De loco, Salle no tiene un pelo. Sabe muy bien dónde están los buenos y dónde están los malos, aunque a veces se entreveren unos y otros.
En el Frente Amplio hay mucha gente, muchas ideas, muchos desaciertos, muchos puntos a favor, muchas ilusiones y decepciones. Pero Salle puede estar tranquilo de que en el Frente Amplio están los que quieren lo mejor para los más humildes; allí están los que quieren subir las jubilaciones y poner la edad de retiro en los 60 años; allí están los que no quieren el lucro en el sistema previsional; los que quieren atacar al narcotráfico y combatir el lavado de dinero; los que quieren más soberanía y rechazan los designios de los centros financieros internacionales, de las grandes calificadoras de crédito y de los agentes de inversiones que se llevan miles de millones de dólares para el extranjero, miles de millones de dólares de trabajo de los uruguayos, de riqueza y de soberanía.
Allí están, no lo dude, doctor Salle, muchos de los que rechazan la usura y quieren rescatar a los excluidos del sistema financiero, los que quieren revisar las exoneraciones impositivas y las renuncias fiscales, los que quieren investigar los contratos secretos con Pfizer y eliminar las opacidades de la gestión pública.
Por eso, doctor, si realmente tiene la llave, no se equivoque. No es la primera vez que un iluminado pierde la puntería y termina meando fuera de la escupidera.
Si usted tiene la llave, no olvide que de un lado está Yamandú y del otro el segundo piso de lo que usted llamó, con tanto impacto político y mediático, “el narcogobierno”.