La historia natural del país tiene el sitio que se merecía

En efecto, ese día se produjo la inauguración de la nueva sede del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN), instancia en que la ministra de Educación, María Julia Muñoz, destacó el compromiso de los científicos uruguayos y su rol en la sociedad. Muñoz pidió disculpas a los científicos porque hace 18 años, junto a Mariano Arana, entonces intendente de Montevideo, se iniciaron las obras de recuperación del Teatro Solís, lo cual implicó que el museo y sus trabajadores “se quedaran sin casa”, ya que debieron ser trasladados. “El ministerio, en esa época, no tuvo la visión de tener espacios grandes donde pudieran desarrollarse, pero la vida nos otorgó a ambos la posibilidad de disculparnos y de subsanar las omisiones cometidas”, señaló. “Este museo, a pesar de haber permanecido en un lugar inhóspito, desagradable y a puertas cerradas, cultivó una cantidad de asociaciones científicas, trabajos y publicaciones internacionales”, citó la ministra, quien destacó lo que ese aporte significa para la ciencia. Muñoz presidió el acto de inauguración de la nueva sede -ubicada en el predio de la excárcel de Miguelete, en Montevideo-, el cual además celebró que el pasado miércoles 18 se cumplieron 180 años de los museos en Uruguay. En la misma ceremonia, la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación designó monumento histórico al predio de la excárcel de Miguelete, donde ahora funciona el MNHN y también se ubica el Espacio de Arte Contemporáneo (EAC). Además de Muñoz, el acto contó con la participación del ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, del director Nacional de Cultura, Sergio Mautone, y del director del MNHN, Javier González. Rossi repasó el legado del edificio, que fue declarado monumento histórico. También puso énfasis en el simbolismo de este lugar, por su historia, las experiencias de vida que quedaron impregnadas en los muros y paredes de la excárcel, una de las principales del país. “Cuántas historias, vivencias y sentimientos habrá de las 350 celdas originales”, repasó el ministro. “Desde el punto de vista social, es una referencia que merecía ser preservada y proyectada con su memoria hacia el futuro”, afirmó Rossi, quien definió esta instancia como “un momento importante para la historia del país” y para ambos ministerios por lo que significó el esfuerzo de recuperación. Rossi destacó, además, la labor de los profesionales y trabajadores que se desempeñaron en el proyecto. En tanto, González, director de la institución, expresó por su lado que con esta inauguración “damos comienzo a uno de los cometidos del museo, que por distintas razones en los últimos 20 años no hemos podido cumplir, que es el contacto directo con el público con una exposición y hoy nos toca a nosotros decir que esto es una realidad”.   Objetivo cumplido Mientras, Mautone dijo a Caras y Caretas que esta inauguración “es sumamente importante”, ya que “nos permitió la reapertura del área expositiva del MNHN, lo cual era uno de los objetivos que nos habíamos fijado en el marco del plan de fortalecimiento de los museos”. Tras recordar que este museo había sido desalojado del ala oeste del Teatro Solís hace ya 18 años, Mautone dijo que si bien se habían continuado las tareas de preservación, investigación y publicación, “se había discontinuado el diálogo con el público, que es uno de los objetivos centrales de los museos, que buscan establecer puentes con la ciudadanía”. “Para nosotros ha sido una gran satisfacción, además de considerarlo un hito muy importante porque hace 180 años este fue el primer museo del país. La fecha en que este museo abre sus puertas por primera vez fue el 18 de julio de 1838 y queríamos homenajear ese hito con un nuevo local, cosa que pudimos lograr gracias a una conjunción de variables impulsadas por una firme voluntad política de caminar en este sentido”, agregó. Consultado sobre el significado de este museo en particular, el jerarca respondió que se trata “de la puesta en valor del relato de nuestra convivencia con nuestra historia ambiental, con nuestra historia natural y, sobre todo, en momentos en los que es tan importante la protección y el cuidado del medioambiente”. “Además, nos da la posibilidad de reconstruir nuestra historia a partir de una fecha arbitraria en el tiempo porque el relato empieza hace 70 millones de años, cuando en nuestro país todavía habitaban los dinosaurios. Esto nos permite entendernos en una perspectiva mayor como nación porque en un país como el nuestro las cosas tienden a empezar a partir de que uno llega. Creo que esto es una enorme contribución para ensanchar una lectura sobre nosotros mismos”, remarcó. Mautone dijo luego que hay que tomar en cuenta que este museo se emplaza ahora en un edificio que en el pasado fue una cárcel, “lo que ya en sí mismo significa un valor simbólico de reconversión, pero por otro lado está instalado allí desde hace nueve años el Espacio de Arte Contemporáneo, y el hecho de que ahora esté instalado el Museo de Historia Natural establece un ámbito muy fermental para el desarrollo de conocimiento, desde una perspectiva científica y desde una perspectiva artística”. “Esto apunta no sólo a la interrelación, sino a la fusión, a la creación de un conocimiento mucho más integral. Es una apuesta a que la convivencia de saberes ayude al desarrollo y a que los científicos vinculados a lo artístico sean mejores científicos y a que los artistas, vinculados a lo científico, sean mejores artistas. Porque en nuestro desarrollo como seres humanos, estas actividades, lejos de cercenarnos, nos potencian”, añadió. Respecto a la relación del museo con estudiantes secundarios y escolares, Mautone precisó que a pesar de haber estado circunscripto a una casona en Ciudad Vieja hasta ahora, ya recibía contingentes -aunque limitados- de escolares y liceales ávidos de conocerlo. Naturalmente que a partir de esta nueva oferta las visitas se van a incrementar de manera exponencial porque, además, se inscriben dentro de los distintos programas pedagógicos que el ministerio desarrolla a través de su plataforma de museos”. “Hay que tener en cuenta que de la Dirección Nacional de Cultura dependen los museos de arte -que son cinco-, el Museo Histórico Nacional -que son ocho casas-, más los museos científicos -el Antropológico y el de Historia Natural-. A estos se suman otros museos de presencia territorial, como el Museo del Títere y el García Urriburu -ambos en Maldonado- más el Museo Maeso en Villa Soriano”, detalló. Mautone dijo que en todos ellos “hay una larga experiencia en programas pedagógicos que acercan a los distintos públicos a través de diferentes actividades”.