Los efectivos federales realizaron diversas tareas de campo para establecer la identidad y el paradero del involucrado, quien fue localizado y detenido y fue allanada su casa. Al revisar sus redes sociales, descubrieron su supuesta simpatía con "la ex Unión Soviética", lo que convirtieron en un agravante.
Reacciones por el insólito cargo de la detención y persecución ideológica
La imputación generó un debate que se centró en criticar el hecho de que el propio Gobierno reconozca motivos ideológicos en la detención de una persona, pero también por el reciente escándalo que provocó la criminalización de dos hombres en la provincia de Jujuy, en donde permanecieron presos durante dos meses simplemente por tuitear en contra del exgobernador Gerardo Morales.
La Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), uno de los organismos de derechos humanos más importantes de Argentina, advirtió que detener al joven por "ser comunista" implica una ilegal "persecución ideológica".
"Nos recuerda a épocas del terrorismo de Estado. La última dictadura cívico-militar viene siendo reivindicada una y otra vez por el actual Gobierno", señaló al convocar a los usuarios de redes sociales a ser más cuidadosos y conscientes de que todo lo que escriban puede ser utilizado para criminalizar la protesta social o la simple disidencia.
"Mayor muestra de fascismo y persecución no se consigue. Con este Gobierno, la libertad retrocede", agregó.
Alejandro Bodart, secretario general del Movimiento Socialista de los Trabajadores, consideró que la detención "es un escándalo" que contradice al propio Milei, quien la semana pasada denunció la persecución de los tuiteros en Jujuy.
"Hay que frenar esta barbaridad totalitaria antes de que arrase con todos los derechos democráticos", convocó.
Jorge Kreyness, secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Argentina, consideró que "los argumentos de persecución ideológica son inaceptables y muestran impronta neofascista".
Vía RT.