La Ong Amnistía Internacional (AI) ha denunciado recientemente a los gobiernos europeos por no implementar medidas de protección básicas para mujeres refugiadas. La Ong entrevistó a 40 mujeres y niñas refugiadas que habían cruzado desde Turquía hasta Grecia para continuar su ruta por los balcanes hacia Europa central y del Norte, y todas afirmaron haber sufrido violencia, acoso sexual, agresiones o explotación sexual durante todo el viaje.
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“En casi todos los países por los que habían pasado, los traficantes, el personal de seguridad u otros refugiados las habían sometido a malos tratos físicos y explotación económica, las habían manoseado o las habían presionado para que tuvieran relaciones sexuales con ellos” afirma la ONG en su página web.
no se respetó la división de sexos a la hora de armar los campamentos, lo que obligó a las mujeres a dormir junto a cientos de hombres
«Tras vivir los horrores de la guerra en Irak y Siria, estas mujeres lo han arriesgado todo con tal de conseguir seguridad para ellas y para sus hijos. Pero desde el mismo momento en que comienzan su viaje vuelven a verse expuestas a sufrir violencia y explotación, sin recibir apenas apoyo o protección”, afirma Tirana Hassan, directora del Programa de Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional.
Aquellas mujeres que viajan solas o las que viajan como cabeza de familia junto a sus hijos son las que más posibilidades tienen de sufrir estos tipos de opresión, tanto en las zonas de tránsito como en los campamentos de Alemania Hungría, Croacia y Grecia. Según testimonios recogidos por AI, en estos países no se respetó la división de sexos a la hora de armar los campamentos, lo que obligó a las mujeres a dormir junto a cientos de hombres.
Varias refugiadas aseguran, según la Ong, haber tenido que compartir aseos y duchas con varones, lo que las exponía especialmente al abuso y la violación. AI exige a los gobiernos europeos medidas mñinimas como “aseos bien iluminados y separados para hombres y mujeres, así como zonas separadas y seguras para dormir. Estas mujeres y sus hijos han huido de algunas de las zonas más peligrosas del mundo, y es una vergüenza que sigan en peligro en suelo europeo” declaró Hassan.