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Política causa Marset | Luis Alberto Heber |

Marchan a fiscalía

Causa Marset, los cuatro imputados

Como adelantó Caras y Caretas, 4 altos jerarcas tendrán que declarar en caracter de imputados en la causa Marset y otro 10 funcionarios como testigos.

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A partir del 28 de julio el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, el canciller Francisco Bustillo, el subsecretario de Interior, Guillermo Maciel y la exsubsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, deberán declarar ante el fiscal Alejandro Machado. Los cuatro lo harán en carácter de imputados en la denominada “causa Marset”.

La información ya había sido adelantada por Caras y Caretas el 5 de mayo pasado.

Además otros 10 funcionarios entre los que se encuentra la directora de Asuntos Consulares de cancillería, el director de Identificación Civil, la cónsul uruguaya en Dubái, entre otros, lo harán como testigos.

Machado investiga la entrega de un pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset en noviembre de 2021, cuando este estaba preso en Dubái.

El hecho que se les cite como imputados no significa que tengan alguna responsabilidad, sino que se les otorgan más garantías ya que deben concurrir con su abogado defensor. Además, si mienten, no son penados. Diferente sería si concurrieran como testigos, ya que estos pueden ser formalizados si se comprobara que mintieron en sus declaraciones.

Antecedentes del caso

El 7 de junio del 2021 a la hora 9.13, Marset y su familia salieron de Paraguay, intentando llegar a Grecia. Pasaron por un país africano y luego por Dubái, donde funcionarios de migraciones se dieron cuenta de que el pasaporte paraguayo que portaba era falso y fue detenido. Era el 10 de setiembre.

El 3 de noviembre de 2021 el subsecretario del ministerio del Interior, Guillermo Maciel, le informa a Carolina Ache, subsecretaria de cancillería, quién era Marset y le envió un mensaje que decía: “Hola Caro, ¿podemos saber qué pasó con este delincuente detenido en Dubái por documento falso? Es un narco uruguayo muy peligroso y pesado. Saber si sigue detenido o lo liberaron, lo cual sería terrible, Beso”.

Ache contestó 2 minutos después: “Dale, te averiguo. Beso”.

En tanto, Marset estaba desesperado porque si no obtenía su pasaporte uruguayo antes del 10 de diciembre, sería extraditado a Paraguay.

La oficina de Asuntos Consulares de cancillería le informó a la esposa del narco que por valija diplomática el documento llegaría a Dubái el 22 de diciembre.

Entonces la mujer se contactó con el abogado Alejandro Balbi, quien lo había defendido una vez en Uruguay, para que le gestionara el pasaporte uruguayo.

El 24 de noviembre, con el trámite ya iniciado, Balbi se reune con Ache en la cancillería. Al otro día logró que Identificación Civil le entregara el pasaporte y en un acto absolutamente irregular, el abogado lo entregó a terceras personas que lo llevaron inmediatamente hasta Dubái.

Pero para gestionar el pasaporte la cancillería envió a la cónsul en Emiratos Árabes para tomarle huellas dactilares, firma y foto. En presencia de la funcionaria, Marset dijo que “vivía en un hotel 5 estrellas de Dubái”, algo que no era cierto porque no había logrado ingresar a esa ciudad.

La cónsul advirtió en más de una oportunidad a sus jefes en Uruguay que “este trámite no le parecía correcto”.

El diario El Observador informó que: “una carta del departamento consular de la embajada de Uruguay en Emiratos Árabes Unidos, que había sido solicitada por el abogado Alejandro Balbi, fue utilizada por la defensa del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset para pedir que fuera dejado en libertad en el juicio tras haber sido detenido por tener un pasaporte paraguayo falso.

La carta, escrita en inglés y fechada el 31 de octubre de 2021, señala que Marset tramitará un pasaporte uruguayo una vez que salga de prisión, aunque no saben si lo obtendrá porque es el Ministerio del Interior el que debe autorizarlo, y asegura que en caso que necesite retornar inmediatamente a Uruguay le proporcionarán un documento de viaje que lo habilite a volver por una sola vez.

Ese documento fue utilizado por la defensa de Marset para decir que no tenía necesidad de usar un pasaporte falso porque podía obtener el uruguayo de forma legal, y fue considerado por los jueces en la sentencia como una de las razones para declararlo inocente, ya que tampoco podían probar que supiera que el documento paraguayo que estaba usando era apócrifo”.

El 22 de enero y como su país de nacimiento no presentaba ninguna oposición al entregarle el pasaporte, Marset fue liberado y desde entonces tiene paradero desconocido.

Lo investigaban Uruguay, Paraguay y la DEA. Pero el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, que ha firmado varios acuerdos de cooperación para compartir información, no se enteró. Es más, durante la interpelación realizada en el Senado dijo que “no sabía que Marset gestionaba un pasaporte”. Algo que desmiente el subsecretario Maciel en su intercambio de mensajes con Ache.

La cancillería fue más eficiente porque entregó un pasaporte con trámite urgente a pesar de que la embajada uruguaya en Emiratos Árabes y la propia cónsul uruguaya en Dubái advirtieron sobre la “inconveniencia” de la gestión.

Antecedentes de Marset

En enero del año pasado Sebastián Marset (32 años) lograba salir de una prisión de Dubái gracias a que la cancillería uruguaya le otorgó un pasaporte. Desde entonces nada se sabe de él, aunque tiene un pedido de captura emitido por Interpol.

Tenía 21 años cuando fue detenido en Lavalleja con un cargamento de 400 kilos de marihuana trasladados desde Paraguay en una avioneta piloteada por Juan Domingo Vivero Cartes, tío de Horacio Cartes, quien poco después sería elegido presidente de Paraguay. Pasó algunos años preso.

El 14 de agosto de 2018 fue asesinado Alfredo Rondán en Las Toscas. Era un amigo de la infancia de Marset. Varias pericias ubicaron al narco en el lugar, por lo que el juez Enrique Falco lo procesó con prisión. Pero en agosto de 2020 el fiscal Maximiliano Sosa archivó la investigación ya que, a su juicio, no había prueba suficiente para procesarlo por homicidio. Recuperó la libertad y se fue del país.

Vivió un tiempo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde hizo contactos con narcos productores de cocaína.

Desde allí fue a Paraguay, donde en paralelo a su actividad como traficante de drogas asociado al Clan Insfrán, comenzó a desarrollar producciones de espectáculos.

Esta organización “legalizaba” activos a través de los clubes de fútbol Rubio Ñu, River Plate y Deportivo Capiatá, además del club griego Atlético Trikala, y de la iglesia denominada Centro de Avivamiento, que tenía sedes en varias ciudades paraguayas y congregaba multitudes. Esta banda fue desmantelada recién en marzo de 2022.

En abril de 2021 se probó como jugador de fútbol profesional en el club Capiatá, cuyo presidente era el diputado cartista Erico Galeano. Este había recibido 2.500.000 dólares de Horacio Cartes para construir un estadio con capacidad de 15.000 espectadores. Antes el club había tenido un breve pasaje por las copas Libertadores y Sudamericana.

A partir de una investigación iniciada por el fiscal Marcelo Pecci, luego asesinado en Colombia, funcionarios infieles informaron a Marset que “era inminente su detención”. El 12 de setiembre en Asunción asesinaron a un empresario de apellido Schuartzman, informante de la Policía y a quien acusaban de ser quien había conseguido el pasaporte falso que el narco uruguayo portaba cuando fue detenido.

Marset es acusado de traficar miles de kilos de cocaína boliviana desde Paraguay a través de la hidrovía para sacarla por el Puerto de Montevideo rumbo a Europa.

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