Por Darío Demarco
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La cantidad de aspirantes sorprendió porque los responsables de la empresa Uber habían anunciado que esperaban que los inscriptos superaran los 8.500.


El registro de aspirantes, que luego serían sometidos a un sorteo, pretendía elegir aproximadamente 1.000 puestos que faltaban para cubrir el total de 4.000 permisos que la IMM adjudicaría para este tipo de modalidad.
La responsable de comunicaciones de Uber para Argentina, Uruguay y Paraguay, Johanna Picciano, cuestionó desde Buenos Aires, donde reside, la metodología implementada por la Intendencia, los requisitos requeridos, los tiempos entre la convocatoria y el vencimiento del mencionado llamado, el número de permisos a adjudicar y la pertinencia de las reglamentaciones que Uruguay ha implementado, las que, según dice Uber, no se ajustan al modelo de negocios de la compañía.
En verdad, Uruguay es pionero en regular el negocio de este tipo de transporte urbano, en la medida que establece que los conductores de los vehículos posean permiso de conducir profesional, seguro de accidentes , conduzcan un vehículo de su propiedad o sean familiares directos del permisionario, paguen los impuestos correspondientes y tengan el permiso para prestar el servicio.
Juan Salgado, presidente de la Cámara de Transporte, quien desde hace más de un año reclama la regulación de este sistema, al que calificó como pirata, fue consultado por Caras y Caretas luego de cerrarse este llamado.
¿Se había previsto el reducido número de aspirantes?
Sí, lo habíamos previsto. No se sabe de dónde salió el estimado que hizo Uber de 8.500 aspirantes, porque nunca hubo tal cantidad de vehículos prestando este servicio. Por otra parte -dice Salgado- la obligatoriedad de la libreta profesional y la restricción que significa que no se permita la subcontratación de conductores ni el trabajo en negro hace que resulte cuestionado el modelo de negocios de una empresa pirata que empleaba gente necesitada prescindiendo de las normas laborales, no pagaba los impuestos que deben pagar los medios de transporte que están en competencia y no cumplía con las normas de seguridad mínimas que ahora pasan a exigirse.
Ha habido algunos referentes que han defendido este tipo de negocio, sosteniendo que los medios de transporte sujetos a aplicaciones se han impuesto en muchos países y que no hay cómo oponerse a estas modalidades que ya son parte de la llamada economía digital.
Tal vez no toman en cuenta que aquí en Uruguay hay que cumplir las normas laborales, hay que inscribir a los trabajadores en BPS, hay un gobierno departamental que debe hacer cumplir requisitos de calidad y de seguridad para un mejor servicio de los pasajeros, hay que pagar los impuestos correspondientes, como deben pagar los taxis y remises, que son la competencia, y hay que gestionar y obtener los permisos correspondientes.
Si todos estos criterios se cumplen, bienvenida la competencia, porque ello redundará en beneficio de los usuarios.
¿Usted ha encontrado receptividad en los organismos públicos para asumir esta realidad tan compleja que ha puesto en jaque en muchos países al transporte de pasajeros de los sistemas tradicionales?
No ha sido fácil porque es algo nuevo que, como en muchos otros países, encontró un terreno relativamente fértil e instituciones que debieron adaptarse, evaluando ventajas e inconvenientes. Sin embargo, respetando los derechos establecidos por la ley, como la libertad de comercio, la Intendencia de Montevideo, la Junta Departamental y el Ministerio de Economía han encontrado la forma de darle un espacio a esta modalidad, respetando también los derechos y la igualdad de oportunidades con la competencia. Me gustaría destacar que Pablo Inthamoussu, el director de Transporte de la Intendencia de Montevideo, se ha puesto la mochila al hombro y ha contribuido eficazmente a resolver este difícil problema que hace un par de años desorientaba mucho.
¿Estarán los taxis en condiciones de competir con las aplicaciones?
Creo que sí. Hay que competir como siempre, con calidad y precio. La flota de autos con taxímetros hoy está conformada por vehículos modernos y cómodos. Tal vez la mampara sea un artefacto muy incómodo para el pasajero, ya que no ha demostrado que detenga el delito ni aporte nada a la seguridad de los conductores. La mayoría de los propietarios de taxímetros aspiran a retirar la mampara. Tal vez, si remiseros y taximetristas se pusieran de acuerdo y el número 141 fuera utilizado por ambos, el pasajero podría elegir solicitar un vehículo con o sin mampara.
De esta manera se sabría en pocos meses qué prefieren los pasajeros y en aquellos taxímetros que sólo sean manejados por los propietarios podrían comenzar a retirarse las mamparas.
Usted, como presidente de Cutcsa, ¿también considera que con calidad y precio mejorará la evaluación que los pasajeros hacen del servicio de transporte colectivo?
Sin duda ha mejorado la calificación que los pasajeros hacen de los servicios de Cutcsa. La flota de ómnibus en Montevideo es la más moderna de la historia. Hubo momentos en que había vehículos con 40 años de uso y ahora el promedio son siete años. Hoy todas las unidades son modernas, están limpias, cumplen un horario preestablecido y poseen wifi.
En estos meses llegarán más de 140 nuevos ómnibus que tendrán aire acondicionado, mejor trato con el medio ambiente por la utilización de una mezcla de combustible mucho más ecológica, serán completamente accesibles con un piso más bajo y sin escalones, tendrán puertos USB y también wifi. Una docena de vehículos serán eléctricos. Los nuevos ómnibus se irán incorporando rápidamente y los pasajeros notarán la diferencia.
Y en el precio?
Será el segundo año consecutivo en que no habrá aumento en todo el año. El pasajero que usa el transporte colectivo habitualmente, si saca una boletera con 40 boletos con tarjeta STM y lo abona con tarjeta de débito, pagará 28 pesos por boleto, igual a marzo de 2016.
Esto demuestra que la incorporación de la tecnología y la ampliación de las bocas de expendio de boletos, que tanto habíamos reclamado, ha redundado en un beneficio para la empresa, pero sobre todo para los usuarios de transporte público.