Brasil ha dado el primer paso para habilitar el uso de un medicamento que podría revolucionar la lucha contra el VIH. La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) aprobó el registro de Apretude (cabotegravir), en pastillas y en forma inyectable. Esto abre la posibilidad de que el tratamiento conocido como PreP ya no se haga con la toma diaria de pastillas y pase a realizarse con inyecciones que pueden ser efectivas hasta por dos meses.
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Parte de la estrategia de prevención combinada del VIH, PreP o profilaxis preexposición, consiste en el uso de medicamentos antirretrovirales que evitan que el virus se reproduzca y disminuyen la capacidad del microorganismo para infectar nuevas células. El tratamiento está indicado para personas sexualmente activas que no están infectadas pero que tienen un mayor riesgo de exposición.
Ya lo ofrece el Sistema Único de Salud (SUS) desde 2017, utilizando otras dos sustancias en forma de píldora. La novedad de cabotegravir es precisamente la posibilidad de acción por un período más prolongado.
“Es un paso muy importante para combatir la infección por VIH en Brasil, ya que el cabotegravir es uno de los medicamentos más modernos para combatir la infección. Es un inhibidor de la integrasa, que es la clase de antirretrovirales más moderna que ha surgido”, explica Marcelo Soares, jefe del Programa de Oncovirología del Instituto Nacional del Cáncer (INCA).
La acción prolongada del fármaco puede favorecer la adherencia al tratamiento y reducir los casos de abandono de la atención. “Además de ser altamente efectivo, tiene una acción prolongada, especialmente la versión inyectable, con inyección intramuscular. La vida media va desde alrededor de 30 a 32 horas -en el caso de la administración oral- a entre 1 a 2 meses de vida media, en el caso de la inyección intramuscular. Realmente es un avance muy importante en la lucha contra la pandemia y la infección por el VIH aquí en Brasil para las personas que están expuestas al virus”.
A pesar de que se aprobó el registro de Apretude, el medicamento no está automáticamente disponible para la población. Marcelo Soares dice que, para eso, todavía hay otros procesos necesarios.
“Se desconoce cuánto tiempo debe estar disponible el medicamento en el SUS. La aprobación de Anvisa para comercialización y uso no es un pasaporte automático. Para incorporar cualquier medicamento o procedimiento al SUS, es necesario un estudio de costo y efectividad para ver si es posible, cuánto es posible y cómo será posible administrar ese medicamento a través del SUS. (Involucra) tanto cuestiones presupuestarias como cuestiones logísticas de distribución y administración”.
Anvisa informó que la disponibilidad en el SUS depende de una evaluación de la Comisión Nacional para la Incorporación de Tecnologías en el Sistema Único de Salud (Conitec), organismo vinculado al Ministerio de Salud. La comercialización en el sector privado solo puede ocurrir después de la aprobación del precio del medicamento por parte de la Cámara de Regulación del Mercado de Medicamentos (CMED).
¿Quién podrá usarlo?
Según un informe de Anvisa, “el medicamento solo debe ser recetado para personas con VIH negativo confirmado. Para reducir el riesgo de desarrollar resistencia a los medicamentos, la prueba del VIH debe realizarse antes de comenzar a tomar el medicamento y antes de cada nueva inyección”.
Las investigaciones han demostrado que reduce el riesgo de infección por VIH-1 adquirida sexualmente en personas que pesan 35 kg o más. La versión inyectable debe administrarse cada dos meses. El comprimido oral está indicado para evaluar la tolerabilidad del fármaco antes de administrar la inyección o como terapia preventiva en caso de olvido de una dosis inyectable.
Fuente: Brasil de Fato