Los científicos, médicos y economistas siguen rechazando las medidas que adoptó el gobierno de Luis Lacalle Pou para flexibilizar el control de la comercialización de cigarrillos. Afirman que esto implica un retroceso para el país y se perjudica la salud pública al seguir el juego de intereses de las tabacaleras, las que esgrimen un argumento falaz sobre el comercio cigarrillos ilícitos.
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El economista Germán Rodríguez Iglesias planteó que las cifras del contrabando, distribución y venta ilegal de cigarrillos han sido exageradas. “El volumen de cigarrillos ilícitos no aumentó, se mantuvo estable durante las últimas dos décadas, y esto es algo que la industria admite (...) Si Uruguay empieza a flexibilizar el tema del empaquetado, lo que hace es volver para atrás”.
"Es evidente que el gobierno no entiende la magnitud del problema y las consecuencias sanitarias y económicas" de esta medida regresiva, afirmó el presidente del Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo, Dr. Eduardo Bianco, en una conferencia de prensa que organizó la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias junto a la institución Campaign for Tobacco-Free Kids,
En esa instancia, la doctora brasileña Vera Luiza Da Costa e Silva, que integra el staff de investigadores de la Fundación Oswaldo Cruz, sostuvo que el efecto mortal del consumo de tabaco es muy grande -mata a uno de cada dos consumidores regulares-, y por tanto el "empaquetado genérico" de este producto debe estar totalmente regulado.
Reafirmando esta postura, el director legal asociado de la organización Campaign for Tobacco-Free Kids, Robert Eckford, sostuvo que "no debe haber logos ni marcas ni otros elementos publicitarios". "Los colores brillantes y las marcas distraen la atención de las advertencias sanitarias", precisó.
No cabe duda que cualquier posibilidad de desviarse de las normas que regulan estos aspectos será aprovechado por loas empresas tabacaleras, siguió Eckford. "La industria tabacalera trata de argumentar que tiene un efecto en el comercio ilícito, pero esto no está comprobado".
"No existe tabaco de calidad, cualquier tipo de utilización es perjudicial a la sociedad, al medioambiente, a las personas y la economía de los países", subrayó Da Costa e Silva.
Lo que mueve a las empresas tabacaleras son sus intereses económicos y no la salud pública, por lo que van a utilizar cualquier estrategia para conseguir sus objetivos. No hay "productos de calidad" en este rubro, coincidieron los expertos, lo que hay son intereses empresariales.