El Ministerio del Interior, si bien reconoció estar al tanto de las declaraciones de Tuana, expresó que no existen pruebas contundentes que respalden estas afirmaciones. Según lo manifestado por dicha institución, en caso de que tales eventos sean verídicos, correspondería realizar las denuncias pertinentes.
El presidente del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Guillermo Fossati, señaló a la prensa que, hasta el momento, no tienen registros concretos que confirmen las palabras de Tuana. Sin embargo, reconoce la posibilidad de que estas situaciones puedan darse, aunque enfatiza en la necesidad de contar con pruebas antes de realizar afirmaciones categóricas.
Por su parte el asesor del Ministerio del Interior, Diego Sanjurjo, admitió que existen familias donde los niños y adolescentes son utilizados para obtener dinero para el consumo de drogas. Sin embargo, cuestionó las afirmaciones de Tuana al no contar con pruebas fehacientes que las respalden.
Una realidad alarmante
Por su parte, Tuana había argumentado en la citada entrevista que el narcotráfico conlleva consigo la vulnerabilidad extrema de los menores, quienes muchas veces se convierten en rehenes de esta situación. Además, hizo hincapié en que la explotación sexual de los niños es una consecuencia directa de esta realidad, que afecta profundamente a la niñez uruguaya.
A pesar de la "falta de evidencia concreta que respalde sus afirmaciones", sin lugar a dudas la sociedad uruguaya enfrenta una realidad alarmante. En los últimos tres meses, siete niños han sido baleados en diferentes incidentes violentos.
La muerte reciente de un niño de dos años, quien quedó en medio de una ráfaga de disparos, conmocionado a la sociedad y puso de manifiesto la urgente necesidad de abordar este problema de manera integral. Otros incidentes violentos, como el caso de Joaquín Albín, de tan solo 8 años, quien fue víctima de una guerra narco entre familias, refuerzan la gravedad de la situación.
Cada vez se hace más urgente que las autoridades competentes investiguen a fondo las denuncias realizadas por Tuana y tomen medidas concretas para proteger a los niños y adolescentes que se encuentran en situación de vulnerabilidad debido al narcotráfico y la violencia asociada a este flagelo. La seguridad y el bienestar de la niñez uruguaya deben ser prioritarios en la agenda política y social del país.