El jerarca aseguró que ya ha mantenido reuniones con los productores agropecuarios, quienes utilizan los fitosanitarios, para “avanzar en este camino” y, según dijo, espera que “no sólo no suponga un sobrecosto que afecte la competitividad”, sino que la “potencie”, ya que permitirá dar respuesta a las “exigencias de los mercados internacionales”.
Críticas de la oposición
Desde la oposición la visión es totalmente distinta y cuestionaron la postura del ministerio. Desde el Partido Nacional entienden que el fin de este impuesto es totalmente recaudatorio y alertaron por el aumento de costos que llevará a un encarecimiento de los productos.
“Los impuestos están para otra cosa, no son un instrumento de política ambiental”, dijo el diputado blanco Pablo Abdala mientras que Sebastián Andújar señaló que en el mundo desarrollado para promover políticas más sustentables lo que se hace es aplicar subsidios y no poner impuestos.
El otro que se expresó en contra fue el diputado colorado Walter Cervini que cuestionó que no quede estipulado que lo recaudado vaya al Fondo Nacional de Medio Ambiente o Fondo de la Granja.
“Estamos hablando de un nuevo impuesto que afectará directamente a los productores agropecuarios y a la industria nacional de fitosanitarios”, cuestionó en rueda de prensa.