Uber: estalló escándalo de ilegalidad

"La violencia garantiza el éxito". "Es más fácil pedir perdón que permiso”. Somos “jodidamente ilegales”, son algunas de las frases que altos ejecutivos de Uber lanzaron en diferentes contextos pero que enmarcan la agresividad de la empresa por crecer y expandirse a través de prácticas éticamente cuestionables y bordeando la línea de la ilegalidad.

En este nuevo trabajo de la organización sin ánimo de lucro ICIJ, participaron más de 180 periodistas de 44 medios de comunicación en 29 países del mundo para revelar cómo Uber utilizó la “fuerza bruta” e innumerables prácticas cuestionables para implementar sus servicio de transporte en todo el mundo.

Las pruebas muestran que la empresa de transporte realizó todo tipo de acciones en donde evadía la ley y utilizaba diferentes estrategias de cabildeo o lobby en las más altas esferas para implementar de manera acelerada sus servicios en diversas naciones entre el 2013 y el 2017, cuando era dirigida por Travis Kalanick.

Los documentos refieren que 40 países fueron blanco de las acciones de Uber, en donde aseguran se comportaron como “piratas” cortejando a primeros ministros, presidentes, multimillonarios, oligarcas y magnates de medios de comunicación, con el objetivo de forzar regulaciones favorables a sus intereses.

Los tratos de Kalanick alcanzaron a más de 100 líderes globales, con la participación y supervisión de grupos políticos y legales de Uber: tan solo en 2016 gastó 90 millones de dólares en cabildeo y las “relaciones públicas”.

En Estados Unidos, Uber proporcionaba regalos, viajes, transporte, apoyo para las campañas, comidas en restaurantes de lujo, entre otros beneficios a legisladores y diferentes responsables políticos del Gobierno para que favorecieran sus peticiones.

Macron, mencionado en la investigación del ICIJ

Entre los líderes de primer nivel que mencionan los documentos se encuentra el presidente francés Emmanuel Macron, quien fue abiertamente partidario de Uber cuando era ministro de Economía, ante la negativa del presidente François Hollande.

Según la investigación, el 1 de octubre de 2014, Macron se habría reunido con un grupo de ejecutivos de Uber, entre los que se encontraba Travis Kalanick, en un encuentro secreto no documentado en la agenda oficial. En aquel momento, el ahora mandatario no ocultaba su afinidad con la empresa de transporte y alegaba que podía crear muchos empleos para personas poco cualificadas.

Un total de 17 “intercambios significativos” se dieron durante 18 meses entre Macron acompañado de sus asesores y los directivos de Uber y cuatro reuniones exclusivas entre el entonces ministro francés y Kalanick, que con el tiempo presuntamente ayudaron a la plena implementación de la empresa en el país.

Los tentáculos de Uber para expandirse en todo el mundo

Mientras tanto en España, la empresa enfilaba su artillería a una lista con 131 nombres de personajes claves en donde debían apuntar sus esfuerzos, hasta aproximarse al entonces jefe del Ejecutivo Mariano Rajoy.

En estados unidos, Joe Biden se reunió en el marco del Foro Económico Mundial de Davos con Kalanick cuando era vicepresidente de Barack Obama, el presidente de la empresa de transporte incluso bromeó diciendo que le había dicho a su gente “que le transmitan que cada minuto que llegue tarde es un minuto menos que estará conmigo”.

Otro de los nombres que resaltan dentro de los documentos filtrados es la participación de Neelies Kroes, excomisaria europea de Competencia y Agenda Digital, a la que se acercaron después del periodo de 18 meses que la UE establece a los comisarios para poder formar parte de empresas.

“Nuestra relación con Neelie Kroes es altamente confidencial”, expresó el lobbista Mark MacGann a sus socios de Uber en un correo electrónico con fecha de marzo de 2015, cuando tan solo habían pasado cuatro meses desde que Kroes había renunciado a la comisión. "Su nombre nunca debería figurar en un documento", advirtieron.

Uber: el fin justifica los medios

La empresa ofertaba servicios insostenibles económicamente para sus usuarios, pero que les facilitaba tener el control del mercado y fomentaba la utilización de la aplicación.

Entre otras de las estrategias utilizadas y que adaptaban dependiendo del país donde se encontraban echaban mano de la presión social; investigaciones a taxistas de las empresas tradicionales para encontrar “información relevante de tipo peyorativa”; impedir a los inspectores locales la investigación de documentos de la compañía a través de herramientas informáticas como Greyball y Kill switch, entre otras.

Uber promovía que sus conductores realizaran manifestaciones para enfrentarse a las movilizaciones de los taxistas que rechazaban la proliferación del servicio, incluso los incitaba a la desobediencia civil.

En una de las comunicaciones entre Kalanick y sus ejecutivos se muestra como estos se oponían a enviar a los conductores a las movilizaciones por el riesgo de enfrentamientos violentos, a lo que el presidente contestó que “valía la pena… La violencia garantiza el éxito y hay que enfrentarse a estos tipos”, en otro documento resaltó la importancia de “utilizar como un arma” a los trabajadores y victimizarlos ante las agresiones que recibirían “para alimentar el fuego de la polémica”.

Sin embargo, un portavoz de Kalanick respondió que el directivo “jamás sugirió que Uber debiera aprovecharse de la violencia a costa de la seguridad del conductor” y que cualquier afirmación al respecto es totalmente falsa.

Además, según el ICIJ la empresa habría creado a través de una estructura elaborada empresas ficticias para evadir impuestos, estas compañías son controladas por su sociedad madre Uber Technologies INC, que tiene su sede en Delaware, un estado que es conocido por ser un paraíso fiscal dentro de Estados Unidos.

Uno de los lemas no oficiales del equipo de “crecimiento” de Uber era “Es más fácil pedir perdón que permiso” y la directiva dejó claro en uno de los documentos que la empresa se caracterizaba por ser “jodidamente ilegales” y “ser oficialmente piratas”.

Uber responde a las revelaciones e invita a no mirar el retrovisor

Los directivos de Uber han declarado que "no hemos puesto ni pondremos excusas por los comportamientos pasados que claramente no son coherentes con nuestros valores actuales… Pedimos que nos juzguen por lo que hemos hecho en los últimos cinco años y por lo que haremos en los próximos años", manifestaron en un comunicado.

Jil Hazelbaker, una de las voceras de Uber, puntualizó además a la ICIJ que los “errores y traspiés” culminaron hace cinco años en “uno de los ajustes de cuentas más vergonzosos en la historia de las empresas en Estados Unidos”.

La vocera aseguró que desde 2017 cambiaron radicalmente su forma de trabajar luego de los publicitados juicios e investigaciones que generaron la destitución de Kalanick y otros altos ejecutivos.

“Cuando decimos que Uber es una empresa diferente hoy, lo es literalmente: el 90% de los empleados actuales de Uber llegó después que Dara Khosrowshahi asumiera como director general en 2017”, aseguró Hazelbaker.

Uber nació en San Francisco, Estados Unidos en 2009, en 2014 se extendió a Europa eligiendo a Amsterdam como su sede principal, motivados por las oportunidades para evadir impuestos ofrecidas a las empresas transnacionales en los Países Bajos.

En la actualidad, es una de las empresas de plataforma de viajes más grandes del mundo y tiene un valor en el mercado que alcanza los 43.000 millones de dólares, diariamente realiza aproximadamente 19 millones de viajes.