En planta baja
No es momento de echarle culpas a nadie y los análisis quedan para más adelante. Con el diario del lunes a la vista, haciendo un poco de historia, podemos decir que en el 2004 la fórmula Larrañaga–Abreu, aún perdiendo en primera vuelta con Tabaré Vázquez, obtuvo el 35,13 % que, dicho sea de paso, fue el mejor guarismo obtenido por los blancos desde que entró en vigencia la reforma constitucional de 1996.
En el 2009, cuando ganó Mujica las elecciones nacionales, en la primera vuelta la fórmula Lacalle padre–Larrañaga, más allá de las inolvidables frases del “sucucho” y la “motosierra” en boca del candidato, obtuvo el 29,07 % del sufragio.
En el 2014, cuando, por primera vez, prueba suerte Lacalle hijo, si bien perdió en el balotaje con Tabaré Vázquez, en primera vuelta obtuvo un nada despreciable 30,38 %.
En el 2019, si bien la fórmula Lacalle Pou–Argimón ganó la elección gracias a la coalición multicolor, obtuvo el Partido Nacional un magro 28,62 %.
En la recta final, cuando apenas queda una semana, cuando los dados están echados y no queda mucho para revertir los números que hoy preocupan a los blancos, con toda la furia llegarían apenas al 24 % de los votos. Esa pobreza franciscana de votos se traducirá en 8 o 9 senadores. Probablemente el histórico herrerismo se quede sin representación en la Cámara de Senadores. Sin ser demasiado memoriosa, es un hecho que no ocurre desde que entró en vigencia la constitución de 1917. Sería, además, la despedida de Luis Alberto Heber del Poder Legislativo. Desde la vuelta a la democracia ha estado en el Parlamento ininterrumpidamente.
Como le dijo a Juana un blanco, de esos que la saben lunga, los herreristas no tienen de dónde sacar votos; ya no hay manera de rascar la lata…
Uruguay para adelante
Pero vayamos por partes. Los blancos definieron sus hojas de votación luego de varias semanas de negociaciones, idas y venidas, pases de un lado y del otro, y heridas difíciles de olvidar. Fueron largas semanas complicadas, le dijo la escribana Argimón a Juana. “Sé que es lo que suele ocurrir cada cinco años”, agregó, pero el armado de las listas al Parlamento supuso dolores de cabeza, duras negociaciones que dejarán secuelas y alianzas nuevas, que cambiaron el paisaje del armado en el 2019, cuando la coyuntura era bien distinta.
Se armó, para el Senado, el sublema Uruguay Para Adelante, que nuclea a las principales agrupaciones del Partido Nacional. Todas, sin excepción, han buscado el paraguas protector de llevar al hoy presidente de la República, Luis Lacalle Pou, como primer candidato al Senado. En la práctica, es un gancho marketinero y está acordado que, si asume la banca, lo hará por su grupo político Aire Fresco, ese que fundaron en el 2008 el entonces diputado por Canelones, Lacalle Pou, y el diputado por Montevideo, Álvaro Delgado. Su primer suplente es Martín Lema, el segundo titular es Álvaro Delgado y la tercera, la controvertida senadora Graciela Bianchi. El cuarto candidato es Amín Niffouri, la espada del presidente en Canelones con una agrupación fuerte que en las internas se alzó con la nada despreciable cifra de 30 mil votos. El quinto titular es el porlapatrista Jorge Gandini, que alcanzó un acuerdo con Aire Fresco hace dos o tres meses, cuando los números venían mejor y, en una proyección del 28 % para los blancos, repetía el Senado. Gandini, con viejo oficio, hizo un acuerdo global con un lugar incierto pero que le permite abrir su tradicional lista 250 en Montevideo, lo que lo dejaría volver a su vieja banca de diputado.
La histórica Lista 71, esa que fundaron hace 30 años el multiformalizado Gustavo Penadés y Luis Alberto Heber fue, durante varias elecciones, buque insignia del Partido Nacional en Montevideo. Lleva, como primer suplente de Lacalle Pou, al exministro del Interior. El segundo titular de la lista es el viajero senador Juan Sartori. Hicieron un acuerdo, casi al cierre del vencimiento del plazo de presentación de las listas, y hasta ahora toda su contribución han sido dos spots en las redes, uno de ellos muy original, con la camiseta celeste, contando que está por arrancar una carrera… No sabemos cuándo larga, pero hasta ahora se subió a un solo estrado, no pronunció ningún discurso, y con mucha suerte estará en Montevideo el próximo 28 de octubre.
El grupo liderado por el exministro Javier García, con su tradicional lista 40, que se caracteriza por el color amarillo, a mediados del período de gobierno comenzó a pensar en grande y amplió su quiosco armando lo que todos conocemos como el “Grupo de los Intendentes”, al que dieron en llamar “Mejor País”. Así, la 40 empezó a crecer y a mirar más allá de Montevideo, con el apoyo territorial del intendente de Maldonado, Enrique Antía, y ese tándem que conforman José Yurramendi, que funge como intendente en funciones, y el emérito Sergio Botana. El acuerdo en sí mismo se tradujo en la obtención de la lista al Senado de la 40 para el economista y senador Sergio Botana. Después del fracaso del acuerdo del herrerismo con lo que queda de Alianza Nacional, negociación va, acuerdo viene, levantaron campamento el intendente de Soriano, Guillermo Besozzi y el senador maragato Carlos Camy, y se sumaron también a la agrupación que lidera el exministro de Defensa.
Después del ninguneo que todos presenciamos entre el herrerismo y Laura Raffo por un lugar en la lista al Senado, dio un portazo y se sumó también al viejo tractor amarillo. Esta sumatoria de acuerdos y de acomodos ha dejado bien posicionada a la 40 y su nueva estructura, a la que denominaron Alianza País. Suma el peso territorial de tres intendencias fuertes del Partido Nacional, y a la intendenta y a la candidata que no fue, Laura Raffo, la premió con la segunda suplencia en la primera línea al Senado.
La lista 5, que nuclea, entre otros, a la vicepresidenta Beatriz Argimón, los intendentes de Paysandú, Nicolás Olivera, Colonia, Carlos Moreira, y el de Tacuarembó, Wilson Ezquerra. Juntos conformaron “El Futuro DCentro”, un espacio con buen peso territorial, serias expectativas de hacerse de alguna banca en el Senado y la incorporación, sobre el vencimiento del plazo, de la hasta ahora senadora herrerista, Gloria Rodríguez. A esta la premiaron con el segundo lugar en la Cámara de Diputados.
En el Senado de la lista 5, la primera suplencia del presidente Lacalle Pou es para el intendente de Paysandú, la segunda para el de Colonia, y la tercera suplencia, Valeria Ripoll. Sin duda, todo con gusto a muy poco para la candidata a vicepresidenta de la fórmula blanca, Shirley Valeria. Según le contaron a Juana, tan enojada quedó de que su lista, a la que llegó de la mano de Argimón, cuando resolvió darle un portazo a Adeom y al Partido Comunista, no la incluyó como primera titular a la Cámara de Diputados, que fue velozmente a pedirle ayuda al joven dirigente de la lista 22, Santiago Caramés. La premiaron con un lugar de privilegio en la plancha de diputados por Montevideo y, como dice el slogan que ha inundado las redes y la publicidad en los medios radiotelevisivos es “la lista de Valeria Ripoll en Montevideo”.
Campaña del padre y del hijo: Lacalle Pou y Lacalle Herrera
La recta final de la campaña electoral de los blancos encuentra al expresidente Lacalle de Herrera y al presidente Lacalle Pou trabajando a destajo para apuntalar a un candidato que viene en caída libre. El presidente de la República inaugura, corta cintas, se saca selfies de norte a sur y de este a oeste. Salió a defender su gestión y puso la defensa de la reforma de la seguridad social en sus hombros. Transita los últimos días de campaña electoral contra la raya de la Constitución. Todos los constitucionalistas consultados por Juana para Caras y Caretas coinciden en que el presidente puede defender su reforma; el resto, hablar de política, rezongar al candidato del Frente Amplio, enojarse con la dirigencia de Fenapes porque realizó un paro para defender sus derechos, es bastante más que “jugar contra la raya”. Como esto parece ser un “sálvese quien pueda”, Lacalle Pou y la escribana Argimón, los que tienen saldo positivo de imagen que exhibir, no paran en sus esfuerzos de defender la gestión y apuntalar al candidato…
En estos últimos días de campaña electoral salió a la cancha el expresidente Lacalle de Herrera. Todos sabemos que lleva años en un profundo y prolongado silencio, que arrancó allá por el 2012, cuando el liderazgo del partido quedó en manos de su hijo.
Con un olfato político prodigioso sustentado en la baquía de tantas campañas electorales arriba del lomo, el expresidente, sin pedir permiso, se puso los cortos y arrancó. Juana sabe que tomó la decisión de meterse de lleno en la campaña electoral cuando vio la fuga, un día sí y otro también, de dirigentes del herrerismo. Esta semana se despachó a lo grande. Dijo que en las elecciones “no hay figuras de primer nivel como candidatos”. El exmandatario agregó: “La actual campaña electoral es distinta, no hay figuras que cinchen”. De todas maneras, llamó a votar a Delgado y, fiel a su estilo, dijo: “Tenemos el 2 y el 4 de la muestra. Mejor opción no hay. Tuvo la suerte de hacer un posgrado al lado del presidente Lacalle Pou”.
Las calculadoras
Quedan pocos días. Apenas unas semanas. Una campaña electoral diferente, con poco entusiasmo para el partido de gobierno, que el candidato justifica diciendo: “Quizás no soy el candidato que entusiasma a las masas. Pero la gente votará a alguien que les ofrezca estabilidad y ser un buen presidente”. Según el candidato blanco, la decisión de los votantes al final de la campaña no se basará solamente en el fervor del momento, más allá del ruido, si no en una reflexión más profunda sobre el futuro del país.
Los escenarios que manejan los blancos van desde el pronóstico más agorero de sacar ocho senadores, aunque sueñan con llegar a nueve. Todos sostienen que es muy difícil que el Partido Nacional llegue a diez bancas. Cuando piensan en ocho, las distribuyen: cuatro para Aire Fresco, tres para la 40 y compañía, y todos coinciden en que la 5 se quedará con una y que es casi imposible que el herrerismo pueda volver al Senado. Cuando piensan en grande y los números los hace la gente de Aire Fresco: piensan que obtendrán cinco bancas, tres le adjudican al grupo del exministro de Defensa y reiteran en una para la lista del sector DCentro. Si la información te la proporcionan desde el Espacio 40, insisten en sostener que están peleando palo a palo 4 bancas cada uno con el grupo de Lacalle Pou.
Hasta entonces, nos quedan las calculadoras, y el escenario que finalmente emerja de las urnas el domingo 27 de octubre seguramente condicionará la recta final de la segunda vuelta.
Por ahora, queda claro que el candidato Álvaro Delgado tiene dificultades para llegar al segundo piso de transformaciones. La candidata a vice no rindió lo que esperaban, pero Juana sabe que todas las barajas están en el mazo. El veredicto lo daremos todos los uruguayos.