Lula recuerda la ECO92
El líder brasileño recordó la celebración de la ECO-92 en la ciudad de Río de Janeiro en 1992, considerada el puntapié inicial de los debates climáticos y celebró los progresos hasta llegar al Acuerdo de París de 2015.
Admitió que los avances en la reducción de emisiones están por debajo de lo que necesario para frenar la subida de las temperaturas; pero aun así, quiso poner en valor el compromiso asumido por prácticamente todo el mundo hace diez años: "Sin el Acuerdo de París el mundo estaría en un calentamiento catastrófico, con cinco grados", afirmó.
Actualmente, el objetivo citado en todas las negociaciones es que la temperatura global en 2030 no supere los 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales, pero en 2024 ya se rebasó ese límite y la mayoría de analistas advierten que ya se trata de un objetivo imposible.
"Estamos en el rumbo correcto, pero en la velocidad equivocada", dijo Lula, que añadió que el aumento por encima de 1,5 grados es un riesgo que no se puede asumir.
Efecto invernadero
El Acuerdo establece que los países miembros de la Convención deben presentar cada cinco años un informe sobre sus esfuerzos para reducir las emisiones de gases de "efecto invernadero", con el objetivo de mantener el recalentamiento planetario por debajo de los 1,5 grados centígrados y evitar así consecuencias catastróficas para el planeta.
La gran mayoría de la comunidad científica mundial coincide en que el aumento de las temperaturas globales se debe al "efecto invernadero", provocado por la acumulación de gases producto de la quema de combustibles fósiles, principalmente el dióxido de carbono.
(Sputnik)