Después del 27 de marzo, algunas cosas han cambiado dentro de la interna del Partido Nacional (PN), sobre todo porque se comienzan a observar sus primeras divisiones, con una bancada en Diputados dividida.
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El politólogo e integrante del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) Pablo Álvarez dijo a Caras y Caretas que actualmente la “confrontación interna” dentro del PN tiene que ver con el posicionamiento del presidente Luis Lacalle Pou.
“Hoy claramente la confrontación interna tiene que ver con el posicionamiento del presidente, ya que es el líder de la facción principal además de la facción de gobierno”, dijo a esta revista.
Asimismo, afirmó que otro punto de fricción dentro de la interna blanca es la situación del wilsonismo, que se quedó sin su último referente que era Jorge Larrañaga.
“Creo que el principal problema que se suscita en la interna tiene que ver con cómo se posicionan con respecto a las principales políticas de gobierno y cómo se recomponen fundamentalmente los sectores que no están alineados en torno a la figura del presidente y del grupo del mandatario. Por el momento no se han visto grandes divergencias en el diseño y ejecución de políticas entre los grupos internos del PN. A medida que nos acerquemos a las elecciones, sin dudas van a empezar a emerger conflictos que hasta ahora estaban atenuados debido a la necesidad de diferenciación electoral”, agregó el politólogo.
Según El País, desde principios de abril, “se terminó la paz en el Partido Nacional”, ya que los blancos “volvieron a sus rencillas internas”. En la nota se señala que hay diferencias entre los blancos en 10 departamentos y que el resumen de esas tensiones se puede observar en la división de la bancada blanca en la Cámara de Representantes.
En otras palabras, la bancada de diputados del Partido Nacional tiene dos coordinaciones. En una se organiza el sector Todos, con Aire Fresco, la lista 40 y el herrerismo como integrantes, y la otra compuesta por Alianza Nacional, Por la Patria y blancos independientes.
Álvarez alertó que el wilsonismo se quedó sin un líder “claro” con el fallecimiento de Jorge Larrañaga, lo que implica una competencia desigual frente al sector del presidente.
“El ala wilsonista no tiene un representante muy claro, ha perdido capacidad de iniciativa y cómo decían, la diferenciación programática va a ir hacia un área que rescate esa función. No sé si serán las mismas condiciones porque habrá que ver quiénes son los actores que lo pueden representar, conducir y fortalecer, pero es claro qué hay una competencia bastante desequilibrada la que pueda desarrollarse en el Partido Nacional. Por eso mismo, lo que comienza a surgir son voces detrás de posibles candidaturas”, agregó.
¿Cómo definiría la interna del PN?
La interna del PN ha tenido un giro sobre todo durante la preparación del proceso para las elecciones de 2019, que intentaron minimizar el impulso y el alcance de la lucha interna que siempre ha sido fundamental en la vida de PN, con internas extremadamente álgidas. La interna del Partido Nacional a veces ha tenido bloques que se unifican y expresan ideológicamente y a veces por coyuntura y arreglo por la distribución de poder.
Hoy claramente la confrontación interna tiene que ver con el posicionamiento del presidente, ya que es el líder de la facción principal además de la facción de gobierno. También está la situación de que el resto de los grupos, principalmente el wilsonismo, se quedó sin su último referente que era Jorge Larrañaga por lo que la recomposición de ese sector wilsonista está por verse. Además, no hay que perder de vista que dentro del PN tiene un peso importante el papel que ocupan los intendentes, que generalmente tienen un rol muy determinante en la distribución interna y en la acción política de gobierno.
¿Cuál es el principal problema que se suscita en la interna?
Creo que el principal problema que se suscita en la interna tiene que ver con cómo se posicionan con respecto a las principales políticas de gobierno y cómo se recomponen fundamentalmente los sectores que no están alineados en torno a la figura del presidente y del grupo del presidente. Por el momento no se han visto grandes divergencias en el diseño y ejecución de políticas entre los grupos internos del PN. A medida que nos acerquemos a las elecciones, sin dudas van a empezar a emerger conflictos que hasta ahora estaban atenuados debido a la necesidad de diferenciación electoral.
Algo de esto ya se vio en la partición que tuvo la bancada del Partido Nacional producto de algunas diferencias que tuvo con respecto a la coordinación. Esto habla de alguna manera que existen diferentes grupos aunque no sean hoy fácilmente identificados en posicionamiento político. Ese mar de fondo está presente y de a poco va a ir adquiriendo densidad programática.
¿El wilsonismo se quedó sin un líder?
Sí, yo creo que el ala wilsonista no tiene un representante muy claro, ha perdido capacidad de iniciativa y, como decían, la diferenciación programática va a ir hacia un área que rescate esa función. No sé si serán las mismas condiciones porque habrá que ver quiénes son los actores que lo pueden representar, conducir y fortalecer, pero es claro que hay una competencia bastante desequilibrada la que pueda desarrollarse en el Partido Nacional. Por eso mismo, lo que comienza a surgir son voces detrás de posibles candidaturas. Sin duda en las últimas semanas surgió la figura de Delgado como la principal figura de continuidad y claramente es una figura que puede separarse un poco de Lacalle Pou. Son socios y es el principal actor político del entorno del presidente por lo tanto es sin duda es un actor de peso.
¿Qué piensa sobre la posibilidad de que Lacalle pueda volver a ser electo?
Con respecto a la reelección, en general, en Uruguay, no hay una postura reeleccionista. Cuando surge una voz reeleccionista,busca potenciar una posición de satisfacción con la presidencia de la República. Son voces profundamente oportunistas que pretenden por un lado vestirse con la piel de éxito de un presidente que asumen que lo está haciendo bien y además están intentando empujar la figura presidencial que, como en todo ciclo de gobierno, empieza a perder peso. La curva de poder del presidente es bastante notoria en nuestro país y a medida qué pasa el tiempo, el presidente va perdiendo peso porque no es un actor que pueda estar en el próximo ciclo. Entonces se está pensando en un posible retorno en el 29. Todo aquel que diga que no está pensando en el 24 miente y los principales actores de nuestro país que digan que no piensan en el 29, también lo hacen.
Gandini: «Reelección de Lacalle no está en la interna del PN»
El senador por el Partido Nacional, Jorge Gandini, dijo a Caras y Caretas, que el tema de la reelección, un asunto que se puso en boga en las últimas semanas en la prensa, no se está manejando en la interna de su fuerza política. Incluso fue categórico cuando dijo que no está de acuerdo con la idea y remarcó que los blancos “no son reeleccionistas”.
“No tengo ningún reparo en decir que este tema no está en la interna del partido, no estoy de acuerdo y no somos reeleccionistas”, afirmó Gandini a esta revista.
El 19 de abril, Lacalle Pou dijo que está de acuerdo con la reelección, pero consideró que debe aplicarse dentro de dos elecciones para evitar que la medida tenga “nombre y apellido”.
El tema surgió en una carta publicada en el diario El País. Firmada con un seudónimo, el autor se preguntó si no es el momento de “creer que Uruguay merece otro período de gobierno de una figura pública indiscutible”.
Según la Constitución, en Uruguay no existe la reelección inmediata, pero un presidente puede volver a competir pasado un periodo de gobierno (cinco años).
Por su parte, Gandini consideró que dentro del Partido Nacional se necesita un ala wilsonista más fuerte, que compita con la que encabeza el presidente, repitiendo una vez más que frente a las elecciones del 2024, la candidatura del sector Todos no será la de Lacalle Pou.
“El Partido Nacional necesita dos corrientes fuertes y competitivas y cuanto más sean, mejor ha votado, el Partido necesita recomponer una de sus alas, hay una que es mayoritaria y consistente, sólida, que seguramente procesará en su momento su candidatura, que no será la de Lacalle Pou por más que mantenga liderazgo”, agregó.
Sectores del PN miden fuerzas en octubre
La Juventud del Partido Nacional elegirá a sus convencionales el 1º de octubre, informó El País, quien destacó que será una especie de “precalentamiento” para que los sectores midan sus fuerzas antes de las internas de 2024.
El objetivo de los jóvenes blancos para la elección de octubre es obtener más votos que en la última convocatoria.
En la elección pueden votar jóvenes de entre 14 y 29 años inclusive, y no necesitan estar afiliados al Partido Nacional para sufragar. Sí es un requisito afiliarse en caso de que quieran presentarse como candidatos.