Este año el Plan Juntos concretó la construcción de 2.500 viviendas, proceso que fue reforzado con trabajo social y educación. Más de 10.000 personas fueron beneficiadas, el 90 % de las cuales son jefas de hogar con hijos y superan las 2.000 horas en tareas de albañilería.
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“Este año, por primera vez, una participante del Plan Juntos ingresó a la Facultad de Derecho”, subrayó la responsable del Programa de Mejoramiento de Barrios, Cecilia Cairo.
Según declaraciones de la referente, “la vivienda es la excusa perfecta para trabajar otras cosas, como las situaciones de precariedad habitacional, pero también la formación en oficios y la culminación de ciclos educativos, como Primaria y Secundaria”. En ese marco, informó: “Tenemos el orgullo de decir que tenemos a la primera participante del Pan Juntos que entró este año a cursar estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República”.
Esta política social se enfocó en la construcción de 2.500 viviendas en el quinquenio de gobierno 2015-2020. Participaron más de 10.000 personas. “El 90 % son mujeres solas, que son jefas de hogar, que crían a sus hijos y que trabajan más de 2.000 horas en las tareas de construcción de sus casas”, señaló Cairo.
Además, la funcionaria explicó que las familias que integran el Plan Juntos permanecieron mucho tiempo fuera del sistema social y que ahora, con el apoyo estatal y de más de 13 organizaciones de voluntarios, los beneficiarios están cambiando su realidad.
Por otro lado, valoró el rol de las organizaciones que apoyan al Plan Juntos: “Los voluntarios son jóvenes estudiantes de carreras universitarias, inclusive alguno del exterior del país, que apuestan a la inclusión y a la interrelación, donde todos aprenden de los saberes de otros”.
En otro orden, sostuvo que “el trabajo también implica buscar salidas laborales que fortalezcan a las familias en su recorrido por la vida a través de emprendimientos productivos, como las huertas orgánicas, con el apoyo de estudiantes de la Facultad de Agronomía, o la construcción de casas y de muebles de madera, con el apoyo de estudiantes de la Facultad de Arquitectura, a través de oficios, como repostería o maquillaje, apoyados por el Ministerio de Desarrollo Social y por el Programa Nacional de Voluntariado, así como la formación para obtener el título de oficial albañil.