El más reciente examen del BID señala que el recorte histórico en la economía de América Latina y el Caribe es consecuencia de la Covid-19 y que a su vez se proyecta un crecimiento de entre 0,8 y 4,1 por ciento para este 2021.
Tal augurio es insuficiente para cubrir el retroceso experimentado en el año anterior. La institución considera que los países de la región necesitan implementar de manera urgente reformas fiscales para una recuperación sostenible.
El escenario base del estudio asume que las campañas de vacunación contra la pandemia avanzarán según lo planeado, las economías se mantengan abiertas y la recuperación global tenga datos vigorosos.
Pese a dicho criterio, también advierte la posibilidad de un escenario más pesimista, con un menor crecimiento de la economía global y potenciales choques financieros.
Esa previsión pesimista augura una desaceleración en el crecimiento latinoamericano de hasta 0,8 por ciento en 2021, y una caída del 1,1 en 2022.
En un escenario más optimista, el organismo vislumbra la posibilidad de un crecimiento del 5,2 por ciento en 2021, y del 3,9 y el 2,9 por ciento en los dos próximos años, respectivamente.