Por Georgina Mayo
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El Impuesto de Primaria recauda unos 80 millones de dólares al año y se utiliza desde 1986 para alimentación, emergencias médicas, mantenimiento y limpieza y salidas didácticas y campamentos. Hasta ahora no se utilizaba para solventar salarios de trabajadores de la educación. Sin embargo, en la Rendición de Cuentas de 2021, se aprobó un artículo (272) que indica que se podrán traspasar rubros de ese impuesto para gastos del rubro 0 del sector de la educación.
El consejero Julián Mazzoni, quien representa a la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria, dijo a Caras y Caretas que para la presente Rendición de Cuentas -que en las últimas horas comenzó su discusión- “propusimos derogar este artículo porque no corresponde que ese impuesto que tiene otro destino se utilice para solventar salarios de trabajadores”.
La Ley 19.996 de Rendición de Cuentas y balance de ejecución presupuestal Ejercicio 2020 aprobó el artículo mencionado con el siguiente texto: “El producido del impuesto de primaria se destinará a financiar los créditos presupuestales de gastos e inversiones de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria así como los gastos asociados a la alimentación de los alumnos que asisten a modalidades educativas de jornada ampliada de la Dirección General de Educación Técnico Profesional y de la Dirección General de Educación Secundaria”.
Mazzoni se refirió al presupuesto de la educación y precisó que este miércoles en la reunión mantenida con las autoridades se aprobó solicitar una partida de 49 millones de dólares además de que el Ministerio de Economía aportará otro refuerzo de 22 millones de dólares a distribuir en los años 2022 y 2023. El consejero representante de Fenapes se refirió al recorte presupuestal que viene sufriendo la educación desde 2020 que ubica en unos 90 millones de dólares. Mazzoni dijo que las consecuencias se visualizan en las realidades de distintos centros de estudio. Y sobre la cifra que trascendió días pasados sobre la cantidad de alumnos de enseñanza secundaria que van a clase sin alimentarse, Mazzoni respondió que “la cifra de los estudiantes en condiciones de vulnerabilidad alimentaria es mayor que la que trascendió” días pasados.
Mazzoni indicó a Caras y Caretas que “no lo puedo cuantificar, pero recorrí muchas instituciones educativas en distintos puntos del territorio y la cantidad de estudiantes en condiciones vulnerables es muy superior a lo que trascendió”. Por eso -advirtió- la Dirección de Secundaria reconoció que este problema existe y mientras negaba decidieron distribuir un fondo de 20 millones de pesos para atender esas situaciones”.
“La realidad está rompiendo los ojos -siguió Mazzoni-, pero en el Codicen que integro no tenemos una cuantificación concreta”.
Mazzoni recorrió en los últimos días la ciudad de Fray Bentos y sostuvo que “hay situaciones de problemas de alimentación serios y, para no incurrir en eufemismos, hay situaciones de hambre concretamente y situaciones de problemas de abrigo y calzado que profesores constatan y que con su propio esfuerzo apoyan a esos estudiantes”. Agregó que “no hay forma de educar si no se resuelven esas situaciones”.