Las actuaciones internas de la fuerza se conocieron ahora a raíz de un allanamiento que el juzgado dispuso el 19 de junio. El procedimiento incluyó el secuestro del arma utilizada con la que el cabo imputado le disparó a Grillo en la cabeza, diez cartuchos idénticos a los utilizados y la información administrativa elaborada con posterioridad a los hechos. Con el uso de la misma pistola lanzagases se hará una reconstrucción de los hechos, que aún no tiene fecha fijada. Será un peritaje a cargo de la División Balística de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. La querella tendrá su perito. Todo indica que Servini recién se avanzaría con llamados a indagatoria con ese material.
El análisis que hizo el colectivo Mapa de la Policía, con una gran recolección de imágenes de medios de comunicación y personas que fueron aportando las suyas, muestra que Guerrero disparó en forma horizontal, es decir, antirreglamentaria, a las 17.18 horas. Esa es la manera en que las armas menos letales, disparadas al cuerpo, pueden matar. En el caso de Pablo Grillo, el disparo del cartucho de gas lacrimógeno fue a la cabeza y a una alta velocidad. Algunos drones de televisión --como el de TN y el de A24-- aportaron imágenes fundamentales para visualizar lo ocurrido. Servini, todo indica, quiere un peritaje adicional, oficial.