Pereira recordó la reforma curricular de 2008, un proceso en el que, a diferencia de la situación actual, participaron todos los actores sociales y políticos vinculados a la educación. Esta participación diversa permitió que la reforma de ese año fuera vista como una "maravilla" para su tiempo, ya que atendía las necesidades del momento. Sin embargo, la dirigente aclaró que aunque los currículos deben revisarse y actualizarse periódicamente, cualquier cambio debe contar con el aporte de los maestros y maestras, no solo de expertos alejados de la realidad cotidiana de las aulas.
Educación, pandemia e inversión
Otro de los temas importantes mencionados por Pereira fue el impacto de la pandemia en la educación. Aunque Uruguay tuvo una ventaja tecnológica con la existencia de recursos como las ceibalitas y la infraestructura digital, el país terminó siendo el que menos invirtió en educación durante la crisis sanitaria, según la dirigente sindical.
Esta falta de inversión agravó las brechas educativas que ya existían, y aunque hubo un esfuerzo enorme por parte de los docentes para adaptarse a las nuevas condiciones, la brecha educativa se amplió. "Nos quedó una brecha educativa que había que haber atendido, y para eso se necesitaba inversión. Bueno, este gobierno no invirtió en eso", sentenció.
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