Explicó que eso se debía a que "surgió un problema, que no es de ahora sino que ya tiene cierto tiempo, relacionado con los bancos", puesto que "en el diseño de la Ley de Regulación y Control del Cannabis no se tomó en cuenta que los corresponsales de nuestros bancos –tanto el banco nacional como los extranjeros que tienen sucursales en nuestro país– están en Estados Unidos, y los bancos federales de ese país no permiten transferencias de dinero de empresas vinculadas con el rubro del cannabis porque allí esta actividad no es legal", explicó el ministro.
"Entonces, teníamos un gran problema porque había muchas empresas del rubro del cannabis con intenciones de crecer a nivel local y otras que querían instalarse en Uruguay, pero encontraban enormes dificultades para hacerlo. Además, otras empresas habían hecho inversiones importantes y estaban siendo perjudicadas por esta cuestión, muchas de las cuales se fundieron y quedaron por el camino", argumentó.
El jerarca aclaró que "en ese marco, un abogado de Boreal me contactó para que visitara la empresa en el departamento de Salto. Fui una sola vez y luego mantuve otras reuniones, no solo con los equipos de abogados y asesores de este empresario sino también con otros de no menos de treinta o cuarenta empresas del rubro".
La Zona Franca que Gonzalo Aguiar y el Gobierno querían instalar en Artigas
Además Martinelli explicó que "otro asunto que me termina vinculando laboralmente con este empresario es que el Gobierno tenía, entre uno de sus cometidos, evaluar la posibilidad de instalar una zona franca en Bella Unión con el propósito de revertir de alguna forma el problema que enfrentan los cañeros que plantan caña de azúcar, insertándolos en este incipiente mundo y que pasaran a plantar cannabis".
"Este empresario (Aguiar) era uno de los interesados en instalar una zona franca en Bella Unión. De hecho, participé en algunas reuniones de carácter técnico con sus abogados personales y en alguna oportunidad con sus abogados y los equipos de zona franca para evaluar algunos aspectos de un proyecto que él tenía, y también de otros vinculados con el tema de la zona franca de Bella Unión", expresó el ministro.
Su concurerencia al casamiento trucho de Gonzalo Aguiar
El secretario de Estado afirmó que Aguiar lo invitó a su casamiento; "entiendo que fue una invitación de carácter simplemente protocolar, como les debe pasar a ustedes que muchas veces son invitados a casamientos por compromiso, independientemente de la relación de afinidad".
"En ese marco, acudí al casamiento y creo que veinte días o un mes después me enteré de que había sido un casamiento trucho. Por lo tanto, esa situación, sumada a que hacía pocas semanas que ya no estaba trabajando en Presidencia de la República sino en el Ministerio del Interior –por tanto, las tareas que realizaba allí ya no dependían de mí y habían quedado en manos de otras personas–, hizo que el objeto por el cual me había vinculado con él cayera", concluyó Martinelli sobre su relación con Aguiar.