Los mediadores internacionales celebraron este jueves 15 de agosto una nueva ronda de negociaciones con el objetivo de frenar la guerra entre Israel y Hamás y lograr la liberación de decenas de rehenes. Además, un posible acuerdo podría ser una última opción para evitar una guerra total en Medio Oriente, ante las amenazas de Irán de atacar a Israel.
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Las claves de las negociaciones
Los mediadores entienden que alcanzar un alto al fuego en Gaza podría calmar las tensiones en toda la región, si es que con ese acuerdo logran persuadir a Irán y a la milicia libanesa Hezbollah de abstenerse de lanzar ataques en represalia contra Israel, tras el asesinato de un alto comandante del grupo en un ataque israelí y sobre todo, del líder político de Hamás en Teherán (capital iraní).
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos (EEUU) John Kirby se mostró optimista por las negociaciones que se retomaron este jueves y espera que el inicio "prometedor" de este jueves continúe el viernes.
No obstante, Kirby alertó que Irán ha hecho algunos preparativos y podría perpetrar un ataque pronto sin previo aviso, y que se debería de tomar en serio su retórica.
Los mediadores llevan meses intentando cerrar un plan de tres fases por el que Hamás liberaría a decenas de rehenes capturados en su incursión del 7 de octubre sobre el sur de Israel, que provocó a la guerra, a cambio de una tregua duradera en los combates, la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y la liberación de palestinos encarcelados por Israel.
Ambos bandos habían aceptado el plan anunciado por el presidente estadounidense Joe Biden el 31 de mayo. Pero Hamás ha propuesto “enmiendas” e Israel ha exigido “aclaraciones”, lo que les ha llevado a acusarse mutuamente de plantear nuevas exigencias que no pueden aceptar.
Las desconfianza entre Hamás e Israel
Hamás -que no participó de forma directa, sino con emisarios cataríes- acusó a Israel de añadir nuevas exigencias a una propuesta que contaba con el apoyo internacional y de EEUU, y que había sido aceptado por Hamás en un principio.
Desde Hamás rechazaron los últimos pedidos israelíes, que incluyen una presencia militar duradera a lo largo de la frontera con Egipto y una línea divisoria en Gaza donde registraría a los palestinos que regresen a sus casas para erradicar a los insurgentes.
Hamás ha exigido una retirada militar israelí completa, que también formaba parte de todas las versiones anteriores de la propuesta de alto el fuego, según documentos compartidos con la AP que fueron verificados por funcionarios implicados en las negociaciones.
El vocero del grupo, Osama Hamdan, dijo a AP que Hamás solo está interesado en discutir la aplicación de la visión de Biden y no en nuevas negociaciones sobre su contenido.
Israel niega que se trate de nuevas exigencias y afirma que necesita una presencia a lo largo de la frontera para impedir el tráfico de armas y que debe registrar a los palestinos que regresan al norte de Gaza para asegurarse de que no van armados.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu niega las nuevas demandas de su país, pero ha planteado constantes dudas sobre cuánto durará el alto el fuego afirmando que sigue comprometido con la “victoria total” contra Hamás y la liberación de todos los rehenes.
La disputa más intratable ha sido la relativa a la transición entre la primera fase del alto el fuego -en que se liberaría a mujeres, niños y otros rehenes vulnerables- y la segunda, en que se liberaría a los soldados israelíes cautivos y se instauraría un alto el fuego permanente.
A Hamás le preocupa que Israel reanude la guerra tras la liberación del primer grupo de rehenes.
A Israel le preocupa que Hamás alargue indefinidamente las conversaciones sobre la liberación de los rehenes restantes.
La mesa de mediadores
En representación de Israel, estuvieron el jefe del servicio de inteligencia exterior (Mossad), David Barnea; su homólogo en el servicio de inteligencia interior (Shin Bet), Ronen Bar; y el mayor general Nitzan Alon, quien supervisa las conversaciones en nombre del Ejército.
Por EEUU, asistieron el director de la CIA, William Burns, y el principal asesor de Biden para asuntos de Oriente Medio, Brett McGurk.
Completaron la mesa de negociaciones el primer ministro y ministro de Exteriores de Catar, Mohamed bin Abderrahmán, y el jefe de la inteligencia egipcia, Abás Kamel.