impacto de las políticas educativas. De alguna forma, sus evaluaciones constituyen una suerte de mapa de navegación para las políticas educativas, necesario para sacar el máximo rendimiento a las inversiones y el trabajo que el conjunto de la sociedad realiza en este campo. Sus trabajos más conocidos son los informes acerca del estado de la educación, los cuales suponen una radiografía de las políticas educativas que deja ver información importante acerca de la propia sociedad uruguaya. Actualmente, el organismo indica que para cumplir con los cometidos fijados para 2018 por la Ley General de Educación precisa un incremento de alrededor de 35 millones de pesos. Esto se debe a que la Ley de Presupuesto N° 19.355, aprobada en diciembre de 2015, adjudicó al Ineed 63 millones de pesos para el año 2016 y 70 millones para los años 2017, 2018 y 2019. Sin embargo, en la Rendición de Cuentas 2016 se recortó su adjudicación, quedando esta en 63 millones de pesos. Esto implica que el Ineed recibió, en 2016, 14 por ciento menos que lo que había solicitado en 2015, y en 2017, 33 por ciento menos que lo que había solicitado en 2016. Debido a esto, el instituto agotó sus reservas acumuladas entre los años 2012 y 2014. A esto hay que sumar que este mermado presupuesto debe absorber a su vez los incrementos estipulados en los Consejos de Salarios y los costos de inflación anual; por ello, desde el organismo indican que “mantener los 70 millones de pesos durante los años 2018, 2019 y 2020 implicará una rebaja sucesiva del presupuesto del Ineed para los próximos tres años”. “Nuestro instituto es un organismo nuevo, y los incrementos presupuestales tienen que ver con una institución que está empezando a cumplir su proceso de trabajo”, explicó a Caras y Caretas la presidenta del instituto, Alex Mazzei. “Actualmente estamos preocupados porque tenemos numerosos proyectos planificados desde hace mucho tiempo que ahora se están teniendo que ejecutar”, añadió. En 2016 el Ineed disponía de 71.037.940 pesos, sumando la partida de ese año con el sobrante de 2015. Sus gastos ascendieron a 70.594.462. La mayor parte de este monto, 40.580.789 pesos, fue destinada a la fuerza de trabajo que sostiene al organismo. En 2015 el instituto gastó la totalidad de su presupuesto disponible, 55.415.799 pesos, en remuneraciones del personal permanente, un total de 32.283.532 pesos. Ante el Parlamento El 12 de julio, Mazzei, junto a varios colegas de la Comisión Directiva, defendieron ante la Comisión Integrada de Hacienda y Presupuesto sus necesidades de cara a la presente rendición de cuentas. Allí explicaron que el Ineed ha terminado su etapa de consolidación como institución y se encuentra atravesando una segunda etapa de desarrollo pensada para el período 2015-2020. Esta fase se centra en la creación de “programas que puedan guardar permanencia, sistematicidad y acumulación de información para el país”. En este sentido, este estadio es en el que el instituto podrá generar estudios con ópticas comparativas y una mayor perspectiva histórica acerca del desarrollo educativo de Uruguay. Los estudios que se vienen diseñando pretenden superar la evaluación limitada a los resultados de aprendizaje de los estudiantes y abarcar la evaluación de habilidades socioemocionales y de oportunidades de aprendizaje. “Este programa es un plan nacional de evaluación de logros y aprendizajes del país que se presenta por primera vez”, señaló la jerarca. Entre 2016 y 2017 se están realizando pruebas piloto en algunos cursos del ciclo básico y en 2018 se espera llevar a cabo la evaluación nacional, realizada de forma censal, para que poder evaluar cada centro educativo. Este estudio precisará una partida especial de 18 millones de pesos para los años 2018, 2019 y 2020, que se deberá sumar a los incrementos solicitados previamente. Según el miembro de la Comisión Directiva del Ineed Alejandro Maiche, esta evaluación censal de la enseñanza media “generaría, en términos de aprendizaje, un impacto a nivel país y la posibilidad de investigaciones específicas que podrían ser la puerta de entrada a las soluciones que tanto estamos discutiendo últimamente con respecto al fracaso en enseñanza media, considerando la tasa de egreso”. Es una prueba que en definitiva permitiría atacar de raíz el problema de la iniquidad en los resultados de aprendizaje y de egreso que asolan al sistema educativo nacional. Por ello, los recortes en presupuesto pueden romper la continuidad de un estudio que, debido a su metodología, no puede ser interrumpido. Por otro lado, otro proyecto que especialmente destaca la Junta Directiva del organismo es el Mirador Educativo, un sistema de monitoreo y de seguimiento de metas de las autoridades de la educación. Esta herramienta realiza un seguimiento acerca de la forma en la que se está empleando el presupuesto nacional en las mejoras prácticas educativas, sus obstáculos y las posibilidades que tiene su avance. El Mirador Educativo contempla tanto estadísticas de alumnos, de docentes y de recursos con el fin llevar a cabo un abordaje completo, y su acceso es público a través de la página web del Ineed. “Nuestra intención es que sea un nuevo actor en el país, por eso a veces llama la atención que reclamemos un presupuesto mayor, pero eso tiene que ver con que justamente estamos empezando a implementar el desarrollo del plan de trabajo para el que estaba previsto un incremento de recursos”, explicó Mazzei. En este sentido, la profesora explicó que “la principal preocupación que tenemos ahora es que si miramos los costos que tienen estos estudios, que son de continuidad, para 2018 estaríamos en alrededor de 24 millones de pesos, en 27 millones para 2019 y en 27 millones para 2020. En este momento tenemos asignados 70 millones y tenemos los egresos por funcionamiento institucional más los gastos de los proyectos que queremos hacer, por lo que estaríamos necesitando alrededor de 106 millones”. Recientemente la Cámara de Diputados aprobó la partida de 18 millones de pesos para la Evaluación de Nuevos Aprendizajes. Su preocupación actualmente es que no se apruebe el incremento presupuestal adicional que solicitaron, lo que pondría en riesgo la implementación de toda su actividad, incluyendo el mencionado estudio censal. “Si sólo se aprueba esta partida puntual y no los incrementos, es posible que tengamos dificultades para poder hacer el estudio, pero bueno, todavía no se ha resuelto y estamos rondando expectativas para ajustar las necesidades del Ineed, porque sabemos que nuestra actividad es muy importante para el país”, declaró Mazzei a esta revista. “Hemos tenido una entrevista con el ministro de Economía que ha sido muy interesante, nos ha recibido muy bien, ha valorado mucho nuestro trabajo. Lo mismo ha sucedido en las comisiones de Diputados en las que hemos participado. En general, ha habido un gran reconocimiento para el Ineed”, concluyó.