¿Qué denuncian los clubes?
"Se denunciaron hechos con apariencia delictiva que tienen que ver con el ocultamiento de dinero que ha ingresado a la AUF de parte de Conmebol", expresó Abracinskas a Referí.
La acusación tiene que ver con el aparente desvío de 30 millones de dólares, según informó Eduardo Preve para M24, que detalló que Conmebol envió a la AUF US$ 3 millones en 2021, US$ 6 millones en 2022 y US$ 16 millones en 2023 por "adelantos de la participación de la Copa América de 2024". Además, anunció que la denuncia fue elevada a la FIFA el pasado 3 de setiembre.
La denuncia de los trece clubes también apunta a la AUF por haber presentado "balances fraudulentos" y por un aparente “ocultamiento de información” contable, que fue detectada por los denunciantes a partir de “diferencias notorias” detectadas entre los balances de la Conmebol y los presentados por la AUF.
Según informó El País, los clubes afirmaron que en "múltiples oportunidades" habían solicitado explicaciones sobre el uso del dinero del fútbol al Comité Ejecutivo de la AUF, pero lamentaron que las mismas "nunca" fueron brindadas.
Advirtieron que los gastos de la AUF "se incrementaron enormemente" y disminuyeron los ingresos, generando una situación económica "muy comprometida" que fue cubierta con préstamos del BROU cada vez mayores y anticipos de Conmebol por montos millonarios que "no aparecen en los balances".
También denunciaron que este año el balance "no se presentó" al Congreso de la AUF en la fecha que marca el Estatuto, a pesar de reiterados pedidos de los clubes.
Las respuestas de Ache
El periodista Leonardo Sarro cruzó al Ec. Eduardo Ache en un evento realizado el pasado martes y le realizó una serie de preguntas relacionadas a la denuncia presentada, que serán investigadas por el fiscal Rodríguez. Notoriamente incómodo y evasivo por el tema consultado, Ache le contestó: “No tengo ni idea”, aunque instó al periodista a que averigüe “quiénes inician el tema”.
Sarro le preguntó sobre los “30 millones de dólares” que “dicen que faltan”, a lo que, llamativamente, el exdirigente de la AUF y del Club Nacional de Football le contestó con otras cifras: “900 creo (…) creo que son 400 millones de dólares el contrato de televisión que viene. Averiguá por ahí un poquito también”, le dijo.
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Foto: Dante Fernandez / FocoUy
La enigmática pero elocuente respuesta de Ache tiene que ver con un conflicto existente en el fútbol uruguayo entre un grupo de clubes de fútbol tradicionales, nucleados en la Unión de Clubes (alineados políticamente con Tenfield, dueño de los derechos de televisación del fútbol uruguayo hasta el 31 de diciembre de 2025), que impulsan la creación de la Liga Profesional para poder comercializar los activos del fútbol uruguayo; y por otro lado está el actual ejecutivo de la AUF, respaldado por las sociedades anónimas deportivas (SAD) y por los “grupos de interés” que le dan mayoría en las resoluciones que adopta el Congreso de la AUF.
En ese sentido, este segundo grupo pretende llegar al vencimiento del contrato con Tenfield, para luego negociar los derechos televisivos del fútbol uruguayo con otros proveedores. En cambio, desde la Unión de Clubes reclaman que se renueve con Tenfield, ya que entienden que no hay otras empresas interesadas en comprar los derechos del fútbol uruguayo y que Tenfield propone a partir de 2026 un acuerdo que aumentaría en aproximadamente un 50 % el ingreso anual por la televisación.
¿Quién es el “misterioso” John Textor?
Desde la llegada de Alonso a la presidencia en 2019, las autoridades de la AUF promocionan la conversión de clubes que son asociaciones civiles a SAD.
“Nuestra visión es elevar nuestra liga nacional. Para 2026, nuestra aspiración es entrar en una nueva era para nuestra liga y convertirla en una de las mejores de nuestro continente”, sostuvo Alonso en su carta dirigida a un empresario estadounidense llamado John Textor, al que le ofreció invertir en un club uruguayo para transformarlo en SAD, régimen que ya tienen 15 de las 30 instituciones profesionales entre la Primera y Segunda División del fútbol uruguayo.
Según informó el semanario Búsqueda hace dos semanas, en julio de este año el presidente de la AUF invitó oficialmente a Textor, tentándolo a que éste pueda adquirir un club de fútbol uruguayo para luego convertirlo al régimen de SAD.
“Como una figura altamente influyente en el mundo del fútbol y un notable inversor, nos encantaría tener la oportunidad de reunirnos con usted. Nuestro objetivo es presentarle nuestra cultura futbolística directamente e invitarlo a participar en el fútbol uruguayo”, escribió Alonso en la carta enviada a Textor.
Textor es un empresario tecnológico que desde hace más de un lustro invierte en distintos clubes de fútbol de América y Europa. Es la cabeza del grupo Eagle Football, con acciones en el Olympique de Lyon (Francia), el Molenbeek (Bélgica) y el Crystal Palace (Inglaterra), el Botafogo de Brasil y la academia juvenil FC Florida de Estados Unidos, en las que invirtió alrededor de US$ 1.000 millones.
La misiva firmada por Alonso también hacía referencia a la posibilidad de que el grupo económico liderado por Textor oferte por los derechos televisivos sobre la liga local que vencen a fines de 2025, cuestión que mantiene divididos a los clubes del fútbol uruguayos, entre quienes pretenden renovar con Tenfield y los que no. En ese sentido, el actual ejecutivo de la AUF prevé abrirse de la empresa de Francisco Casal y mantiene reuniones con diferentes empresarios extranjeros.
Por ejemplo, meses atrás Alonso recibió a un empresario brasileño, representante de Eagle Football Holdings, que estuvo en Uruguay para mantener encuentros con posibles inversores, estudios de abogados y con directivos del fútbol uruguayo.
“Nuestra Federación está comprometida a mejorar significativamente la venta de derechos comerciales y televisivos mediante las mejores tecnologías, así como a buscar inversores y formar alianzas para la gestión de los equipos de nuestra liga”, le escribió Alonso al empresario estadounidense que, además de accionista de varios clubes, es el CEO de Fubo TV, un servicio de televisión en streaming conocido como el “Netflix de los deportes”, centrado en canales que distribuyen en vivo partidos de básquetbol, fútbol americano, béisbol y ligas de fútbol europeas.
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Thiago Ribeiro / AGIF
Textor ante la Justicia de Brasil
El propietario del SAF Botafogo, fue condenado en Brasil por la Fiscalía del Tribunal Supremo de Justicia del Deporte (STJD) por difamación y podría ser suspendido por 810 días si es declarado culpable de delitos durante el juicio.
La condena que recae sobre Textor tiene que ver con una serie de acusaciones infundadas que el magnate realizó a mediados del año pasado. Las denuncias de corrupción en el fútbol brasileño fueron realizadas ante una comisión del Senado que investigó la supuesta manipulación de partidos, denunciada por el empresario. En particular, Textor había denunciado irregularidades que habrían beneficiado a Palmeiras, campeón del Brasileirão de 2023, para despecho de Botafogo, que perdió el torneo tras liderarlo durante 31 de 38 fechas, con una ventaja de hasta 13 puntos.
"Vamos a demostrar de forma concluyente que Palmeiras fue beneficiado con la manipulación de resultados", manifestó Textor, que aseguró que lo demostraría mediante Good Game, empresa contratada por el dueño del Botafogo que ofrece un "método desarrollado en el análisis de datos de desempeño” que “puede detectar la manipulación en partidos con una probabilidad mayor de 99 %". Textor aseguró así que demostraría con pruebas que los partidos del campeonato brasileño estaban siendo amañados mediante la edición de imágenes del VAR.
El estadounidense no pudo demostrar nada de lo que denunció, por lo que los agraviados (Palmeiras, São Paulo, el Sindicato de Atletas Profesionales de São Paulo y la Asociación Nacional de Árbitros de Fútbol) denunciaron a Textor por insultar el honor de clubes, jugadores y árbitros de fútbol mencionado, con acusaciones sin aportar pruebas concretas, según la valoración de Fiscalía.
La Fiscalía brasileña que tomó el caso afirmó que Textor violó el artículo 243-F del Código de Justicia brasileño (CBJD) en cinco ocasiones, alegando, hasta ahora sin pruebas, que varios partidos del fútbol brasileño fueron amañados por los árbitros. El Ministerio Público entendió, además, que el empresario estadounidense cometió difamación contra Ednaldo Rodríguez, presidente de la CBF, Palmeiras, Sao Paulo, Fortaleza y el árbitro Braulio da Silva Machado. La denuncia también incluye la Sección 221, que acusa a Textor de crear una denuncia difamatoria basada en el informe de Good Game, implicando así falsamente al propio STJD.
La investigación finalizó el pasado lunes 2 de setiembre, y ahora el caso contra Textor pasará por el comité disciplinario del STJD y luego irá a juicio, donde se determinarán sanciones que se prevé serán las mayores en la historia del STJD. Mientras la multa económica podría llegar a los US$ 2 millones, la suspensión al principal accionista del Botafogo podría ser desde 810 días hasta seis años.
Las SAD: el modelo promocionado por Alonso y Milei
La Unión de Clubes cuestiona las políticas llevadas a cabo por el presidente de la AUF porque entienden que la mayoría de los grupos inversores que arriban a Uruguay pretenden el lucro individual de sus accionistas mediante transferencias de futbolistas al exterior y a través de la exoneración de impuestos que el Estado otorga a las SAD, a partir de la ley n.° 17.292 y modificaciones que previó la LUC. Advierten que la competitividad, el desarrollo social y el logro colectivo de las instituciones no están dentro del esquema de negocios de las SAD, cuyos accionistas están dispuestos a desestimar los contratos que firman si, a corto plazo, los objetivos de ingresos económicos trazados no se cumplen según lo previsto.
Por su parte, promotores de estas sociedades, como Nacho Alonso, valoran el clima político estable y las leyes locales que estimulan a la creación de SAD en Uruguay, en comparación a otros países, donde adquirir un equipo es mucho más costoso.
En ese sentido, Textor no fue el único empresario al que la AUF ha tentado para invertir en Uruguay. Según Búsqueda, hace tres semanas llegó a Argentina el empresario estadounidense Foster Gillett, que integró de 2010 a 2020 el directorio del Liverpool de Inglaterra, al cual arribó cuando su padre lo compró en 2007.
Gillett se reunió con el secretario de Turismo, Ambiente y Deporte de Argentina, Daniel Scioli, y otros miembros del Gobierno de Javier Milei, que en diciembre impulsó por decreto (DNU) una normativa que prevé que puedan operar, desde noviembre de 2024, las SAD, que hoy están prohibidas y cuentan con la oposición del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia.
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Javier Milei y Gianni Infantino en EEUU.
Entre las personas que facilitaron la llegada de Gillett a Argentina está Guillermo Tofoni, un argentino que se desempeña como agente oficial FIFA para la organización de partidos amistosos de diferentes selecciones. Últimamente ha gestionado algunos partidos de Uruguay durante las ventanas de fechas FIFA.
La AUF pretende que sea el puente para una conversación con Gillett sobre la posibilidad de que pueda atraer a grupos privados para adquirir clubes uruguayos.
El desembarco de este empresario estadounidense y otros podría tomar mayor impulso si queda definitivo un reciente fallo de la Justicia argentina en contra de la implementación de las SAD en ese país, luego de que el martes 3 de setiembre se conociera que el Juzgado Federal de Mercedes resolvió hacer lugar a la medida cautelar solicitada por la AFA, y ordenó al Estado Nacional la suspensión de los efectos de los artículos 335 y 345 del DNU, además de la Reglamentación de las SAD.