El Ministro Heber salió de recorrida por el barrio Punta Carretas, el punto extremo de la zona donde desde hace una semana la policía no logra detener la ola de matanzas y descuartizamientos.
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Quizás un error de geo referenciación o una error garrafal de sus equipos asesores que no tuvieron mejor idea, mientras dos personas eran asesinadas en Peñarol, que enviar al ministro y toda la plana mayor del Ministerio del Interior a recorrer una zona donde ya se sabía, los niveles de seguridad están entre los mejores de la capital, y es sin dudas una política torpe de comunicación, jactarse que tal situación es por la gestión en seguridad de las actuales autoridades.
La recorrida empezó luego de la reunión con el Presidente Lacalle, desde la esquina de 21 de setiembre y Ellauri, según recoge la crónica realizada por El País, único medio invitado a registrar la cercanía del ministro con la ciudadanía.
Sin embargo la cercanía a veces resulta lejana y en la panadería, primer lugar al que ingresó a sondear la opinión de los habitantes, la empleada de la panadería no lo reconoció.
Llamó al encargado para que respondiera por ella como era la situación de seguridad de la zona, que preguntado por el Ministro Heber por las condiciones de seguridad en la zona, expresó que en general no estaba complicado y vio con buen agrado que el Ministro recorra los barrios, aunque una vez que la comitiva oficial se retiró, el encargado mostró su desconfianza al cronista expresando, "Después hay que ver si hace algo o queda solo en la recorrida".
Luego se trasladó a una famosa pizzería de la zona donde recibido por el encargado y sus empleados, fue invitado con fainá de orillo y paso a sacarse unas selfies, mientras por Peñarol volvía a correr hemoglobina.
Recorrió dos tres comercios mas donde las respuestas sobre el aceptable nivel de seguridad eran esperables,salvo la denuncia de algunos vidrios de autos rotos que aparecían y un encuentro casual con una sobrina de Larrañaga que le pidió se acercara a un kiosco de la calle Sarmiento que es rapiñado habitualmente, pero de la visita a ese kiosco no hay informe en la crónica, quizás porque no estaba previsto que figurara en la recorrida trazada por el equipo de comunicaciones.
Si le pareció prudente pasar a visitar al Ministro de Defensa Javier García que vive en la zona para avisarle que lo andaba cuidando, pero García no se encontraba así que dejó el mensaje al portero del edificio, mientras en Peñarol, seguían matando gente.