El politólogo y director de Factum, Óscar Bottinelli, participó de la última peña junto a Leandro Grille y Víctor Hugo "Popi" Abelando, donde analizó el escenario político de cara a las elecciones 2024.
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Faltando un año para las elecciones, y con varias candidaturas confirmadas, Bottinelli analizó el inicio de la contienda electoral: "En Factum adherimos a la teoría del voto estructural. Es decir, partimos de la base de que el voto no es una opción de mercado, sino el resumen de una decisión política. Y las decisiones políticas se van formando a lo largo de toda la vida de la persona, de los partidos y de los dirigentes políticos".
Y agregó: "Actualmente, el 60% de los uruguayos tiene una pertenencia política. La pertenencia no es voto a, sino soy de. Sentir una identidad como, por ejemplo, en religión puede sentir el que dice soy católico o soy evangélico. Y el irse es un acto de ruptura, no la expectativa de un cambio".
Para Bottinelli, hacia las elecciones del 2024, "es probable que tengamos mucha más estabilidad entre bloques que dentro del actual bloque oficialista".
El politólogo también se refirió a las diferentes "metas electorales", como ganar la presidencia, obtener la mayoría parlamentaria y ganar en la primera vuelta, y cómo estas metas pueden influir en la estrategia política. Al respecto, estimó que, en un principio, para la oposición parece más fácil obtener la presidencia que la mayoría parlamentaria, lo cual consideró "un dato importante a tener en cuenta".
Consultado por la existencia de las llamadas "familias ideológicas", el experto respondió: "Creo que hay un degrade ideológico bastante claro. Hay un eje derecha izquierda o un eje libre mercado neoliberalismo versus estatismo. Ahí la cosa es mucho más entreverada porque no tenemos el mismo alineamiento que en derecha e izquierda. Tenemos un fuerte estatismo y fuerte libre mercado en la derecha, ambas cosas, y a la izquierda, dentro del Frente Amplio, posturas que le dan mucho más cabida al libre mercado y otras que le dan poca o nula cabida, y son fuertemente estatistas".
En resumen, opinó que la existencia de las familias ideológicas "depende del momento y de la temática". "Lo estamos viendo en muchos campos. Por ejemplo, la Rendición de Cuentas fue un campo de batalla del oficialismo. Y también lo vemos en los plebiscitos, que están marcando que hay diferencias en todos lados".
Sobre la diferencia en el comportamiento electoral entre la capital, Montevideo, y el interior del país, expresó: "La decisión política de la gente está marcada por elementos de tradición familiar, pero eso está formado en función de elementos que consideramos básicos que tiene que ver con las clases sociales. Y quiero aclarar, no es el nivel socioeconómico, que es una medición más del tipo de consumo de la gente, sino de la relación de la persona o la familia, con el mundo productivo".
Bottinelli identificó tres grandes zonas electorales en Uruguay: el área metropolitana, la zona de producción intensiva y el basalto (Artigas, Rivera, Cerro Largo, Treinta y Tres, Tacuarembó, Durazno y lo extiendo Flores y Lavalleja), donde el Frente Amplio está más debilitado. "En cada zona, claramente, el discurso es distinto, cómo se piensa, cuáles son los temas que se toman, cuáles son las posturas que se defienden y cuáles son las demandas de la gente. Pero sin duda, el grueso del electorado está en el área metropolitana".
El experto remarcó que el FA perdió votos en las periferias de ciudades capitales del interior, como a nivel de sectores más firmes como los asalariados, donde debería recuperar votos si quiere acceder a la presidencia.