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Según informaron desde Fiscalía General de la Nación, el fiscal dispuso como medida cautelar que los imputados cumplan prisión preventiva por 180 días, mientras continúa la investigación.
Nicolás Guerra fue denunciado como desaparecido el viernes por la noche. Ese día salió de su trabajo en un taller mecánico propiedad de su padre, rumbo a la casa de un amigo y con la promesa de volver con su familia minutos después. Sin embargo, nunca regresó.
Al no poder establecer contacto con él, la familia denunció el hecho. El automóvil de Guerra contaba con el sistema de localización GPS, por lo que a través de una aplicación se dio con el paradero del coche.
En ese lugar, la Policía detuvo a dos personas que ocupaban el vehículo. En tanto, otros dos sujetos lograron escapar.
Entre los detenidos estaba el hombre que Guerra había ido a visitar antes de desaparecer. Cuando la Policía allanó la casa de esta persona, encontró el cadáver de Nicolás.
A través del sistema GPS se pudo comprobar que el automóvil de Guerra estuvo detenido en dicha finca. La hipótesis de la Fiscalía es que el móvil del asesinato fue el robo del coche. En las pericias a los celulares de los victimarios se constató que mantuvieron conversaciones para vender el auto, incluso antes de que Nicolás llegara a la casa de su “amigo”.
Por otra parte, la Fiscalía detuvo e investigó al padre de esta persona, quien llamó a la Policía alertando del cadáver, ya que la versión que el hombre contó cuando llamó al servicio 911 presentaba algunas inconsistencias con la escena del crimen.
Sin embargo, el hombre, que estaba detenido, fue liberado por el fiscal de homicidios Carlos Negro.