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Locura en salto alto: así fue el acuerdo y la medalla de oro compartida

Entre récords y medallas, los Juegos Olímpicos siempre nos tienen reservados momentos históricos, de esos que inevitablemente te hacen emocionar aunque sean deportistas de otros países y compitiendo en deportes no tan populares en países como el nuestro.

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Este domingo, en la definición de salto alto masculino se vivió uno de los mejores momentos de Tokio 2020.

Es que luego de quedar empatados en 2m37 y de fallar sus respectivos intentos en 2m39, el qatarí Mutaz Essa Barshim y el Gianmarco Tamberi se reunieron con uno de los comisarios de la prueba, quien les dio la posibilidad de definir la medalla de oro en un desempate. Con la cámara haciéndoles marca personal, el qatarí le consultó si les entregarían dos medallas de oro.

La respuesta del comisario desató la locura: «Es posible». Antes de que el pobre hombre terminara de hablar, el qatarí, el máximo candidato a quedarse con la medalla, miró directamente al italiano y tras un gesto, Tamberi estalló y se le colgó encima. Luego de fundirse en un abrazo, continuó la locura.

Gianmarco repartió abrazos por toda la pista y se tiró al piso a llorar descontrolado. En plena locura, también festejó con la mitad de un yeso con un profundo mensaje: «Road to Tokio 2020-2021». El festejo tenía un sentido. Es que antes de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 sufrió una lesión y no pudo estar, por lo que no pudo evitar recordar ese momento en plena euforia.

El italiano Gianmarco Tamberi y el qatarí Mutaz Essa Barshim renunciaron al desempate y ambos se consagraron campeones olímpicos.

El italiano Gianmarco Tamberi y el qatarí Mutaz Essa Barshim renunciaron al desempate y ambos se consagraron campeones olímpicos.

El qatarí, un poco más medido en sus festejos, corrió a abrazarse con su equipo, que ya tenía preparada la bandera de su país para entregársela. Luego de celebrar en soledad durante unos minutos, volvió a encontrarse con Tamberi, con quien se abrazaron nuevamente e intercambiaron algunas palabras.

En otro lado de la pista y lejos de todos los flashes, el bielorruso Maksim Nedasekau, quien también saltó 2m37 pero necesitó más intentos para lograrlo, celebró la medalla de bronce.

«Dos oros son mejor que uno», comentó Barshim, mientras que Tamberi expresó: «Esto es un sueño hecho realidad. Después de aquella lesión lloré mucho, pero nunca dejé de creer. Ahora creo que no podré volver a dormirme.

Para Barshim, de 30 años, este oro le significa completar su colección de medallas olímpicas. Ya tenía la de bronce de Londres 2012 y la plata de Rio 2016. Por el lado de Tamberi, quien en los últimos años no estuvo en los primeros planos de la disciplina, volvió festejar luego del título mundial indoor conseguido en 2016 y el campeonato europeo de ese mismo año.

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