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En Asunción, el Mercosur volverá a la presencialidad tras varias instancias virtuales. El miércoles habrá una sesión del Consejo del Mercado Común, que lo integran los ministros de Economía y de Relaciones Exteriores de los países miembros, y el jueves será el plato principal con la cumbre de presidentes. Allí el local pasará la presidencia pro témpore del bloque a Uruguay, que irá a esta instancia con un tema como telón de fondo: el anunció de un estudio previo “positivo” con China y la intención del gobierno de avanzar hacia un tratado de libre comercio (TLC) con el gigante asiático.
En el Frente Amplio (FA), que cuando estuvo en el gobierno buscó un acuerdo de estas características con China, los dirigentes reclaman que se conozcan los resultados del estudio de factibilidad para saber a qué sectores beneficiaría y a cuáles perjudicaría, y a partir de allí analizar si sería positivo o negativo. Pero, más allá de eso, entienden que no parece viable que la potencia asiática arregle con Uruguay si la negociación tiene la opinión negativa de países miembros del Mercosur como Argentina y Paraguay, y señalan que tampoco sería razonable que el gobierno de Luis Lacalle Pou rompiera relaciones con sus socios por lanzarse a una negociación bilateral.
El exministro de Economía y Finanzas y exvicepresidente Danilo Astori manifestó a la diaria que, “tal como están las cosas y como se han hecho, Uruguay no podría hacer un acuerdo de libre comercio con China sin romper con el Mercosur”. La ruptura con el Mercosur es lo peor que puede hacer Uruguay en materia de inserción comercial", apuntó.
“No estoy de acuerdo con el presidente cuando dice que las normas del Mercosur amparan a Uruguay, yo creo que es exactamente al revés”, dijo y luego agregó que entre hacer un TLC con China rompiendo relaciones con el Mercosur, o mantener el bloque sin firmar un acuerdo bilateral, la segunda opción “es mucho más importante para Uruguay”.
El debate normativo refiere a si Uruguay puede o no avanzar de forma individual con China, ya que Argentina reclama la vigencia de la resolución 32/00 del 2000, que obliga a los países a avanzar en bloque.
Astori consideró que “los chinos no van a contrariar jamás la voluntad” de Argentina o Brasil (que si bien hoy se muestra abierto a la flexibilización, tiene por delante una elección y el favorito es un integracionista, como Lula da Silva) “haciendo un TLC con Uruguay”.
El exministro de Economía apuntó que “China siempre va a preferir que Argentina y Brasil estén conformes” a que “Uruguay pueda hacer el tratado en contra de la voluntad” de ambos. En esa línea, puso sobre la mesa que “hay un tema geopolítico” detrás del comercial. “Sobre todo después de la guerra de Rusia y Ucrania y la remoción que ha generado sobre el juego de poderes en el mundo y la nueva globalización que deriva de eso, China va a reiterar sus intereses de liderazgo mundial”, que están vinculados “con su posición con América Latina”, y “tiene mucho que ver con Brasil y Argentina”, agregó.
También habló de los motivos por los que no prosperó un TLC con China durante el último gobierno del FA. “La propia China no le dio ninguna importancia”, expresó y sostuvo que las autoridades de aquel país “en los hechos no hicieron absolutamente nada” para que el acuerdo progresara. A pesar de los anuncios del actual gobierno uruguayo, afirmó que la postura de China no ha cambiado desde aquel momento: “¿Por qué no ha salido ninguna autoridad china a hablar de este tema públicamente? Es absolutamente claro que China sigue en la misma posición”, dijo Astori.