El sapo de la especie Incilius alvarius (también conocido como sapo bufo, sapo del río Colorado o sapo del desierto de Sonora) se encuentra en Estados Unidos y México, y se ha popularizado en los últimos años debido a las características psicoactivas de las sustancias de su veneno.
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Un artículo del Instituto Butantan (institución de investigación que es el mayor productor de vacunas y sueros contra venenos de animales en Latinoamérica), publicado en 2022 en su sitio web, ofrece más detalles sobre el animal.
La toxina ha sido usada, dice Butantan, con fines recreativos y en rituales de carácter religioso para tratar los trastornos mentales con el fin de ayudar a tratar la depresión y la ansiedad.
Según la institución, el veneno es liberado cuando el animal se siente amenazado y es expulsado por la presión sobre las glándulas de su piel (lo que puede ocurrir cuando un depredador lo sacude). Para su uso, el veneno crudo se seca para consumirlo como humo o mediante inyecciones intravenosas.
Aunque esta práctica es cada vez más frecuente, Butantan advierte que las sustancias presentes en el veneno pueden entrañar peligros para la salud humana, y la recolección de la especie con este fin (generalmente ilegal) puede empujarla a entrar en la lista de animales en peligro de extinción.
Actualmente, según la clasificación de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos (UICN), la especie Incilius alvarius está en la categoría de amenaza menos preocupante.
El principio psicoactivo del veneno del sapo bufo se debe principalmente a la presencia la sustancia 5-MeO-DMT, (5-metoxi-N, N-dimetiltriptamina u O-metil-bufotenina).
En bajas concentraciones, la sustancia también está presente en diversas plantas, arbustos y semillas, como la Virola sebifera, y en ingredientes de la bebida ayahuasca, según señala el documento “Epidemiología del dominio: efectos y riesgos de las nuevas sustancias psicoactivas en circulación en el país”, elaborado por el Ministerio de Ciudadanía de Brasil.
Considerado un agente psicodélico, el 5-MeO-DMT pertenece a la clase de las triptaminas de origen natural, al igual que la psilocina y la psilocibina que se encuentran en los hongos alucinógenos, añade el documento del ministerio.
En Brasil, el uso médico y recreativo de la sustancia está prohibido por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa). Lo mismo ocurre en otros países, como Estados Unidos, donde el alucinógeno del sapo bufo está clasificado (como la heroína) como una sustancia que presenta falta de seguridad para su uso bajo supervisión médica y un alto potencial de abuso según la Ley de Sustancias Controladas (CSA) del país.
El documento presentado por el ministerio brasileño informa que la 5-MeO-DMT es un alucinógeno potente, de acción rápida y corta duración en humanos. Los efectos comienzan a los tres o cuatro minutos de su ingestión, alcanzan su punto máximo a los 35 o 40 minutos y terminan al cabo de una hora.
Los efectos son similares a los de otros psicodélicos triptamínicos, como los presentes en las setas, y pueden incluir distorsiones de la percepción visual, auditiva y temporal, experiencias emocionales y alteraciones de la memoria.
El documento señala que entre los efectos conocidos relacionados con la sustancia se encuentran también:
- Miedo;
- Tristeza;
- Ansiedad;
- Confusión;
- Fatiga;
- Llanto;
- Paranoia;
- Temblores;
- Vómitos;
- Náuseas;
- Dolor de cabeza;
- Presión en el pecho o el abdomen;
- Pérdida de la percepción corporal.
(Vía National Geographic Latinoamérica).