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Política herrerismo | niños | violencia

La peor cara del herrerismo: pobreza infantil y violencia sobre niños

En el Uruguay del herrerismo, los niños no sólo son más pobres que en 2019, sino que también los matan más, por el alarmante aumento de casos de niños baleados.

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En los últimos días se registraron algunos episodios que le costaron la vida a niños: el asesinato de Chaiara en el barrio Peñarol y la muerte de un niño baleado en el ataque a una finca en Malvín Norte, episodio, este último, también enmarcado en la lucha de bandas dedicadas a la venta de drogas.

Reunión cumbre para analizar violencia sobre niños

En las últimas horas, diferentes organismos de gobierno se reunieron para tratar la situación de niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia. Participó el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), la Suprema Corte de Justicia (SCJ), la Fiscalía General de la Nación, el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU), la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).

El subsecretario del Ministerio del Interior, Pablo Abdala, dijo que el objetivo de las instituciones es mejorar la respuesta entre todos. "Estamos buscando medidas y estamos buscando caminos para perfeccionarlo, desarrollarlo de la mejor manera posible".

Luego de la reunión, como informara Caras y Caretas, se conoció que se habían acordado los siguientes puntos: fortalecer el trabajo de funcionarios policiales con poblaciones vulnerables, cambiar la cultura de violencia, incluir temas de prevención en la currícula educativa de Primaria y Secundaria, capacitar al personal de salud pública en territorio (sobre cómo actuar ante situaciones de riesgo para las infancias), dar más visibilidad y promover las vías de denuncia anónimas, y acordar el cruzamiento de datos entre instituciones.

"Estamos buscando medidas y estamos buscando caminos para perfeccionarlo, desarrollarlo de la mejor manera posible", dijo Abdala sobre el cruzamiento de datos.

A su vez, Abdala reflexionó sobre la relevancia de que la ciudadanía colabore para enfrentar la problemática de la violencia:

"Hay un tema que tiene que ver con el involucramiento ciudadano, con la necesidad de que asumamos –en los temas de la violencia en general y de la violencia hacia niños en particular– hay una responsabilidad social que es compartida". Y añadió: "Todos los ciudadanos tienen que colaborar, ya no con la Policía, sino con el sistema, con el Inau, con la Anep, con el Mides, a los efectos de que si hay un niño que está en condiciones de vulnerabilidad en algún lugar, que el sistema pueda tener información para actuar".

Pediatras manifestaron preocupación

Frente a esta situación, la Sociedad de Pediatría se expresó. Los pediatras han señalado que aumentaron los niños heridos de bala y que se trata de un fenómeno relativamente novedoso de gran impacto debido a la gravedad que presentan muchos casos. De acuerdo a la organización que nuclea a los pediatras, es necesario prepararse para este nuevo escenario.

La preocupación de los pediatras no solo está en relación al aumento de los niños heridos de bala, sino que, además, se ha constatado que aumentaron los casos de agresión intencional, explicó Javier Prego a Canal 5.

El médico pediatra indicó que hace “unos años, unas décadas atrás, eran predominio de lesiones no intencionales, que se generaban dentro del domicilio por el manejo inadecuado de armas de fuego por parte de niños y adolescentes”.

Desde el punto de vista de la Sociedad de Pediatría, “el escenario ha cambiado”. En la actualidad, las heridas por armas de fuego en niños se producen “fuera de los domicilios, se dan en la vía pública, en un escenario muchas veces provocado, intencional, y se dan en un escenario de violencia”, remarcó el representante de los pediatras.

Esta situación ha “generado que los datos que nosotros manejamos muestran números que vienen creciendo”. Prego manifestó que durante “estas últimas semanas hemos tenido lesiones mucho más graves, porque han sido niños que han fallecido, lo cual genera una situación de preocupación, tanto para la sociedad como para los pediatras, que tenemos que estar al cuidado de los niños”.

El representante de la Sociedad de Pediatría dijo que, frente a esta situación, tenían que “estar preparados para este escenario nuevo o al menos más frecuente”, remarcó Prego.

Consultado por la prensa, acerca de si el pediatra estaba capacitado para recibir en la emergencia a niños heridos, Prego respondió que “la asistencia no es exclusivamente del pediatra. Es un equipo que trabaja donde las especialidades trabajan en forma colaborativa, participan múltiples disciplinas y la respuesta debe ser integral”, insistió el médico en declaraciones brindadas al mencionado medio.

Se duplicaron los niños heridos de bala

“Uruguay duplicó en los últimos cinco años la cantidad de niños heridos de bala. El Hospital Pereira Rossell, principal emergencia pediátrica del país, atiende cada mes a al menos dos menores de 15 años por esa causa. En 2016 eran 5, en 2022 fueron 27”, comentó la periodista Patricia Madrid en su programa radial Así nos va (Carve).

Madrid dijo que cuando los adultos responsables de esos niños son confrontados por los médicos, suelen aducir el mismo argumento: “Balas perdidas de los enfrentamientos de los narcotraficantes”. Sobre eso, la comunicadora citó un estudio del mencionado centro de salud divulgado recientemente por el periódico El Observador. En dicho trabajo se establece que el 62 % de los niños baleados asistidos en el Pereira Rossell por heridas de bala fueron víctimas de hechos de violencia.

Para que se logre dimensionar más aún la problemática, debe tenerse en cuenta que está ingresando al menos un niño por mes al Hospital Pereira Rossell por herida de bala. Estos datos surgen de lo declarado por el director del hospital, Álvaro Galiana, a Subrayado. El médico explicó que esto “antes era excepcional de dos o tres casos de niños con balas en el año, y hoy por mes tenemos siempre algún niño baleado”. A su vez, aseguró que “implica estrés y exigencia del servicio del hospital, porque primero no estamos acostumbrados y segundo, cuando ocurren estas cosas, empieza a haber movimiento allí de gente que pregunta por el niño y no sabemos quiénes son, si están vinculados al problema de que el niño diga quién le tiró y quién no le tiró, de dónde vino”.

Aumenta la pobreza infantil

De acuerdo a una recopilación realizada por Caras y Caretas, la pobreza infantil en Uruguay se encuentra en un preocupante 20,9 %, contrastando significativamente con el 1,8 % registrado en personas mayores de 65 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2023. Estos números revelan una desigualdad marcada entre generaciones, posicionando a Uruguay como el país con la mayor infantilización de la pobreza en América Latina.

Según la Encuesta Continua de Hogares publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la pobreza entre niños menores de 6 años es 11,6 veces mayor que la de los adultos mayores de 65. Esta disparidad refleja una tendencia en las políticas públicas, que, aunque efectivas en proteger a los adultos mayores a través de un sólido sistema de seguridad social, han dejado desatendidas las necesidades de la infancia uruguaya.

Los datos revelados muestran que la pobreza se concentra en la primera infancia, con uno de cada cinco menores de seis años viviendo en condiciones de pobreza.

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