A poco más de un año de solicitar licencia en la Cámara baja el diputado Gerardo Núñez presentó formalmente su renuncia a su banca en Diputados. El ahora exlegislador fue denunciado por violencia de género: en una de ellas la denunciante asumió su error y pidió disculpas, mientras que la otra fue archivada en enero tras el cumplimiento de medidas cautelares por parte del legislador.
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En una carta pública dirigida al cuerpo, y a la que tuvo acceso Caras y Caretas Portal, Nuñez recordó que “durante un año me mantuve en silencio, con el fin de no entorpecer los procesos que se llevaron a cabo en la Justicia en los cuales me vi involucrado. A su vez, solicité licencia como legislador con el mismo objetivo”.
Asegura Núñez que presentó su renuncia a la responsabilidad para la que fue electo, porque entiende que, “en este momento, no están dadas las mejores condiciones” para desempeñarse “correctamente”.
“Vivimos momentos de mucha polarización social y política, donde no siempre importa la verdad ni los resultados judiciales. Importa más la instalación de relatos. En este contexto lo que menos quiero es perjudicar a mi fuerza política y a mi partido”, agrega.
“Luego de concluidas las instancias judiciales y al ya no ocupar mi lugar en la banca, siento que este es el escenario más adecuado para hablar sobre lo ocurrido y pronunciarme sobre mi visión de los hechos. Mi defensa nunca estuvo ni estará vinculada a la permanencia en tal o cual lugar, siempre estuvo en función de la verdad. Quienes me conocen saben que jamás milité con el fin de ocupar lugares, siempre me movilizaron las ideas y es lo que sigo sosteniendo”, precisó más adelante.
Tras señalar que su intención no es victimizarse, aclara que “es necesario decir que durante este año transité momentos muy dolorosos y complejos. Fui objeto de todo tipo de calumnias, ataques y acusaciones, que no solo me afectaron en lo estrictamente personal, sino que además impactaron en mi familia y seres queridos, principalmente en mis hijas”.
“A pesar de todas las mentiras contra mi persona que se reprodujeron a través de redes sociales y en algunos medios de comunicación, se demostró en la Justicia que en uno de los casos fui objeto de difamaciones e injurias. Y, en el otro, la denuncia por violencia de género que se realizó contra mi persona terminó archivándose, sin que correspondiera ningún tipo de derivación penal respecto a la misma. Todo esto refuerza mi firme convicción personal de no haber cometido ninguna falta ética ni delito alguno”.
Al finalizar sostiene: “Antes de despedirme, quisiera aportar humildemente una visión en cuanto al proceso que me tocó vivir. Sigo pensando que existen herramientas legales muy valiosas que se conquistaron y deben ser protegidas. Sin embargo, algunas veces, cuando se producen manejos espurios de las mismas, lo que se hace es dinamitar los avances que protegen a las personas en situación de violencia, aumentando el descreimiento respecto a dichos instrumentos”.
“Quiero agradecer a todas las personas que se solidarizaron conmigo y mi familia, a todos aquellos que creyeron en mí en el momento más difícil de mi vida, a mis amigos, compañeros y compañeras, especialmente a mis hijas, que siempre estuvieron acompañándome en este doloroso proceso por el que transité”, subraya.
“Con la presentación de la renuncia a la responsabilidad para la que fui electo, se cierra una etapa en mi vida, pero se abren otras que sin dudas serán de esperanza”, concluye.