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cotidiano y peligroso

El mercurio fuera de control es peor que Terminator

¿Cuáles son los riesgos del mercurio fuera de control? ¿Qué dicen los especialistas sobre la intoxicación con mercurio? ¿Cuáles son sus recomendaciones?

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Los amantes de la saga Terminator recuerdan con fascinación y odio al inexpresivo T-1000, aquel androide llegado del futuro, que adoptaba cualquier forma en su afán de eliminar a John Connor: una auténtica máquina asesina que era doblemente temible, porque estaba hecha de mercurio, un metal pesado que no necesita un arma para matar.

Justo este 23 de febrero se celebra el Día del Compromiso Internacional del Control del Mercurio, fecha creada para dar a conocer las consecuencias negativas del comercio irresponsable de esta sustancia, altamente tóxica y presente en muchos objetos de uso cotidiano, que a veces se usan sin conocimiento de causa.

Por ejemplo, el mercurio se utiliza para la fabricación de bombillas, lámparas fluorescentes, termómetros tradicionales, interruptores automotrices, amalgamas para empastes, pilas y baterías, e incluso en cosméticos para aclarar la piel, muchas veces vendidos sin advertencia ni escrúpulo, pese a su prohibición en muchos países.

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Los riesgos

A pesar de las campañas, el mercurio aún ocasiona graves daños en los ecosistemas, pues envenena el aire y el agua, una situación agravada por la quema constante de madera, carbón, combustible y petróleo: las partículas de mercurio permanecen en el ambiente y se expanden por la atmósfera, precipitándose luego en forma de lluvia o polvo.

El asunto es que la intoxicación por mercurio afecta al sistema nervioso, reproductivo y digestivo de los seres vivos, amén de dañar la flora y fauna del planeta. En los humanos los síntomas varían en dependencia del tipo de exposición y la cantidad de mercurio ingerida, inhalada o absorbida por la piel, aunque los más comunes son:

Problemas neurológicos: temblores, insomnio, cambios de humor, irritabilidad, depresión, ansiedad, confusión, pérdida de memoria y dificultades para hablar y caminar.

Problemas gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal.

Problemas respiratorios: dificultad para respirar, tos y dolor en el pecho.

Problemas renales: dolor de espalda, micción frecuente, sed excesiva y edema.

Problemas dermatológicos: dermatitis, irritación de la piel, enrojecimiento y descamación.

Si bien es cierto que los síntomas de la intoxicación por mercurio pueden ser similares a los de otras enfermedades y trastornos, se aconseja acudir a un especialista ante una sospecha de exposición.

Tal vez la patología más asociada al mercurio sea el Síndrome de Minamata, un daño neurológico permanente que causa alteraciones en la vista y el oído, parálisis e inclusive la muerte. De hecho, el nombre obedece a la ciudad de Japón donde en 1956 murieron varias personas por envenenamiento de mercurio.

Convenio de Minamata

Adoptado en 2013 en una conferencia global realizada en Kumamoto, Japón, el Convenio de Minamata entró en vigor en 2017, con el objetivo de proteger la integridad y bienestar del medio ambiente y la especie humana de los efectos negativos del mercurio.

A través de este mecanismo, creado por iniciativa del Ministerio del Ambiente de Perú y con el respaldo de 140 países, se busca regular y controlar el comercio e impacto del mercurio, e incluye disposiciones en materia de información pública, educación ambiental, y el fortalecimiento de las capacidades para encarar el problema.

La población más vulnerable es la que vive de la minería, pues la explotación de yacimientos de oro y otros minerales preciosos ha causado que familias enteras sucumban ante los efectos tóxicos del mercurio, históricamente usado en esta industria por su capacidad para amalgamar el metal precioso y separarlo de otros materiales.

Consejos prácticos

Si tienes alguna razón para creer que has sido expuesto al mercurio o tienes síntomas de intoxicación, es primordial buscar atención médica de inmediato, pero también seguir consejos de urgencia:

Si la exposición fue a través de la piel, quítate la ropa contaminada y lávate con agua y jabón.

• Si fue por inhalación, sal del área contaminada y dirígete a un lugar con aire fresco.

• Si lo has ingerido, no induzcas el vómito, pues puede ser peor: bebe agua o leche para diluir el mercurio y acude a un centro de intoxicaciones.

El tratamiento para la intoxicación puede incluir medicamentos para eliminar el mercurio del cuerpo, como quelantes de metales pesados, así como medidas de apoyo para tratar los síntomas. La rapidez en la atención es importante para reducir la exposición y minimizar los efectos tóxicos en el cuerpo.

Y si ves al T-1000 rondando, o estás alucinando, o estás soñando: despierta, que esto no es una película de James Cameron.

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