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Política

Caso Penadés ingresa en etapa definitoria

Los fueros de Penadés

La investigación contra Penadés sigue avanzando y ya fue citado a declarar. El siguiente paso será la solicitud del levantamiento de sus fueros.

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Caras y Caretas Diario

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La investigación contra el senador del Partido Nacional Gustavo Penadés ingresará en breve en una etapa definitoria. La semana pasada el Consultorio Jurídico de la Udelar recibió una consulta de un joven que quería formular una denuncia.

Al día siguiente, la fiscal especializada en delitos sexuales, Alicia Ghione, tomó declaraciones al adolescente, quien fue asistido por los doctores Juan Raúl Williman y Soledad Suárez.

Juana pudo saber que en su declaración la víctima sostuvo que, al igual que los otros 6 casos ya presentados, se reitera el mismo patrón de conducta. Es decir, la mayoría son contactados por un intermediario y se trataría de un caso similar a los que ya se ha referido esta columna de Caras y Caretas.

Juana consultó al Dr. Williman, quien le manifestó que “todavía no hay fecha para citar a Penadés. Lo que sí es verdad más allá de lo que diga la prensa es que la Fiscalía está próxima a realizar la citación, pero sin registrar fecha cierta aún”.

Los fueros

Hagamos un poco de historia: los fueros parlamentarios se establecieron para proteger la independencia de los legisladores.

Tres artículos de la Constitución vigente (arts. 112, 113 y 114) establecen lo que se conoce como fueros parlamentarios, aunque no existe esa denominación en la normativa uruguaya. El espíritu del mecanismo es proteger a diputados y senadores de la acción de la Justicia, entendiendo que pueda existir un manejo político del Poder Judicial, incluso a impulso del Poder Ejecutivo, que afecte el funcionamiento del Poder Legislativo.

Dentro de su libertad para legislar, diputados y senadores no pueden ser responsabilizados por “los votos y opiniones que emitan durante el desempeño de sus funciones”, establece el artículo 112 de la carta vigente. Tampoco pueden ser arrestados excepto que estén cometiendo un delito (art. 113).

Además, “ningún senador o representante, desde el día de su elección hasta el de su cese, podrá ser acusado criminalmente […] sino ante su respectiva cámara”, establece el articulo 114.

Sería la cámara a la que pertenezca el legislador la que deba decidir lo que se conoce comúnmente como desafuero, que implica retirarle la protección dispuesta por estos tres artículos para que quede a disposición de la Justicia.

Todos sabemos y hemos escuchado decir en varias oportunidades que los fueros no son del legislador sino del Parlamento. Es decir, será el Parlamento el que lo resuelva por 2/3 de componentes de la cámara a la que pertenezca el legislador a desaforar.

La aprobación del desafuero no implica que la cámara se pronuncie sobre la culpabilidad o inocencia del parlamentario, sino que se trata de una habilitación al accionar del Poder Judicial. La consecuencia inmediata y práctica es la suspensión del legislador.

Ahora bien, puede ser levantada esa suspensión una vez concluido todo el procedimiento judicial. Ello ocurrió, a vía de ejemplo, en el caso del senador Daniel Bianchi, quien chocó estando alcoholizado en enero de 2019 en Punta del Este. A pedido de la jueza de paz competente en el departamento de Maldonado se aprobó el desafuero. Fue condenado a 20 días de trabajo comunitario. Después de que cumplió esa condena, la Cámara de Senadores votó su restitución en julio de 2019.

Otro caso que todos recordamos, de noviembre de 2019, es el desafuero que solicitó la Jueza Graciela Vargas a pedido del fiscal Rodrigo Morosoli, que pidió el levantamiento de los fueros parlamentarios del senador Manini, que en ese entonces ya era senador electo. La Constitución precisa que los fueros entran en vigor a partir del momento en que una persona es electa. La solicitud fue enviada por la jueza a la Suprema Corte de Justicia, que la redirigió al Parlamento a los pocos días.

Todos recordamos que durante la campaña electoral el general aseguró que enfrentaría el proceso judicial sin ampararse en sus fueros. Fue simplemente un discurso más de campaña. Esa decisión no es suya, ya que los titulares de los fueros son las cámaras como hemos dicho, y por tanto solo de ellas depende retirarlos. En esa oportunidad, bastante cercana en el tiempo, el debate fue mayoritariamente político. Hasta Manini cambió de opinión. Y el Partido Nacional selló la suerte de Manini. No alcanzaron los votos para desaforarlo.

En el caso de Penadés, Juana charló largo y tendido con su informante de turno, de esos que saben mucho de la interna blanca. La juntada fue cerquita de la redacción de la revista, en el restó Abisinia, ese coqueto boliche de Mercedes y Paraguay donde apuramos unas imbatibles bolitas de queso con alioli y una limonada con jengibre que no tiene competidores.

Abrimos la charla bajo la atenta mirada de ese cuadro del Negro Jefe, que según nos cuenta Sebastián, el dueño de Abisinia, fue pintado hace años por una francesa que se enamoró de nuestro país, y él resolvió traerlo al boliche como símbolo uruguayo.

Nos dice nuestro informante que el trámite del levantamiento de los fueros a Penadés en el Senado será rápido. Una vez que esté allí irá a la comisión y de allí al Senado. El senador Gandini, la vicepresidenta Argimón y el senador Da Silva han dicho en más de un oportunidad, me recuerda mi amigo mientras charlamos, que cumplirán con la voluntad de Penadés, es decir, se le levantarán los fueros una vez que esto sea solicitado por la Justicia.

Mi amigo me hace ver que cuando comiencen las sesiones ordinarias de junio, habrá finalizado la licencia que pidió Penadés por un mes, pero, según sus datos siempre certeros, el legislador prorrogará su licencia mientras dure el procedimiento judicial en trámite. No olvidemos que la última reunión de bancada a la que asistió, a viva voz, el senador Da Silva le dijo: “Gustavo, esto pasó de castaño a oscuro y tenés que tomar licencia”. Hoy la realidad no es mejor. Las denuncias se han seguido sumando y es un rumor a voces que en breve lo citará la Fiscalía.

Juana habló con Germán Aller (grado 5 en la cátedra de Derecho Penal de la Udelar) sobre el procedimiento para citar en esta primera etapa a Gustavo Penadés. El Dr. Aller nos explicó que para realizar esta citación, la fiscal no necesita solicitar un pedido de desafuero de Penadés al Parlamento. La convocatoria del legislador pr la Justicia se llevará a cabo en el marco de una investigación, es decir, la Fiscalía aún no llegó a la etapa de imputación.

La citación de la fiscal, nos aclara el Dr. Aller, no lo obliga a Penadés a concurrir, sin perjuicio de lo cual nos enteramos en aquella conferencia de prensa que sí concurrirá. Técnicamente, insiste Aller, la obligación de concurrir a la sede del Ministerio Público es relativa. No implica que, de no hacerlo, el citado sea conducido.

Ahora bien, como descontamos que Penadés asistirá, lo que hable con la fiscal en esta primera instancia no traería aparejado que pueda formalizarlo. Si avanza en la investigación, deberá solicitar audiencia de formalización con el juez que vea en la causa. Y allí empezará el procedimiento que todos conocemos como levantamiento de fueros.

Antes de despedirse, el Dr. Aller, nos dijo que en la práctica, y dado lo mediático que ha resultado este caso por sus características, ya están de antemano levantados los fueros.

Juana también consultó a su viejo amigo de facultad, el conocido penalista Juan Fagúndez, quien le manifestó que la citación de Penadés es, en primer lugar, un hecho inédito en la historia judicial del país por dos razones: se trata de un parlamentario de larga trayectoria y por el delito por el cual se lo investiga.

Fagúndez manifestó que si bien la prueba en los delitos sexuales no es fácil, la tecnología hoy ha permitido avanzar. Por ejemplo, en el caso que todos conocemos a través de la prensa, todo parece indicar que se reiteran ciertos patrones de conducta y, por ejemplo, se podrían rastrear los retiros de dinero en el cajero automático del denunciado para cotejarlos con los dichos de los denunciantes.

La citación de Penadés a la Fiscalía, nos manifiesta Fagúndez, es parte del derecho a la defensa del imputado. Allí el legislador podrá declarar y hasta mentir o abstenerse de hablar. Ello se basa en el principio de no incriminación de una persona. Fagúndez cree que el levantamiento de los fueros, no será controversial y nos recuerda, que el trámite se iniciará con el pedido al juez que vea en la causa quien lo enviará a la Suprema Corte o directamente a la presidencia de la Cámara de Senadores. Por último, nos insiste, es un trámite rápido, pero no se hace en un día.

Cuando caminé los pocos pasos que separan el boliche de la redacción después de despedirme de mi amigo, pensé: “Los blancos no paran de tener problemas”. Ahora que parece que se viene la lluvia, la situación de Penadés se complica cada vez más.

En unos días irá acompañado de su abogado el Dr. Javier Vega a la Fiscalía. Volverá a pedir licencia, se perderá la Convención Nacional y Laura Raffo sigue adelante con su candidatura, esa que el mismísimo Penadés inventó, con nuevo equipo. El presidente Lacalle y el ministro Heber han hecho un parate en su defensa y el resto del partido se suma al coro de la conveniente frase que utiliza el presidente del Honorable cada vez que le preguntan por Penadés: “Está en manos de la Justicia”.

Sin duda habrá más tela para cortar y más notas para escribir y, como siempre digo y no me canso de repetir, por suerte ahora de esto sí se habla. Y cuando es un menor, siempre es no.

Por Juana de la Barra

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