El ex director de Evaluación y Monitoreo del Mides y sociólogo, Juan Pablo Labat, cuestionó el relato de las actuales autoridades del Ministerio de Desarrollo (Mides), que esta semana se hicieron presente en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda del Senado para debatir sobre el contenido del Presupuesto Nacional, donde se volvieron a tocar temas como la pobreza, la situación de calle, las transferencias monetarias y todas aquellas políticas sociales que apuntan al bienestar de la ciudadanía.
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Tras esta instancia parlamentaria, el actual subsecretario del Mides, Armando Castaingdebat, fue entrevistado en El Espectador, donde reconoció que el objetivo de «cero persona en situación de calle», planteado por el gobierno, «es imposible» de concretar en los plazos prometidos, argumentando que la pandemia modificó algunas prioridades del gobierno, aunque «los objetivos son los mismos. También cuestionó algunos aspectos de gestión en políticas sociales del gobierno anterior y dijo que el Mides con su «nuevo modelo» hizo en 9 meses más de lo que se hizo en 15 años, logrando revertir el relato que instaló la idea de «desmantelamiento».
Tales declaraciones fueron analizadas por Labat quien, en diálogo con Caras y Caretas Portal, dijo que el relato de Castaingdebat en la mencionada entrevista radial fue como «si estuviera mirando una pared blanca y dijera que es de muchos colores». «El discurso del subsecretario es contradecible por los propios hechos. Está claro que asistimos a un recorte de las políticas sociales en un sentido amplio, no solo cuando se observan ajustes en todas las sectoriales que involucran el bienestar, sino también en políticas concretas del Mides: recortes en transferencias monetarias, capacidades técnicas que se han disminuido, cese de contratos, postergación de programas de referencia, como Uruguay Trabaja». Para Labat es «de locos» declarar lo contrario cuando «hay programas que efectivamente desaparecieron y otros están en camino de ajuste».
El sociólogo subrayó que estamos experimentando «un ajuste, un tarifazo», a lo que se le debe sumar la promesa de achique de salarios y pasividades que se va a concretar a partir del año que viene. Para Labat, los planes del gobierno no cambiaron con la pandemia, sino que siempre fueron los mismos. «Ante la crisis mundial se invirtió el curso de la expansión del Estado en todo el mundo, mientras que en Uruguay se vienen reduciendo y desmantelando parte de los sistemas que producían apoyo y bienestar».
Las transferencias monetarias fue otro de los temas recurrentes en el Parlamento. El actual equipo de gestión señaló que estas políticas conforman más de la mitad del presupuesto de la cartera y que lo que debe hacer el ministerio es «ayudar a la gente a subir un escalón y no invertir en programas que no sacan a la gente de la pobreza». Para Labat, este planteo responde a «un mundo imaginario» sobre políticas sociales en el cual existen otras formas de intervención social que producirían la superación de la pobreza y la autonomía del Estado, pero nunca se aclara cuales son.
«Las otras alternativas parecen no ser trabajo estable, vivienda, sistema de cuidados, salud y protección social. No quieren dar transferencias porque no contribuyen a la salida de la pobreza, pero no parecen tener propuestas concretas. Todo el discurso del gobierno sobre políticas sociales y pobreza es un discurso de entretenimieto», agregó.
Por otro lado, Labat también cuestionó los dichos del jerarca del Mides que señaló que el país debía resolver la informalidad porque, de lo contrario, «no hay seguridad social que aguante». Estas expresiones, opinó el sociólogo, demuestran «debilidad conceptual y falta de horizonte. «Insinuar que la informalidad esquiva la seguridad social por una estrategia personal o moral, es desconocer que esa informalidad es una de las dimensiones de la pobreza y que no depende de las personas. Superarla implicaría un nivel de desarrollo del país diferente. El subsecretario no tiene la menor idea de cuales son los problemas de desarrollo de los países de tercer mundo».
«El gobierno se mostró sorprendido de las cifras de informalidad, que son de las mejores en países de América Latina, e incluso menores a épocas anteriores en las que ellos fueron gobierno. Se ha experimentado una caída sustantiva de la informalidad en los últimos 15 años, tendencia que es absolutamente ignorada porque no comprenden el alcance del asunto», agregó remarcando que el discurso que manejan está más centrado en la seguridad social y no en el derecho de los trabajadores.
Con respecto al planteo de las nuevas autoridades de pasar de presupuestos estimativos a partidas fijas para las transferencias, Labat explicó que las transferencias a las personas pobres tienen que poder variar dependiendo del grado de pobreza y que por tal motivo son estimativas. «Son políticas que atienden un problema móvil, que no es constante en la misma magnitud. En tal sentido, plantear como elemento de superación ese pasaje, es un signo de ignorancia respecto al problema o una manifestación clara de que los únicos objetivos en política que tiene el gobierno son presupuestarios. El problema de fondo no les importa demasiado, les importa más restringir el gasto sin tener el beneficio social como horizonte».