América Latina sigue su desaceleración

El caos y la desaceleración mundial les pegan a los países de América Latina. Al respecto el organismo vuelve sobre los conceptos de incertidumbres, restricciones y vulnerabilidades. Se afirma en el documento que “en un contexto de incertidumbres externas y restricciones internas, los países de América Latina y el Caribe crecerán un 3,7% en 2022, poco más de la mitad de la tasa del 6,7% registrada en 2021”. La postpandemia ha sido peor que la salida de la pandemia, por las políticas implementadas, los nuevos eventos como la guerra, la realidad de la logística mundial, entre otros. El mundo tiene más políticas que generan dificultades, más conflictos, más desigualdades y más complicaciones.

Se estima que en 2023 se profundice la desaceleración del crecimiento económico y se alcance una tasa del 1,3%.

No sabemos si sería evitable, pero al igual que muchos analistas del mundo las políticas adoptadas para control de la inflación en el mundo están haciendo estragos y profundizando esta realidad. Para la Cepal las respuestas de política monetaria adoptadas a nivel mundial en 2022 para atender el aumento en la inflación global llevan a aumentar la volatilidad financiera y en los niveles de aversión al riesgo. Esto afecta en diversos sentidos a las economías emergentes encareciendo la deuda, provocando la baja en los flujos de capital hacia la región.

Pero la reducción que se espera en la inflación global para el 2023 tenderá a moderar los incrementos de las tasas de política monetaria de los principales bancos centrales, añade el organismo. Es una realidad la existencia de importantes

Luego de un primer semestre 2022 de relativo dinamismo en la región la tendencia del segundo semestre se deterioró y los pronósticos para los meses que vienen no son nada buenos. Hay un agotamiento del efecto rebote en la recuperación de 2021 donde las políticas monetarias restrictivas, las limitaciones del gasto, la baja en el consumo del consumo y deterioro del mercado de trabajo y los indicadores sociales han sido terribles.

En al ámbito fiscal, se ha destacado que en tendencia se ha visto una baja de lo que se denomina el déficit primario, los niveles de endeudamiento continúan siendo altos y presionado por la realidad de las tasas de interés que luego de un periodo de mucho tiempo de muy bajas están el alza y con perspectivas de mantener la misma. De esta forma el gasto publico seguirá con fuertes limitantes. Al respecto la Cepal agrega que “el riesgo de aumento de las tasas de interés, de depreciaciones de las monedas y el mayor riesgo soberano dificultarían el financiamiento de las operaciones de los gobiernos en 2023”.

La coyuntura impone desafíos al manejo macroeconómico. Uruguay que ha tenido crecimientos y buenos resultados fiscales, pero con un fuerte deterioro en los niveles sociales y que viene en un escenario de restricciones debe estar muy atento. La realidad económica regional y de nuestro país es preocupante. A nivel de estrategia y política económica hay mucho para trabajar y fuertes desafíos.

Se destaca en el análisis de Cepal que “es fundamental dinamizar la inversión y la productividad para atender las demandas sociales, la creación de empleo decente y reducir la informalidad, la desigualdad, la pobreza, y avanzar en la adaptación y mitigación del cambio climático. Para ello son que son necesarias políticas públicas innovadoras en lo productivo, financiero, comercial, social y en la economía del cuidado, para evitar una nueva década perdida como la observada durante el período 2014-2023”.