Triple frontera es el nombre conque se conoce a la que limita aArgentina, Brasil y Paraguay, cerca de Foz de Iguazú. Pero más que turistas, la frecuentan y habitan narcos, contrabandistas, bandas criminales. Hace algunos años vi con mis ojos cómo los camiones de contrabando, después de cruzar el puente, eran descargados del lado brasileño por militares locales. Frontera peligrosa, si las hay. Ahora hay un peligro más, pero no solo para quienes viven allí, sino para todos, incluso acá en Uruguay: se instalan bases militares de EEUU.
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Es más: el Congreso de Paraguay autorizó “inmunidad” a las tropas que así se instalen. El Congreso del país hermano, con tantas heridas abiertas de intervenciones externas desde el Siglo XIX, en una de las cuales Uruguay no fue ajeno, agrega que adoptará las medidas para que las tropas de las nuevas bases desarrollen sus funciones con “muchos privilegios” (sic) para de este modo expandir el llamado “Plan Colombia”.
En jerga diplomática se reconoce con ese nombre al mapa de EEUU para establecer bases militares según los recursos naturales distribuidos en la región. En los planes de EEUU, explicitados por el propio presidente Trump, se contempla el despliegue en la región de bases que permitan, ante cualquier contingencia, intervenir en defensa del abuso propio de esos recursos, los que no le pertenecen.
La noticia de la instalación de bases de EEUU en la triple frontera me obliga a cinco reflexiones preliminares:
- ¿Alguien lo vio por TV o en primeras planas? ¿No estamos teniendo un problema complejo con el derecho al acceso a la información por la forma sesgada que se maneja? A fin de cuentas, todas las radios y canales privados nos pertenecen a todos los uruguayos.
- La información me ayuda a entender un poco la paranoica obsesión de acelerar, por parte de EEUU, la definición del Reino Unido sobre la deportación de Assange. La noticia estaba en los cables de Wikileaks. Cito: “PI21/03/11. Los Estados Unidos por ampliar el acuerdo sobre la Triple Frontera. Consideran que es el único foro a nivel político que les queda”. Esto hace 8 años…
- EL silencio de los gobiernos de Argentina y Brasil constituyen un apoyo tácito. Paraguay les hace el trabajo sucio, pero cualquiera de los dos gobiernos lo podría haber evitado, simplemente poniendo en funcionamiento uno de los tantos protocolos de administración conjunta de la conflictiva zona (a la que hoy se agrega un ingrediente extra de conflictividad). En especial, muchos de estos protocolos se refieren a eventuales acuerdos con cuartos países, o sea, países que no comparten frontera.
- Llama la atención el silencio de los países que se rasgan las vestiduras hablando de soberanía. La soberanía está en manos del pueblo para decidir su destino y la integridad en el país mismo. En nuestra Constitución el artículo 4o así lo establece: “La Soberanía radica en la Nación” (recuerdo el libro del profesor Gamarra, Concepto de Nación del art. 4o). Ahora, que la decisión radica en el Salón Oval de la Casa Blanca, o el Pentágono, no lo dice Constitución alguna. Es lenguaje exclusivo de cipayos.
- El Silencio del Partido Nacional. Alguno creerá que es una picardía. Año electoral, yo, exdirigente de dicha colectividad, etc. Pero eso es pensar en pequeño. El tema tiene otro vuelo. En 1872, cuando se crea el Partido Nacional (PN), se establece que hereda las tradiciones del Partido Blanco fundado en 1836. Desde entonces nunca “lo blanco” fue monopolio del Partido Nacional. Yo mismo, como muchos, cada vez más, nos sentimos cada vez mas blancos, pero no del PN. Pensé: bases americanas en América Latina sin que el Partido Nacional ponga el grito en el cielo es algo muy novedoso. No se puede entender la vertiente histórica de la que se viene en la tradición blanca sin pensar en Herrera, Haedo, Wilson…Bases americanas y silencio blanco…
Fueran donde fueran estas bases, son una afrenta a la conciencia del Continente entero. Pero coincidimos con la periodista mexicana Stella Carloni, quien sostiene en La Jornada, de México, que “es uno de los golpes más fuertes que Washington ha descargado sobre el Mercosur. Agregamos que tres de los países involucrados en la presencia militar de EEUU en nuestra región pertenecen a los cuatro fundadores del bloque.