Julio Santucho, padre del nieto 133: la historia de un reencuentro

Las palabras de Santucho padre resonaron con una mezcla de alegría, alivio y emoción. La historia comenzó en un tiempo oscuro de la historia argentina, en los años de la dictadura militar.

Julio Santucho, un militante comprometido con la lucha por la justicia y los derechos humanos, fue arrastrado a un torbellino de sufrimiento cuando su esposa, Cristina, y su hermana, Manuela, fueron secuestradas por las fuerzas represivas del régimen.

"Yo estaba en el exterior en ese momento, había sido mandado por el partido a hacer una actividad internacional y mi esposa Cristina me estaba escribiendo una carta... en la que decía, bueno, tengo un retraso, me parece que estoy embarazada", recordó.

La fecha exacta quedó grabada en su memoria: el 13 de julio de 1976, un día que marcó el comienzo de una búsqueda desesperada y agotadora.

"Yo volvía a Roma de Argelia, donde había estado en una conferencia internacional y llamé a Buenos Aires...entonces mi suegra me dice, anoche se llevaron a las chicas, o sea, las chicas eran mi hermana Manuela y mi esposa Cristina... eso fue para mí un golpe muy grande".

Con el corazón apretado, Julio Santucho había salido de Argentina un mes antes. Así rememora las palabras de Cristina antes de partir.

"Ella me dijo, si a mí me pasa algo yo te pido que vos te hagas cargo de los chicos. Que no se lo dejes a mi mamá, ni a tu mamá, ni a otros compañeros. Le digo. ¿Qué te va a pasar algo? O sea, hace varios años que estamos en clandestinidad y nunca nos pasó nada. Ella me dijo no, ahora es distinto, estábamos a 3 meses del golpe de Estado".

La búsqueda y el reencuentro

Fue en 2019 cuando las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar. El hijo que alguna vez imaginó en los brazos de su esposa, aquel que esperaba con anhelo en medio de la adversidad, finalmente comenzó a buscar su propia identidad.

A través de pistas dispersas y recuerdos fragmentados, el nieto 133 de las Abuelas de Plaza de Mayo emprendió una travesía para descubrir su origen y su verdadera historia.

La pandemia de 2020 retrasó temporalmente sus esfuerzos, pero la determinación persistió. En medio de la incertidumbre global, este valiente joven siguió adelante con su búsqueda, enfrentando los desafíos y las dudas que surgían en su camino.

Finalmente, los resultados de las pruebas de ADN confirmaron lo que Julio Santucho había esperado durante tantos años, el reencuentro con su hijo.

La llamada telefónica que cambió sus vidas llegó un día como cualquier otro. Las palabras simples y conmovedoras del joven resonaron en el alma de Julio Santucho quien recuerda la conversación.

"Él, de no tener una familia, pasó a tener una familia muy grande... entonces lógicamente que está muy sorprendido, pero muy feliz, muy contento. Cuando yo lo le mando un mensaje, le digo, escúchame, Daniel, porque él se llama Daniel, se va a llamar así Daniel Santucho. ¿Te puedo llamar? Sí pa´ gracias... me dice pa´, me entendés, a mí eso me desmoronó."

El impacto emocional fue inmenso, una respuesta que encapsulaba años de espera, angustia y anhelo. El tan esperado abrazo finalmente se materializó. El reencuentro entre Julio Santucho y su hijo fue un momento de profunda conexión y felicidad, una instantánea de amor y alegría que trascendió el tiempo y la distancia.

La historia de Julio Santucho, padre del nieto 133, es un recordatorio conmovedor de la fortaleza del espíritu humano y la capacidad de resistencia frente a la adversidad.

En un país marcado por la represión y la desaparición forzada de personas, el reencuentro de Julio Santucho y su hijo brilla como un faro de esperanza, recordándonos la importancia de luchar por la verdad, la justicia y la reunificación de las familias separadas por el dolor.

Macondo, una mirada latinoamericana, se transmite cada jueves a partir de las 20 horas por los canales de Facebook y YouTube de Caras y Caretas.