El ancestral sistema bancario local llamado "Hawala" (un medio informal de transferencias de fondos mediante proveedores de servicios que está basado en la confianza) permite transferir efectivo sin que el dinero se mueva realmente. Lo que posibilita que capos del narcotráfico realicen grandes inversiones en propiedades y empresas tecnológicas y criptoactivos, sin dejar rastro alguno de la operación.
Otra razón por la cual Dubái fue durante años el refugio ideal para grandes narcos de Europa es debido a su limitada cooperación judicial, que implicaba un mínimo riesgo de ser extraditados, según investigadores y jueces europeos entrevistados en un reciente reportaje de la agencia AFP. Francisco Torres, jefe de la unidad de élite de la Guardia Civil que investiga al crimen organizado, afirmó que en Dubái estas personas buscadas por la Justicia no se esconden ni viven bajo identidades falsas. "Llevan una vida de lujo a la vista de todos, con total impunidad", advirtió Torres.
Centro de operaciones del narcotráfico internacional
Fue recién hace cinco años que las principales agencias antidrogas de todo el mundo repararon en que la ciudad también funcionaba como un centro de operaciones de las más importantes organizaciones del narcotráfico internacional.
“Sabemos que una gran cantidad de objetivos de alto valor planean y permiten sus actividades delictivas mientras residen en países (por ejemplo, Dubái, Emiratos Árabes Unidos y Turquía) que son particularmente atractivos para los delincuentes expatriados europeos”, expresaba un informe de la Unión Europea del año 2021. El documento hacía referencia a criminales expatriados europeos albaneses, españoles, belgas, franceses, irlandeses, italianos, neerlandeses y serbios.
La Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial, Europol, describió a Dubái como un "centro de coordinación a distancia", donde grandes capos narcos de Europa viven abiertamente y blanquean sus activos y mueven los hilos de los puertos como Amberes, en Bélgica; Róterdam, en Países Bajos; Le Havre, en Francia y de varios puertos españoles por donde entra la cocaína sudamericana.
En los últimos años, muchos países de Europa firmaron nuevos tratados de extradición con el emirato, al tiempo que Europol creó una lista de objetivos de alto valor instalados en Dubái y Turquía, con el objetivo de que los mafiosos 'intocables' dejen de serlo y de poder confiscar sus activos ilegales en el emirato.
María Vélez de Berliner, asesora del Pentágono en Estados Unidos y profesora de George Washington University, manifestó en entrevista al diario El Colombiano que, en Dubái, estos grupos tienen conexiones de alto nivel que cobran una tarifa por su protección, el cual ronda el 40 % del precio final total del envío. Asimismo, se descubrió que los narcos instalados en Dubái invierten en empresas de telecomunicaciones y startups para encubrir sus coordinaciones a distancia.
Los capos del narcotráfico operaron allí con seguridad, hicieron negocios y contactos con otros traficantes importantes a nivel global en los cafés, según fuentes judiciales. Los hoteles y restaurantes de lujo en pleno desierto son el escenario para cumbres de mafiosos, en los que se pactan embarques de droga.
Por ejemplo, entre el 15 y el 22 de abril de 2021 (cinco meses antes de que Sebastián Marset fuera detenido en Dubái), el uruguayo mantuvo reuniones en la ciudad junto a sus brazos financieros y testaferros, el uruguayo Federico Santoro y los paraguayos José Fernando Darío Estigarribia, Alberto Koube Ayala, y su pareja.
El quiebre de la luna de miel emiratí
Aparentemente todos convivían en Dubái en relativa armonía. Sin embargo, “cuando hay tantos peces gordos en el estanque, los conflictos son inevitables”. Según Vélez de Berliner, “aquellos que han sido detectados por la Policía local o las de Francia, Italia y Colombia fueron delatados por carteles de la competencia y altos mandos en las instituciones de Dubái”. El primer punto de inflexión fue la caída de la firma Phantom Secure en 2018, con sede en Canadá y oficina en Dubái.
La compañía investigada por la DEA y el FBI ofrecía a sus clientes (entre ellos el cártel de Sinaloa) dispositivos móviles con encriptación de grado militar, cuya información era indetectable y podía destruirse a distancia. Según la investigación, estos fueron usados para coordinar envíos de miles de toneladas de cocaína.
Luego, en 2021 cayó la compañía francesa Sky Global, creadora de Sky ECC, el sistema que era utilizado por la organización de Marset y otras que operaban desde Dubái, lo que permitió capturar al mafioso italiano Raffaele Imperiale, el 4 de agosto de ese año, en una operación conjunta del Guardia de Finanzas y la Policía de Nápoles, en colaboración con el Servicio de Cooperación Policial Internacional.
Imperiale, miembro de la camorra napolitana y socio de la ‘Ndrangheta calabresa, tenía negocios en Marbella y en 2013 abandonó Países Bajos para instalarse en Dubái, siendo el pionero de las inversiones inmobiliarias en la ciudad emiratí.
Efecto dominó
La colaboración internacional sirvió para que las autoridades del emirato optasen por detenerlo y extraditarlo a Italia. Desde entonces ha colaborado con la Justicia italiana y varias ramas dedicadas al tráfico de cocaína desde Sudamérica hacia Europa fueron desmanteladas en los últimos meses, a partir de sus revelaciones.
La información aportada por el napolitano permitió el desmantelamiento de un supercártel de narcotráfico que operaba desde Dubái, que era responsable de un tercio del mercado total de cocaína en Europa. Entre la media centena de detenidos en varios países, en Dubái detuvieron a cinco de los seis "señores de la droga" que lideraban la organización desde el emirato donde vivían hace años. Entre ellos, Edin “Tito” Gaanin, de Bosnia; Faissal Taghi y su padre Ridouan Taghi, jefe del principal clan de la Mocro Maffia que opera en Países Bajos y Bélgica.
Operativos posteriores lograron arrestar a otros miembros de la Mocro Maffia que tocan de cerca a la estructura montada por el clan Marset en Bolivia y Paraguay. La detención del belga Nordin El Hajjioui y la reciente aprehensión del también oriundo de Amberes, Othman El Ballouti, el pasado 2 de diciembre en Dubái.
Condenado por narcotráfico en Bélgica, en julio de 2023 la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro estadounidense incluyó a El Ballouti en su lista de sancionados por dirigir, una organización delictiva internacional dedicada a enviar cocaína en contenedores en el puerto de Amberes, que luego son distribuidas en Róterdam a las principales ciudades de Europa.
El cargamento que El Ballouti le encargó a Marset
Se lo asocia a un embarque de 10.964 kg de cocaína incautado en Amberes fue encargado por El Ballouti a la organización de Marset y Miguel Ángel Insfrán.
Las casi 11 toneladas de cocaína decomisadas el 3 de abril de 2021 en el principal puerto de Bélgica (y puerta de entrada de la droga proveniente de Sudamérica) habían sido embarcadas el 12 de febrero en el Puerto Seguro de Villeta (Paraguay), y la embarcación hizo una escala en Buenos Aires entre el 26 y el 28 de febrero.
El cargamento fue enviado por la empresa Neumáticos Guairá S.A., cuyos responsables eran los paraguayos Luis Fernando Sebriano González y Pedro Alejandro Gauto Echevarría. Le habían comprado el cuero a Fabe S.A. y luego camuflado con la cocaína en el depósito de Maxigrains S.A. ubicado en Villeta, cuyos propietarios eran Ferdinaldo Abilio Stadecker Chaves y Sebriano González.
Este último también era titular de la empresa Artis S.A., que quedó inactiva por parte de la organización, después de que el 18 de junio de 2020 en Amberes fueran incautados 1.331 kg de cocaína, ocultos entre un cargamento de harina de soja.
Que la organización liderada por Marset e Insfrán tenía un brazo logístico en Dubái era una de las informaciones que formaban parte de las investigaciones paraguayas que se desarrollaron previamente a la conocida causa A Ultranza Py.
Smart y Turf
La denominada Operación Turf fue la conclusión de una investigación de 18 meses en torno a una red vinculada a las incautaciones de al menos ocho toneladas de cocaína en puertos de Bélgica, Brasil, Italia, Países Bajos y España. La red era coordinada por un centro de comando en Dubái que se encargaba de organizar el traslado de cocaína desde las zonas productoras en Bolivia, pasando por Paraguay y después por Brasil o Uruguay, desde donde era enviada en contenedores a Europa.
Según las autoridades paraguayas, el principal objetivo de la Operación Turf era el empresario brasileño Marcus Vinicius Espíndola Marqués de Padua, vinculado a varias empresas de Ciudad del Este, Paraguay, dedicadas a la importación de vehículos blindados de lujo. La Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay sostiene que estos vehículos, fabricados con compartimentos ocultos, eran utilizados para transportar cocaína de Paraguay a Brasil. Aunque también se descubrió que el Ministerio del Interior paraguayo había contratado a la empresa de Espíndola para el blindaje de patrulleros y la adquisición de chalecos antibala, a pesar de que el brasileño, vinculado con el Primer Comando de la Capital (PCC), era buscado por decenas de cargos de narcotráfico y lavado de dinero en Brasil. Fue finalmente arrestado en Foz de Iguazú, al otro lado de la frontera con Paraguay.
Espíndola coordinaba funciones con otro ciudadano brasileño residente en Paraguay: Lindomar Reges Furtado, también buscado por cargos de narcotráfico en Brasil. Sin embargo, cuando las autoridades paraguayas intentaron detener a Furtado en el Paraná Country Club (Country predilecto de los narcos) en Hernandarias, los guardias de seguridad del club les impidieron el ingreso, lo que provocó un retraso de ocho minutos que permitió la huida de Furtado. No es casualidad, pues Furtado fue beneficiado de una orden de protección otorgada por un juez paraguayo en febrero de 2020, tras acusar a la Policía de Ciudad del Este de intentar extorsionarlo. Asimismo, tenía vínculos directos con la empresa tabacalera Tabesa, del sospechado expresidente paraguayo Horacio Cartes.
La escandalosa Operación Turf, desarrollada una semana antes de A Ultranza Py, tuvo como precedente una investigación denominada Smart, que desde 2019 tenía en la mira a un clan liderado por un joven uruguayo instalado en Paraguay en 2018.
Desde 2019 sabían quién era Marset
El fiscal adjunto antidrogas, Marco Alcaraz, indicó que desde el 2019 venían investigando este esquema de narcotráfico liderado por Marset para el “envío de grandes remesas de drogas al mercado europeo y países vecinos”, y que al mismo tiempo adquiría “empresas ya constituidas y con la antigüedad tributaria en diversos rubros, con el objetivo de movilizar el mayor porcentaje de activos a través de dichas firmas comerciales, producto de la venta de sustancias prohibidas”.
Las incursiones se realizaron luego de un trabajo en conjunto de varias agencias. Según fuentes investigativas, las primeras informaciones surgieron de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad), que fueron compartidas con la Senad y la Fiscalía, y desde entonces se formó un equipo de trabajo que incluyó a agentes de Bélgica, Países Bajos, de la DEA estadounidense y también de Uruguay.
De hecho, una carta redactada el 4 de mayo de 2021 por un jerarca de la Policía de Paraguay y remitida al fiscal de Crimen Organizado de ese país, Lorenzo Lezcano, señalaba la existencia de una “estructura criminal” que había montado Marset junto importantes empresarios, basado en información conocida por una “cooperación” previa de la Policía de Uruguay, de acuerdo con ese documento.
Dicha organización estaba vinculada a Reges Furtado por intermedio del brasileño Marlon Santos, señalado en la carpeta investigativa de la “Operación Smart” en segundo plano de jerarquía, como nexo de la banda con productores bolivianos.
Asimismo, ya surgía el nombre de Santoro, que también era buscado por Interpol por ser el encargado de trasladar a los tripulantes del avión iraní Emtrasur que estuvo en Paraguay y Argentina, y que Uruguay no dejó aterrizar. Santoro, que desde Ciudad del Este manejaba las finanzas de la organización, fue extraditado en 2024 por EEUU, por haber lavado dinero negro mediante bancos de ese país.
Otro que aparecía en el esquema logístico y comercial de la organización de Marset en esa primera investigación era Mauricio Schwartzman, empresario paraguayo asesinado el 12 de setiembre de 2021 (dos días después de la detención de Marset en Dubái) en un homicidio en el que el principal sospechoso es el propio uruguayo, no solo por los problemas que tuvo el pasaporte paraguayo que Schwartzman le facilitó a Marset gracias a sus contactos en las oficinas policiales. El empresario paraguayo era una persona de “mucha confianza” de Marset, que se dedicaba al “área logística de la estructura criminal” y era el responsable de “coordinar y verificar el envío de grandes remesas de droga a Europa y otros países a través de empresas legalmente constituidas”, pero en el último tiempo, esa confianza se había desvaneciendo hasta que finalmente ocurrió el sicariato de Schwartzman en Asunción, homicidio que era investigado por el fiscal Marcelo Pecci —uno de los investigadores de Smart, Turf y otras causas narco de alto perfil como Pavo Real— que fue ultimado el 10 de mayo de 2022 en una playa colombiana. Previamente, había sido atentado un jerarca policial de Ciudad del Este que investigaba a Marset y compañía, quien le pasaba los informes a Lezcano.
Una misiva —que forma parte de la carpeta fiscal paraguaya de la Operación Smart— indicaba que ya había elementos como para solicitar la “apertura de una causa penal”. Y que eso era posible a raíz de “informes” realizados “por parte de la Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas (Dgrtid) de Uruguay, pero gracias a una serie de filtraciones de información de las causas brindada al grupo por funcionarios de la Senad y la Fiscalía paraguaya, las operaciones se dilataron, permitiendo que el clan Marset busque nuevos destinos a mediados de 2021. De Paraguay fueron a Brasil y luego viajaron a Dubái en junio, donde Gianina García Troche ya tenía la residencia y una empresa a su nombre.
¿Qué estaba haciendo Marset cuando cayó en Dubái en 2021?
Como parte de la red de lavado que pretendían montar desde suelo emiratí, el grupo incursionó en un esquema de “transferencias de jugadores de fútbol paraguayos (del Rubio Ñu) al club Tríkala FC de Grecia”, un equipo de la segunda división helénica que Marset pretendía comprar. De hecho, cuando fue arrestado en el aeropuerto de Dubái, se dirigía junto a su hermano Diego a Turquía, desde donde volarían a Grecia, donde iban a ser las negociaciones para comprar el club.
Los investigadores paraguayos afirmaron que Marset esperaba utilizar Tríkala para blanquear dinero y establecerse en Grecia para expandir su red de tráfico de cocaína. La Policía antinarcóticos griega dijo que desconocían la conexión de Marset con el grupo, tal vez debido a la rapidez con la que se disolvió el plan, puesto que, con su detención en Dubái, el plan de Marset en Tríkala se vino abajo.
En Grecia ya había investigaciones en curso que apuntaban que el Tríkala FC tenía vínculos con el crimen organizado y el amaño de partidos. A principios de ese año, su dueño, Christos Gialia, había recibido más de una docena de disparos con un rifle Kalashnikov y fue quemado en su auto. Anteriormente había sido arrestado por tráfico de armas y drogas, mientras que el presidente del club, Sakis Karatzounis, había sido condenado por tráfico de drogas en 2017.
El Tríkala FC contrató en ocasiones a entrenadores extranjeros que se sorprendieron con lo que descubrieron. En 2021, el equipo contrató a David Magrone, exmiembro del cuerpo técnico del Tottenham Hotspur de la Premier League inglesa. Magrone se fue después de 10 días y dijo a los periodistas de fútbol que estaba escandalizado. “Es el ambiente más amateur y poco profesional en el que he estado”, dijo Magrone en una entrevista con FTBL, un sitio web de fútbol australiano. “Era como el lejano oeste y no lo digo a la ligera”, expresó el DT. Magrone dijo que estaba al tanto de la posible participación del equipo en amaños de partidos, aunque las actividades ilícitas del Tríkala parecían ser más profundas.
Unas semanas después de la marcha de Magrone, en septiembre de 2021, un todoterreno llegó al estadio del Tríkala con cuatro jugadores paraguayos y varios entrenadores. Uno de ellos, Manuel Cáceres, empezó inmediatamente a pagar en efectivo a los empleados griegos del equipo, según los jugadores del Tríkala, y empezó a hablar de planes para comprar el equipo. Los paraguayos repartían fajos de billetes en el vestuario, recuerda Giorgos Panagiotou, secretario general del Tríkala. Lo que los jugadores y los dirigentes griegos no sabían hasta ese momento era que los jugadores paraguayos habían sido enviados por Sebastián Marset. Los investigadores supieron que Marset le ofreció a cada uno de ellos 200 mil dólares si estaban dispuestos a ser transferidos a un oscuro equipo griego, y ellos aceptaron. A finales de 2021, mientras Marset gestionaba su liberación en Dubái, los jugadores y técnicos paraguayos se fueron de Grecia tan abruptamente como habían llegado.
El paraíso narco empieza a colaborar con las agencias internacionales
Luego de ser alertado por uno de los topos que tenía en la fiscalía paraguaya, Marset activó el plan para obtener un pasaporte uruguayo mediante sus abogados, lo que se concretaría entre octubre y noviembre (con un posterior terremoto político en el gobierno de Luis Lacalle Pou), lo que a la postre le permitió quedar libre en suelo emiratí y emprender un nuevo plan que tenía como destino Santa Cruz (Bolivia). Fue allí que, luego de escapar de su mansión cruceña, encontraron un pendrive con archivos fotográficos de Marset vestido de jeque con un halcón en el brazo, en lo alto del rascacielos Burj Khalifa con su esposa, en una excursión al desierto donde también estaba su socio narco boliviano, Erland Ivar García López.
Según los registros de propiedad obtenidos por el grupo de investigación C4ADS y el Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), publicados en un informe del Washington Post, de octubre de 2024, Marset tiene invertidos más de 18 millones de dólares en diferentes emprendimientos inmobiliarios en Dubái.
“Hasta cierto punto, las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos no quieren indagar mucho porque en Dubái hay miles de millones de dinero criminal invertido”, dijo un oficial de inteligencia europeo consultado por VICE News.
Sin embargo, esta situación parece estar cambiando en el último tiempo y la expulsión de Gianina García Troche en julio de 2024 pudo haber sido parte de este nuevo escenario. "Los Emiratos Árabes Unidos están comprometidos a colaborar con todos sus socios internacionales para desbaratar y disuadir todas las formas de financiación ilícita mundial", declaró a la AFP un funcionario del Gobierno.
Desde el emirato ya no les hace gracia que relacionen a Dubái como la ciudad idílica que acoge a narcotraficantes prófugos y su dinero mal habido, por lo que la reputación de la ciudad como un refugio seguro para los criminales de élite está siendo reevaluada. Algo que se confirmó formalmente a partir de un acuerdo alcanzado en setiembre de 2024 entre los Emiratos Árabes Unidos y la Europol, que resultó crucial para las últimas detenciones relativas a dos grandes redes blanqueo de dinero por un valor total de 180 millones de euros, mediante dos empresas de un ciudadano emiratí que operaba para una organización de 21 ciudadanos británicos, con la ayuda de dos estadounidenses y un ciudadano checo. La investigación reveló que la red blanqueaba dinero mediante las criptomonedas.
El fiscal general de Dubái, Essam Issa Al Humaidan, elogió a todos los organismos encargados de llevar a cabo las investigaciones coordinadas que condujeron al desmantelamiento de estas sofisticadas redes internacionales de lavado de dinero. Subrayó la importancia de estos esfuerzos para abordar los delitos financieros complejos, proteger la economía nacional y mejorar la estabilidad financiera.
El fiscal reafirmó el compromiso de Dubái de hacer cumplir las leyes contra el lavado de dinero, combatir el crimen financiero organizado y fortalecer la cooperación internacional para defender la integridad financiera global.
No obstante, según las agencias de seguridad, en el país siguen refugiados algunos de los grandes exponentes del narcotráfico europeo y global, como el irlandés Daniel Kinahan y el propio Marset. Pero el incipiente avance de la cooperación internacional puede llevar a que muchos encuentren otros refugios. En los últimos años, las autoridades policiales han señalado a Turquía como un país clave para las grandes redes criminales a nivel mundial, empleado como refugio alternativo a Dubái. Meses atrás cayeron allí dos altos representantes del Cártel de Los Balcanes.