En medio de la polémica generada por sus declaraciones, el legislador libertario Javier Milei causó un fuerte repudio tras anunciar su intención de privatizar el Conicet y eliminar el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en caso de ser electo en las próximas elecciones.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
En un agresivo raid mediático tras su victoria en las primarias, Milei propuso que el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas pase a manos del sector privado, argumentando que los investigadores deberían generar ingresos sirviendo al bienestar público de manera más eficiente y competitiva.
Estos comentarios han generado una oleada de críticas, comparándolos con lamentables episodios del pasado. Expertos y figuras prominentes del ámbito científico y político han señalado las graves falacias en las afirmaciones de Milei y han destacado la importancia de la inversión estatal en la ciencia y la tecnología para el desarrollo de una nación.
Daniel Filmus, titular de la cartera científica, destaca que Milei demuestra una doble ignorancia. En primer lugar, sobre el papel crucial que desempeña la ciencia y la tecnología en los países desarrollados, y en segundo lugar, al subestimar la productividad y los logros de los investigadores argentinos. Filmus destaca ejemplos de naciones desarrolladas que han basado su crecimiento en la inversión en conocimiento, refutando la noción de que la ciencia y la tecnología no son productivas en Argentina.
El modelo de país propuesto por Milei, basado en la privatización y la reducción del rol del Estado, ha sido duramente criticado por diversos sectores. Incluso el ex presidente Mauricio Macri, de línea neoliberal, prometió mantener y aumentar la inversión en ciencia y tecnología durante su mandato, aunque estos compromisos no se cumplieron en la práctica.
La presidenta del Conicet, Ana Franchi, resaltó la importancia de la ciencia y la tecnología como pilares fundamentales para el desarrollo soberano e inclusivo de la nación. Franchi subraya que la inversión en estos campos es crucial para alcanzar un estatus de país desarrollado y competitivo a nivel internacional.
Desde el ámbito universitario, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA expresó su repudio a los comentarios de Milei, enfatizando que cerrar el Conicet y eliminar el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación representaría un duro golpe al desarrollo de Argentina y a la educación pública.
Los expertos advierten que la visión de Milei ignora por completo el papel estratégico que juega el Estado en la generación de conocimiento y tecnología para el desarrollo económico y social del país. Se enfatiza que muchos avances científicos y tecnológicos, como el desarrollo de satélites, la investigación espacial y el avance en la medicina, dependen en gran medida del apoyo estatal.
En contraposición a la propuesta de Milei, el oficialismo busca consolidar una política de Estado en ciencia y tecnología, con leyes de financiamiento e inversión que promuevan el desarrollo de sectores estratégicos, como la biotecnología y nanotecnología. Se destaca el rol activo de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación y la Innovación, que ha impulsado la creación de laboratorios y proyectos en colaboración con el sector privado.
El sistema científico y tecnológico argentino, que incluye universidades y diversos organismos, ha demostrado su relevancia en campos cruciales como la transición energética, el desarrollo espacial, la salud y las ciencias sociales. La pandemia de COVID-19 ha resaltado la importancia de la investigación científica en momentos de crisis, y se destaca el compromiso de los científicos argentinos en el desarrollo de soluciones.
En última instancia, los detractores de la visión de Milei argumentan que su enfoque eliminaría la capacidad de Argentina para producir conocimiento autóctono y resolver problemas internos de manera independiente.
La inversión en ciencia y tecnología se considera esencial para el desarrollo sostenible y la competitividad del país en un mundo globalizado y tecnológicamente avanzado.
Fuente: Con información de Página 12