Así, en “plata cubana”, con expresiones muy características de la isla, con la pasión y el desbordamiento que los caracteriza, este cubano muestra las razones y las verdades de los que buscan desestabilizar al gobierno revolucionario.
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Si es cuestión de ayudar exige que eliminen el bloqueo del que están en contra 183 naciones.
“El pueblo cubano, una parte, se está dejando llevar por los cobardes que están afuera y que están lucrando con lo que pasa. Es mentira, no quieren que en Cuba cambie nada, si hubieran querido que cambiara quitarían el bloqueo”. Y añade, “prefiero ver a mi pueblo virado al revés por ambiciones y no por la necesidad que le ha creado el país más poderoso del mundo”.
“No defiendo al gobierno cubano, siempre he dicho que el gobierno cubano tiene la moral suficiente para defenderse solo.”
La consecuencia más dolorosa en estos días turbulentos, es ver el enfrentamiento, la incitación al odio, las peticiones de una intervención militar en la isla por parte de cubanos radicados en otras partes del mundo, en especial desde Miami.
Hermanos, amigos, vecinos de aquí y de allá se ven envueltos en agresiones, y no solo en las manifestaciones ocurridas el domingo que agruparon a una parte de la población asfixiada por la necesidad, a otra manipulada por opositores y a otra peor aún motivada por el dinero y la violencia. Tiene que ver más con los ataques en redes sociales y las amenazas de muerte entre cubanos de “distintos bandos”.
En este sentido reflexiona, “ahí están nuestro hermanos “fajados” unos con otros y está la policía organizando… Me da tremendo sentimiento ver a los cubanos alegrándose de ver a sus hermanos en la calle luchando por algo que sabemos que es por culpa del maldito bloqueo.”
Las revueltas han pasado, en estos momentos la justicia del país se encarga de los que cometieron actos vandálicos, robaron, saquearon, destruyeron propiedades estatales, porque ese es el papel de la policía en cualquier lugar del mundo.
Resulta difícil explicar que en un país con tanta obra amorosa hacia dentro y hacia afuera de sus fronteras, calaran las campañas comunicacionales de incitación al odio que tienen como principales promotores al gobierno de Estados Unidos, a los grupos extremistas apátridas radicados en ese país y a sus cómplices o mercenarios internos.
Que cubanos como el de este video sigan teniendo el valor para desenmascarar las verdaderas intenciones detrás de toda esta campaña.