En un tuit recientemente publicado, Gustavo Petro, flamante presidente de Colombia, señaló que el narco uruguayo Sebastián Marset es el responsable del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, que fue cometido en el mes de mayo en la isla de Barú, en el Caribe colombiano, mientra Pecci y su pareja pasaban su luna de miel .
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"La investigación sobre el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci cometido por el narcotraficante uruguayo Marset en territorio colombiano demuestra que hace mucho el narco dejo de ser un problema bilateral colombo estadounidense y es hoy un problema americano y mundial", escribió Petro.
En el hilo generado a partir de este primer posteo se cita un artículo publicado en el sitio Rebelion.org, titulado "El uruguayo Marset ordenó el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci", en el que se maneja la hipótesis de que Marset tiene “vínculos con funcionarios del gobierno del presidente Luis Lacalle que le facilitaron el pasaporte”.
En otro tuit el presidente Petro escribió: "La estrategia antidrogas utilizada hasta ahora, ha fortalecido en vez de debilitar, las fuerzas de las mafias. La fiscalía colombiana aquí logró mostrar eficacia investigativa. Felicitaciones".
Hasta las manos
En el artículo publicado por Rebelion.org se explica que gracias a la investigación de la Fiscalía General de Colombia se estableció que en el asesinato del fiscal paraguayo estuvieron implicadas seis personas, y que "el coordinador del crimen, Francisco Luis Correa Galeano, de 43 años, tuvo comunicación con dos narcotraficantes colombianos de Medellín, del grupo narco llamado 'Los Paisas'".
Más adelante se detalla que "el nombre de Marset llegó a la justicia tras la declaración de Correa, un hombre de 43 años señalado como el ideólogo del asesinato de Pecci. Según la investigación, la organización de Marset entregó el dinero, la logística y la información para matar al fiscal Pecci, quien el 22 de abril de 2022 pidió una orden de captura para cinco de los siete hermanos Insfrán".
En otro pasaje del artículo se explica que la organización criminal que lidera Marset junto al paraguayo Miguel Ángel Insfrán "fue desbaratada en Paraguay -donde operaba desde 2017- en la Operación A Ultranza, realizada febrero de 2022, que implicó 107 allanamientos y la incautación de más de 100 millones de dólares, 98 inmuebles, 28 vehículos, diez avionetas, un helicóptero, 12 carretas, 41 tractores, 48 motos y siete embarcaciones. En noviembre de 2021, la cancillería uruguaya le otorgó a Marset un pasaporte que le permitió obtener la libertad en Dubái, donde permanecía detenido desde setiembre por portar un pasaporte paraguayo falso. El Ministerio de Relaciones Exteriores asegura que cuando le otorgó el pasaporte no existía una orden de captura contra el uruguayo".
Además de la investigación que se realizó en Colombia y Paraguay, Marset es investigado por varias causas en Uruguay. Una de ellas es sobre la amenaza que recibió la fiscal Mónica Ferro, la que fue realizada a través de un celular con base en Perú. En este caso también fue imputado el hijo del contratista de futbolistas Gerardo Arias (Uruguay).
La jueza uruguaya Adriana de los Santos condenó a Marset como coautor de tres delitos de tráfico de estupefacientes en la modalidad de organización. Luego de cumplir la condena establecida por la jueza, Marset se dedicó a realizar contactos en Bolivia y Paraguay y al mismo tiempo cultivar un perfil como productor de espectáculos y se convirtió en conocida figura de la farándula paraguaya.
En el exhaustivo artículo publicado por Rebelion.org también se recuerda que "Marset tuvo una breve carrera dentro del fútbol paraguayo". "El 16 de abril de 2021 se fichó en el Club Deportivo Capiatá, donde jugó algunos partidos y se desvinculó el 29 de mayo del mismo año", escribió el autor del artículo.
Concluye el artículo: "El delincuente uruguayo, aparentemente con vínculos con funcionarios del gobierno del presidente Luis Lacalle que le facilitaron el pasaporte, vivió en varias ciudades, como Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y Asunción, donde sentó las bases para convertirse en una de las piezas clave del despacho de cargamentos de cocaína hacia Europa y África desde distintos puntos de la región".