por Alberto Grille
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ASOCIARME“Desde que hemos enarbolado el estandarte de la libertad, sólo nos queda destrozar tiranos o ser infelices para siempre”
Caras y Caretas Diario
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En el día de ayer, al comenzar la veda electoral, un discurso de tono marcial y autoritario del Gral (R) Guido Manini Ríos y un comunicado difundido por el Centro Militar, convocaron a votar contra el Frente Amplio y a extirpar el marxismo de la sociedad.
Ambos mensajes son probablemente ilegales y violatorios de las normas electorales, aunque tal vez, alguien pueda demostrar que se emitieron o publicaron unos minutos o una horas antes de las doce de la noche del jueves.
Eso no debería sorprendernos en boca de jerarcas militares que más de una vez han actuado al límite o más afuera que dentro de la ley.
Las mentiras, inexactitudes, el tono intolerante y amenazante y la oportunidad de semejantes llamamientos al linchamiento de los frenteamplistas, obviamente preocupa y mucho y más todavía, el hecho de que tal llamamiento convoca a los que tienen el monopolio de las armas y de la fuerza, a una suerte de ajusticiamiento por ahora electoral.
Semejantes pronunciamientos se hacen además aprovechando la tolerancia de sus aliados electorales, blancos (herreristas y larrañaguistas), colorados ( sanguinettistas y neoliberales), de “la Gente” e “independientes” de Mieres y Sotelo, que se han llamado a silencio, algunos porque son proclives a las ideas de éstos militares mussolinistas, falangistas, fascistoides y proyankis y otros porque procuran conservar, al menos durante unos meses, ésta alianza electoral que está destinada al fracaso.
El tono y la oportunidad de semejante asonada, está dictada por la creencia de que Lacalle Pou y el herrerismo ganarán el balotaje del próximo domingo y volverán los tiempos del gobierno herrerista de Lacalle Herrera , su padre, en que la secta militar de los “Tenientes de Artigas “ que integraba el general herrerista de la dictadura Oscar Aguerrondo, que integraría Manini Ríos y que integra Carlos Silva, Presidente del Centro Militar y muchos de los integrantes y candidatos de Cabildo Abierto, hacían explotar una bomba en el estudio jurídico de Julio María Sanguinetti, protegían las visitas clandestinas al Uruguay del dictador chileno Augusto Pinochet, secuestraban y asesinaban al químico chileno Berríos y lo enterraban en la arena de las playas de Canelones .
Creen que ha llegado la hora de la revancha como los demás integrantes de la “coalición multicolor” creen que ha llegado la hora de la “restauración” y de abatir todas las conquistas sociales que los gobiernos frenteamplistas han conquistado para todos los uruguayos , ero particularmenmte para los más humildes, los más desprotegidos, más discriminados, los más pobres, los viejos, las mujeres, los jóvenes y los niños.
Los propios militares en todos sus estamentos, pero sobre todo en sus grados más bajos, han visto crecer en estos quince años, como nunca, sus derechos, sus salarios y su dignidad profesional y ningún caudillo de cartón ni ninguna secta antidemocrática tienen derecho a atribuirse para su lucro personal y su beneficio político, tales conquistas que son derechos.
La ciudadanía votará mañana domingo según sus convicciones, pero no debe olvidar que de la manos de éstos personajes que decían querer terminar con la corrupción y el marxismo y con la complicidad de políticos civiles blancos y colorados, vivimos una docena de años en una dictadura feroz, con miles de presos y torturados, con decenas de miles de proscritos, destituidos y exiliados, con muertos, desaparecidos y asesinados en un país en que de verdad se vivía con terrible miedo.
La Patria que invocan estos fachos proyankis es la de los terratenientes jupistas como Manini, de los torturadores que lo acompañan, la de los millonarios con fortunas en los paraísos fiscales, la de “los malos patriotas y la de los peores americanos”
La patria verdadera es la de Artigas, la de los más humildes, la de los desposeídos, de los peones y las empleadas domésticas, de los profesores, de los médicos e ingenieros, de los artistas y los maestros.
La patria es de todos, pero especialmente de los discriminados y los trabajadores pobres, con los cuáles tenemos todavía una inmensa deuda social.
La patria, la de Artigas y no la de Manini, la de los más humildes de uniforme o de paisano es la que aún tenemos que hallar y la que encontraremos en la escuela pública y no en el British, la de moña y túnica blanca, la de la maestra con polvo de tiza entre las uñas.