Los matrimonios a largo plazo serían el fin anhelado para las parejas que deciden unir sus vidas en nombre del amor. Sin embargo el reto es complicado e implica varios elementos.
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El aislamiento en tiempos de pandemia podría ser una de las causas para que las parejas estén tomando la decisión de divorciarse ante la saturación que supone la convivencia diaria y rutinaria con la otra persona.
No obstante, son muchos los matrimonios que han sobrevivido a crisis más complejas que esta y en el camino han encontrado la manera de vivir su convivencia o distanciamiento en armonía, pero ¿cuál es el secreto?
Según los psicólogos expertos en el tema, un matrimonio longevo no significa necesariamente un matrimonio feliz, pues este puede sostenerse en el tiempo por múltiples factores, entre ellos, la comodidad, el dinero, el estatus, e incluso los hijos, por lo que, para lograr el éxito del mismo, sería necesario algo mucho más poderoso que el simple vínculo marital.
Las personas que conforman el matrimonio o la relación no deberían sentirse abrumadas si las situaciones no fluyen de la forma en que habían soñado.
Hay que entender que, un matrimonio exitoso es aquella unión en la que se logra sentir plenitud por la presencia del otro. Es sinónimo de bienestar, satisfacción, complicidad, respeto y todo esto en conjunto, es felicidad. Por eso requiere de varios parámetros a tratar.
El verdadero éxito viene acompañado del compromiso que se tenga en la relación, no solo por mantenerla a flote por cuestiones superficiales, sino por cosas más profundas que producirán el deseo de querer estar con la pareja, de mantener viva la pasión, buscar momentos de intimidad, pero no viéndolo como sinónimo único y exclusivo de algo sexual, sino más bien de complicidad, de ese noviazgo permanente, del respeto mutuo, la prudencia y la comunicación asertiva.
Las parejas deben comprometerse con una experiencia dinámica de objetivos comunes que les permitan mirar hacia el futuro con el mismo anhelo. Tienen que tener en cuenta la negociación diaria, para que no se pase por encima de los sentimientos de la otra persona. Y debe prevalecer una profunda generosidad, aceptación y sobre todo pasión – esta última tiene el aliciente de la novedad- y aunque para muchos solo sea algo del inicio, debe mantenerse.
Aunque la posibilidad del fracaso siempre está presente en las relaciones humanas, existen ciertas claves para conseguir una relación placentera y feliz que perdure en el tiempo.
Una de ellas es la admiración, un punto importante para la vida en pareja. Si esta se pierde por uno o por ambas partes, el vínculo se va acabando. Así que es necesario recuperarla, si se ha perdido, a través de gestos, palabras y detalles.
Otro aspecto relevante es el respeto hacia el otro, la paciencia y la prudencia, estas bases nos permiten mantener un clima de cordialidad entre ambos.
Por último, la pareja debe aprender a gestionar las diferencias que surgen en el camino, a fin de resolverlas oportunamente con respeto y amor, ya que cuando los sentimientos han sido repetidamente reprimidos, esto podría generar una bomba de tiempo emocional, difícil de desactivar sin que hayan repercusiones.