Ernesto Murro: "La reforma la pagan trabajadores y trabajadoras"

Allí expresó: "Si bien se plantean transiciones a 10 o 20 años, según los casos, hay saltos bruscos en condiciones, derechos y montos a percibir. Se insiste en reafirmar la importancia de crear un denominado Sistema Previsional Común (SPC) para todas las personas y todas las cajas, aunque persisten desigualdades, injusticias y afectaciones de institucionalidad exageradas".

En diálogo con Caras y Caretas Murro resumió los efectos de la reforma con la ecuación: más (años de trabajo), menos (plata), más (AFAP), menos (garantías).

Más años

Murro puntualizó que el aumento de años de aportes se hace "al barrer". Aumenta cinco años la jubilación y hasta quince para la pensión vitalicia de viudez. "Más años significa que mucha gente no va a llegar", aseveró, "por ejemplo, cuando alguien queda sin trabajo a los 50 y pico o a los 60 y poco es muy difícil conseguir otro trabajo a esas edades, y va a tener que esperar a los 65, si es que ya tiene 25 [años de aportes] reconocidos". Hay personas que trabajaron más tiempo, pero no lo tienen reconocido en BPS. Sumado a esto, "está probado por la OIT que los trabajos de las personas adultas mayores en general son trabajos más informales, más autónomos, menos dependientes, más multiempleo y más precarios".

Que disminuya la cantidad de gente que se jubila implica también que menos personas tengan derecho a pensiones. Las de viudez, sobrevivencia y discapacidad se generan a partir de una jubilación o un fallecimiento, por lo que el cambio tendría un impacto directo.

Otro aspecto que señaló Murro es que el aumento al barrer no tiene en cuenta las diferencias entre, por ejemplo, un trabajo en una oficina pública y un trabajo en la construcción, en el ámbito rural o de tareas domésticas. En la actualidad, aseguró Murro citando datos del BPS, el promedio de años reconocidos a los 60 es de 26, pero para un empleado público es 37 y para un trabajador de la construcción es 18, para una trabajadora doméstica es 20: "Estas diferencias se notan en cifras oficiales y demarcan por qué tenemos que estar en contra de un aumento de edad al barrer", aseguró.

Menos plata

Dos tercios de las personas, "si llegan a jubilarse, van a cobrar menos", informó Murro. Con el llamado suplemento solidario que la reforma crearía "alguna gente de salarios bajos puede cobrar más si llegan a jubilarse, pero son las que más dificultades van a tener para llegar".

El estirar a 25 años la tasa de reemplazo, que pasaría a llamarse tasa de adquisición, rebajaría un 5% las jubilaciones. Además se elimina a futuro el beneficio de que las personas no obligadas a afiliarse a AFAP, si se afiliaron, tienen hasta un 50% más de jubilación.

Más y peores AFAP

El sistema actual es jurídicamente voluntario para aproximadamente el 80% de la gente. Con la reforma pasaría a ser jurídicamente obligatorio para todo el mundo: BPS, todas las cajas y todos los salarios. Murro habló de "peores AFAP" porque "son con menos garantías". Ejemplificó con que la comisión que cobran las AFAP por administrar el dinero de trabajadores y trabajadoras, que hoy ganan cuanto cotizan, pasaría a cobrarse incluso cuando la persona no esté trabajando, y le pueden sacar de la plata que tiene acumulada en su cuenta.

A esto se agrega, puntualizó Murro, que además de aportes obligatorios, que hoy son del 15%, se agregan por resolución del Ejecutivo, "dentro de las excesivas facultades que la ley le otorga", por ejemplo la posibilidad de que el gobierno de turno decida si los 2 y 9 puntos del IVA que se reintegran hoy al pagar con tarjeta vayan a una cuenta de AFAP. "Ese es un aporte supuestamente voluntario que pasa a ser obligatorio y es un aumento encubierto de los aportes de los trabajadores", aseguró. Esta es "una reforma que la financian los trabajadoras y trabajadores, porque trabajan más tiempo y cobran menos".

Menos garantías

El proyecto de ley de reforma "crea una enorme cantidad de facultades al Poder Ejecutivo y a la Agencia Reguladora de la Seguridad Social que se crea", facultades que hasta ahora eran del Parlamento. Por ejemplo, el PE puede determinar la cantidad de años necesarios para tener derecho a jubilación y pensión y los montos mínimos y máximos. "Eso genera más incertidumbre", en palabras de Murro. Es probable, además, que en 2041 aumente de nuevo la edad jubilatoria si aumenta la esperanza de vida, y eso se podría hacer "mecánicamente por resolución del PE".

Por otra parte, la reforma "fomenta la competencia entre las AFAP y favorece a las privadas, por ley se les dan beneficios para que puedan captar más gente y eso genera incertidumbres en el sistema".

Financiamiento

Con respecto al aspecto de financiamiento, que es una de las causas más esgrimidas para llevar delante la reforma, Murro dijo que "los propios números del gobierno muestran que en los próximos 20 años va a haber 45.000 personas jubiladas menos y va a haber un 20% menos de gasto en jubilaciones y pensiones". Esto significa que "menos gente va a acceder y los que accedan van a cobrar menos, es matemática pura". Un 20% menos "es mucha plata, son 1.200 millones de dólares". A eso "hay que agregarle lo que va a costar traspasar a AFAP a la gente que está en cajas, que eso cuesta miles de millones de dólares y lo va a pagar el conjunto de la sociedad".