En la víspera a las marchas opositoras y de apoyo al gobierno que están previstas para este miércoles, el presidente venezolano Nicolás Maduro informó que los servicios de inteligencia desmantelaron un plan de violencia, orquestado por los sectores de la oposición, para generar hechos de sangre en su propia manifestación. El mandatario activó un plan especial de seguridad y advirtió que las acciones de la derecha han sido alentadas por la administración estadounidense. «El Departamento de Estado ha dado la luz verde y el visto bueno para un proceso golpista descarado para la intervención de Venezuela», dijo. Maduro afirmó que «ha llegado la hora de decidir el destino y el futuro» del país. Venezuela vive «horas cruciales», sostuvo. El Jefe de Estado aseguró que participará en la marcha de apoyo a la Revolución bolivariana que tiene lugar este miércoles en Caracas, en paralelo a la manifestación convocada por la oposición. Se estima que sea una de las mayores movilizaciones convocadas por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela y organizaciones sociales. La opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) convocó a sus seguidores a concentrarse en 26 puntos de la capital. Desde el gobierno se ha denunciado las intenciones violentas de los organizadores, pues han intentado movilizar a los participantes hasta sitios de la ciudad, donde no han recibido permiso de las autoridades locales para acudir. Para evitar las confrontaciones, las autoridades negaron el permiso a la oposición de realizar su manifestación en la zona cercana a donde se realiza la marcha oficialista. Ya otras marchas opositoras han culminado en hechos violentos. En 2014 generaron caos y violencia en el país y fueron atacadas sedes de instituciones gubernamentales. .
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